Por
Claudio Zlotnik
Si
los españoles no realizan un nuevo aporte de capital, Aerolíneas
dejará de funcionar en diez días. En diálogo
con Página/12 desde Madrid, Patricia Bullrich fue directa. La
empresa está desfinanciada. Por eso, lo primero que voy a plantear
es que necesitamos fondos frescos para la compañía. Lo necesario
para garantizar el normal funcionamiento, añadió.
La advertencia de la titular de la cartera laboral se produjo pocas horas
antes de retomar las negociaciones con las máximas autoridades
económicas de España y de la SEPI, el socio mayoritario
de Aerolíneas. En las primeras horas de esta mañana, Bullrich
y Domingo Cavallo se encontrarán con Rodrigo Rato, ministro de
Economía español, y con la cúpula del grupo estatal
que controla la compañía aérea. Por otra parte, Bullrich
aseguró a este diario que Economía depositará hoy
los 16,2 millones de pesos para abonar los salarios de abril, pero no
pudo precisar el día en que se efectivizarán los pagos.
Habrá novedades durante la semana, se limitó
a decir.
El viaje de Bullrich y Cavallo a Madrid se decidió a mediados de
la última semana, cuando la SEPI informó que no pondrá
un peso más en Aerolíneas y que los sueldos de los 7000
empleados de la empresa dependían de que el Estado argentino cumpliera
su parte en la capitalización de la compañía. En
ese momento, Bullrich, Cavallo y el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo,
pusieron rápidamente en marcha varias medidas para evitar un agravamiento
en la crisis de Aerolíneas.
u Se decidió efectuar un aporte de 16,2 millones de pesos para
pagar los salarios del mes pasado, correspondientes a los pagos que el
Gobierno debía realizar entre este año y el próximo
para capitalizar la empresa. En total, el aporte del Estado argentino
debe alcanzar los 32 millones, del cual sólo restan 7,8 millones
a pagar en el 2003.
u A su vez, Fernando de la Rúa firmó un decreto por el cual
se desregula la prestación de los servicios de rampas en los aeropuertos
y se rebaja la tasa aeroportuaria que cobra la Fuerza Aérea. Por
otro lado, se sancionaría un nuevo marco regulatorio para postergar
el acuerdo de cielos abiertos que se negocia con los Estados
Unidos.
Ambos puntos formaron parte del acuerdo firmado en octubre de 2000 entre
el Gobierno y la SEPI. Nosotros ya cumplimos con nuestra parte.
Ahora les toca a los españoles cumplir con la suya: hacer el aporte
de capitales, apuntó Bullrich a Página/12, minutos
antes de que en Madrid fuera medianoche.
¿A cuánto debería ascender ese aporte? preguntó
este diario a la ministra.
Es lo que vamos a discutir mañana (por hoy). Debemos evaluar
el monto en conjunto. Lo que sí puedo decir es que tendrá
que ser el dinero necesario para que la empresa pueda seguir funcionando
con normalidad. Si los españoles no inyectan fondos frescos, Aerolíneas
dejará de funcionar en diez días. La empresa está
desfinanciada.
Hasta ahora, la SEPI mostró poca predisposición para
llegar a un acuerdo. ¿Cree que esta vez será distinto, y
usted y Cavallo lograrán convencer a los españoles?
Supongo que ellos nos plantearán que todavía quedan
dos gremios (APA y APTA) sin rubricar los acuerdos laborales. A partir
de ahí, veremos cómo sigue la negociación. Yo espero
confiada.
Justamente, en la delegación oficial que viajó a Madrid
se encuentra Ricardo Cirielli, el secretario general de la Asociación
de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), uno de los dos sindicatos
más intransigentes. Del otro lado de la mesa, además de
Rato, se sentará Emilio Cabrera, presidente ejecutivo de Aerolíneas.
Si bien Bullrich se negó a hablar de números, la nueva capitalización
que se le reclamaría a la SEPI rondaría los 200 millones
de dólares. Desde que se firmó el acuerdo de octubre, el
grupo español capitalizó Aerolíneas en 600 millones
de dólares (200 millones por pérdidas de la empresa yotros
400 millones que sirvieron para cancelar deuda que la propia Aerolíneas
mantenía con la SEPI y con un grupo de bancos). Pero lo cierto
es que nunca hubo inyección de fondos frescos. Para cumplir con
su parte, la estatal española emitió nuevas acciones de
la empresa aérea. Por otro lado, se había comprometido a
no echar personal, algo que finalmente incumplió enviando telegramas
de despido a 450 empleados.
Si hoy la SEPI asegura la viabilidad de la empresa, inyectando fondos
frescos, la situación podría retrotraerse a la de hace diez
días, cuando seis de los siete gremios habían aceptado discutir
sus convenios laborales a cambio de que no haya despidos durante los próximos
dos años. El plan Director de la SEPI de salvataje de Aerolíneas
incluye el saneamiento financiero de esa empresa y de Austral, endeudadas
en 926 millones de dólares y que en conjunto registran pérdidas
anuales de 300 millones.
|