Por
Facundo Martínez
Tal como lo necesitaba para mantenerse en la punta del torneo Clausura,
San Lorenzo derrotó
ayer a Boca por 10, con lo justo y sin lucirse, en un partido entretenido
que tuvo varias situaciones de gol y un resultado incierto hasta el final.
A San Lorenzo se le complicó demasiado porque los juveniles y suplentes
de Boca no parecieron dispuestos a dejar los tres puntos en el Nuevo Gasómetro
y hasta estuvieron muy cerca del empate. El único tanto lo marcó
Abreu, tras un error de Pereda que descolocó a todos, menos al
goleador. San Lorenzo sintió mucho la presión que le había
puesto River luego de golear a Almagro. Al final, los hinchas de Boca
festejaron también, no la derrota pese a las suspicacias
sino el regreso de Sebastián Battaglia, tras más de seis
meses de recuperación.
San Lorenzo entró aparentemente nervioso y Boca supo por momentos
aprovechar esa presión que pesaba sobre el rival y se hizo fuerte
en el medio; así, aunque no encontró la claridad necesaria
para herir, no tardó en desordenar la línea de volantes
contraria. Sin embargo, fueron los de Boedo los primeros en patear al
arco cuando Romagnoli a los 5 minutos remató débil y desviado.
Después pudo ser una buena pared entre Estévez y Abreu,
pero la jugada no prosperó. Y otra vez Romagnoli puso un pase largo
a Abreu, pero el arquero de Boca llegó primero.
La primera buena para Boca fue a los 11, cuando Pereda le robó
una pelota a Erviti y habilitó a Barijho, que quedó solo,
pero tardó en acomodarse y la perdió ante Coloccini. San
Lorenzo volvió a inquietar con una contra de Estévez, quien
remató cuando tenía a Abreu y a Romagnoli para descargar.
San Lorenzo no era más que Boca, pero tenía con Abreu una
mayor presencia en el área rival, sobre todo en las pelotas aéreas.
A los 25, Abreu se chocó y no pudo cabecear un centro de Erviti;
pero a los 26, tras un corner de Erviti, el uruguayo conectó un
cabezazo que controló Abbondancieri, quien a los 29 volvió
a taparle otro cabezazo. El único gol del encuentro llegó
recién a los 35, cuando luego de un error de Pereda (peinó
la pelota para atrás y se molestó con Barbosa), Abreu quedó
solo frente al arquero y definió abajo, categóricamente.
Boca pudo descontar, a los 40, pero el arquero Saja logró tapar
un disparo de Giménez, luego de una buena pared del chaqueño
con Barijho.
En el segundo,
Boca siguió sin profundidad, pero con un mayor control sobre el
juego. Gaitán perdió una buena oportunidad por demorarse
en el área, tras recibir de Barijho. A los 56, Giménez volvió
a perder un mano a mano con Saja, y a los 62 fue Barijho el que echó
a perder una buena contra de Giménez y Marchant, y otra, más
tarde, también ante Saja. El ingreso de Leo Rodríguez contribuyó
a ordenar al equipo y a cambiar el ritmo del encuentro a su favor. La
mejor jugada de los locales fue a los 77, cuando Leo remató desde
fuera del área, rechazó Abbondancieri y Pusineri tiró
cruzado y desviado. Por su parte, Boca siguió intentando a través
de Gaitán, mientras ni Battaglia ni La Paglia ni Pandolfi llegaron
a conectarse bien con el partido. Y San Lorenzo trató de aguantar
con la pelota, contando segundo a segundo el tiempo que faltaba.
Suspicacias
a dos puntas
La
mano que le podía dar Boca a River en el campeonato generó
un sinfín de rumores. Por un lado, la suspicacia indicaba
que el equipo de Carlos Bianchi no iba a esforzarse al máximo
para no beneficiar a su tradicional rival. Sin embargo, una versión
que circuló ayer es que los jugadores de River habían
armado una colecta para entregarle a sus colegas de Boca. Incluso
se tiraron cifras (200 mil dólares) y que el contacto se
había dado entre Martín Cardetti y Roberto Abbondancieri,
ex compañeros en Central. Claro que allí no quedó
todo. Los rumores más arriesgados indicaban que la movida
se generó luego de que algunos integrantes de la barra brava
de River habían presionado a sus propios jugadores para que
juntaran dinero y se lo dieran a los de Boca. Del otro lado, también
hubo lugar para la especulación. Los seis jugadores de Almagro
que pertenecen a San Lorenzo percibieron esta semana parte de la
deuda que el club mantiene con ellos, para garantizar que los futbolistas
se esforzaran para quitarle algún punto a River.
