River vivió su gran fiesta. Para celebrar el centésimo aniversario de la fundación del club, los hinchas realizaron una multitudinaria caravana que se inició en el Obelisco y que finalizó en el estadio Monumental. Allí se celebró un partido amistoso ante Peñarol que finalizó empatado 0–0 y luego los festejos continuaron con la actuación de los grupos Ráfaga, Los Fatales e Ignacio Copani. Por la mañana, en el hall del estadio se celebró una misa en memoria de los socios y simpatizantes fallecidos, lo que se repitió en una parroquia de La Boca, en recuerdo del barrio donde nació el club. La fiesta del centenario de River tuvo como protagonista casi excluyente a la parcialidad del multicampeón argentino.
La multitud partió desde el Obelisco y continuó su camino rumbo al estadio Monumental, inicialmente por la avenida del Libertador. Al llegar a la intersección con la calle Tagle los hinchas descubrieron una placa conmemorativa, pues allí funcionó en otros tiempos la cancha de River anterior al actual estadio. A medida que la caravana se acercaba a su destino final se iban sumando más simpatizantes, lo que determinó que por algunos pasajes la fila se extendiera por más de veinte cuadras.
El despliegue de una bandera gigante de cerca de mil metros de largo se convirtió en una de las atracciones de la tarde. Alrededor de ella, los hinchas se congregaron para cantar y festejar por el centenario. Junto con la suelta de globos rojos y blancos fueron los detalles más coloridos de una tarde de festejo. Claro que, además, cada uno de los hinchas llevó sus propios distintivos, con lo que se generó un gran espectáculo.
Ya en el estadio, cerca de las 17, el espectáculo estuvo en las tribunas. Allí se desplegó una bandera con la cara de cien figuras que se destacaron en la historia de River. Además, la prolija decoración de las populares con cintas rojas y blancas, la gran cantidad de bengalas, banderas y camisetas gigantescos fuegos artificiales y los globos alargados brindaron un marco mucho más atractivo de lo que ocurrió dentro de la cancha. Los innumerables cambios que introdujeron ambos entrenadores y la presencia de varios jugadores que no debutaron en la Primera de River motivaron que el partido se tornara un aburrimiento, al que ni siquiera salvó la emoción que caía de las plateas.

MUCHOS CAMBIOS Y NINGUN GOL EN EL AMISTOSISIMO
No alcanzó ni para pretexto

El partido que protagonizaron River y Peñarol de Uruguay para conmemorar el centenario de la fundación del club argentino finalizó empatado 0–0, en uno de los pocos puntos flojos de la celebración. Los numerosos cambios que introdujeron los entrenadores de ambos equipos con la premisa de reservar a sus jugadores para los compromisos futuros motivaron que el partido sea muy cortado y deslucido. Además, ni siquiera se produjeron situaciones de gol frente a los arcos por lo que los sesenta minutos que duró el match parecieron muchos más.
River arrancó el partido con todos sus titulares, pero antes de los cinco minutos el técnico Américo Gallego dispuso la salida de Javier Saviola y Ariel Ortega, quien padece un esguince de tobillo. A partir de allí se sucedió una serie interminable de modificaciones, que le quitaron atractivo al espectáculo. Para colmo, las dos chances más claras de gol le pertenecieron a Peñarol, que motivaron dos buenas intervenciones del arquero Sala. Sólo el entusiasmo y la alegría de los hinchas le puso color a ese tramo de la fiesta.

PRINCIPAL