El
famoso guitarrista Eric Clapton anunció que no volverá a
realizar giras ni grandes actuaciones en vivo, bajo la certeza de que,
en lugar de disfrutarlas, las sufre. Clapton, que tiene 56 años
y está por ser padre por tercera vez, explicó que no tiene
pensado dejar de grabar discos a la brevedad, pero dio a entender que
también esa rutina lo tiene cansado.
La prensa anglosajona cree que Clapton, que atravesó todas las
etapas de la vida de una estrella de rock, desde el alcoholismo hasta
el abuso de drogas, quiere cambiar de vida ante el inminente nacimiento
de su tercer hijo. Su novia estadounidense Melia McEnery, de 25 años,
a la que conoció hace dos años en una fiesta en Los Angeles,
dará a luz el mes que viene en su casa de Columbus, Ohio.
El músico, que tiene una hija, Ruth, fruto de una breve relación
con una asistente de estudio, atravesó hace diez años el
momento más duro de su vida con la muerte de su hijo Conor, que
tenía cuatro años, al caerse del piso 53 de un rascacielos
en Nueva York. En la escala estadounidense de su actual gira mundial,
Clapton dijo en una entrevista para la edición internacional de
la revista Rolling Stone: Esta es definitivamente la última
vez que salgo de gira. Es duro. Ya no me divierte.
El show de la actual gira abarca, en 21 canciones, una retrospectiva de
su carrera desde que se unió a The Yardbirds en 1963. El Reptile
Tour, el primero que realiza Clapton por todo el mundo en diez años,
comenzó en Londres hace tres meses. Según su contrato con
Warner, Clapton aún debe grabar al menos dos discos más.
Según dijo a Rolling Stone, el guitarrista tiene dos proyectos
en mente: una colaboración con el grupo Impressions, con el que
trabajó por primera vez tras la muerte de su líder, Curtis
Mayfield, a fines de 1999, y concretar un disco de rock y blues con
sentimiento.
Clapton tocó en la Argentina sólo una vez, a principios
de la década del 90, en el estadio de River Plate, en una
visita a Buenos Aires de la que se llevó un recuerdo imborrable:
un romance con una joven moza de uno de los restaurantes en que estuvo,
en general, en busca de las míticas bondades de la carne local.
El romance prosperó por algunas semanas la joven partió
junto a él rumbo al Primer Mundo, pero se diluyó al
cabo de algunos meses.
El guitarrista al que en Inglaterra sus fans apodaban Dios
en los tempranos 70 vino aquella vez a Buenos Aires a presentar
el disco Journeyman, pero aprovechó para tocar algunos clásicos
de su repertorio, entre ellos Cocaine, tema de J.J. Cale cuya
difusión estuvo prohibida en la Argentina durante la dictadura
militar. Unos meses después, luego de la muerte de su hijo, la
canción Tears in Heaven, grabada en un unplugged, puso
a Clapton otra vez en el centro del negocio musical.
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