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El
regreso de Seba Battaglia
Los
hinchas de Boca festejaron ayer el regreso del volante Sebastián
Battaglia, quien ingresó en el segundo tiempo por José
M. Calvo. Battaglia no jugaba desde el 6 de diciembre de 2000, cuando
ante Independiente sufrió la rotura del ligamento cruzado de
su rodilla derecha. Aunque se lo vio falto de fútbol y lejos
de su nivel, el volante corrió y se movió con bastante
soltura, aunque trató de no trenzarse en la excesiva fricción
de la marca. Carlos Bianchi charló con él al borde del
banco de suplentes y fueron evidentes las muestras de cariño
del técnico para el jugador. Por otra parte, Bianchi se mostró
conforme con el rendimiento del equipo y opinó que la derrota
fue obra de la casualidad. Hoy tengo que decir que Boca perdió
por casualidad, por una jugada desafortunada. Pero me siento satisfecho
porque los chicos le jugaron al puntero de igual a igual. |
Aliento
boquense para ganar
Una
de las cuestiones que quedó dilucidada de entrada fue la postura
de los hinchas de Boca con respecto a la actitud que debían
asumir sus jugadores en el partido de ayer. Si bien no había
muchos (la popular visitante estaba a un 60 por ciento), muy rápido
se encargaron de refutar las especulaciones. Esta tarde/ cueste
lo que cueste/ esta tarde tenemos que ganar, cantaron cuando
el equipo salió a la cancha. Es claro que los que se acercaron
al Nuevo Gasómetro querían una victoria, más
allá del eventual beneficio que le significaba a River. Del
otro lado, la gente de San Lorenzo copó sus sectores y mostró
un gran colorido. Además de los clásicos globos azules
y rojos en las populares, en la platea sur entregaron unos plásticos
para conformar una bandera gigante. Así, cuando el equipo salió
a la cancha, cada hincha levantó el color correspondiente para
dar un espectáculo similar al que se vio el sábado con
la hinchada del Real Madrid en el Santiago Bernabeu. |
OSCUROS
CON LA PELOTA
Santa
conformidad
Con
su victoria 1-0 ante Boca, San Lorenzo consiguió su noveno triunfo
consecutivo y está a sólo dos de igualar la mejor racha
de su historia, que la realizó entre la tercera y la decimotercera
fecha del campeonato de 1941. Sin embargo, la mayoría de los integrantes
del plantel reconoció que el equipo no rindió como en los
encuentros anteriores, más allá de resaltar la importancia
que tienen los tres puntos obtenidos, que le sirven para seguir en la
punta del Clausura.
Debo aceptar que estuvimos muy oscuros con la pelota, sintetizó
el técnico de San Lorenzo, Manuel Pellegrini. De esa manera, el
entrenador chileno explicó las dificultades que se le presentaron
a su equipo para vencer a la juvenil formación de Boca. Además,
Pellegrini negó que sus jugadores hubieran estado condicionados
por la goleada que había conseguido River. No sentimos presión
por el resultado de River porque nos preocupamos en no conocerlo,
remarcó el técnico, que además elogió la actitud
de su rival: Boca jugó con honestidad.
Lo que más conforme dejó al conductor de San Lorenzo fue
la solidez defensiva que mostró su equipo que, en definitiva, le
permitió quedarse con la victoria. Hubo mucha aplicación
en la marca y hay que remarcar que hace 5 partidos que no nos hacen goles.
No se puede ganar siempre por muchos tantos. Lo normal es jugar partidos
apretados como éste que salió ante Boca. En definitiva,
fue un partido equilibrado donde se consiguieron tres puntos muy importantes,
indicó Pellegrini.
Para el capitán Horacio Ameli, si bien el equipo no mostró
un gran rendimiento, la victoria es fundamental. No se jugó
bien, o al menos como lo veníamos haciendo. Fue un partido muy
duro. Estos muchachos de Boca juegan muy bien y serían titulares
en cualquier equipo. No tuvimos la contundencia de las fechas anteriores,
pero también sirve ganar así, con los dientes apretados,
comentó Ameli.
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