Por Victoria Ginzberg
El (Ejército) de
Hoy, tras largos años de preservar la paz y contribuir al progreso
de la Nación, tubo (sic) nuevamente que emplear las armas para
combatir exitosamente la agresión artera e inhumana de un enemigo
interno al servicio del más despótico de los imperialismos,
el marxismo internacional que a través de acciones terroristas
sin límites trató de sojuzgar a nuestra sociedad.
El discurso parece haber sido rescatado de un cajón después
de veinticinco años. Pero fue leído ayer en las dependencias
de la Obra Social del Ejército (IOSE) como homenaje a nuestra
amada Fuerza y muy especialmente a los que ofrendaron sus vidas en cumplimiento
del deber. Así se completó la conmemoración
del Día del Ejército, que el presidente Fernando de la Rúa
y el general Ricardo Brinzoni eligieron pasar con el dictador Leopoldo
Fortunato Galtieri y el ministro de Interior de la última dictadura,
Albano Harguindeguy.
No se trata ya de una reivindicación velada, sino como expresó
el diputado socialista Alfredo Bravo, de una provocación,
una afrenta a la memoria de las miles de víctimas de la dictadura
militar y una ofensa a la ciudadanía que reclama Verdad
y Justicia. La lectura de este mensaje fue denunciada por el legislador
y copresidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH),
quien reveló que fue leído en todas las dependencias del
IOSE por orden de las autoridades del organismo. El Director del Instituto
es el general de División Alfredo José Noberasco.
En el Ejército confirmaron la existencia y lectura del discurso
aunque afirmaron que fue difundido sólo en el IOSE y no en todas
sus reparticiones hospitales, farmacias, hoteles. Estamos
haciendo averiguaciones para determinar la veracidad de ese mensaje y
las causas, dijeron en el Edifico Libertador. Sin embrago, cuando
Página/12 preguntó si la investigación se hacía
para aplicar sanciones, en el Ejército repitieron que hay
que determinar la veracidad y la causa. ¿Qué causa
podría justificar la lectura de este mensaje? Eso no fue explicado.
Entendemos que no se trata de un error o un descuido de quienes
redactaron y autorizaron la difusión de este mensaje sino que forma
parte de los continuos intentos, promovidos por Brinzoni, de eludir las
responsabilidades de esa fuerza en el terrorismo de Estado expresaron
los diputados Bravo, Jorge Rivas, Oscar González, Héctor
Polino, Juan Domingo Zacarías, Fernando Canteros y Marcela Bordenave,
quienes presentaron un proyecto para pedir explicaciones al Poder Ejecutivo.
El mensaje leído en el IOSE reivindicaba el Ejército
de Ayer y de Hoy. El primero decía el discurso
dejó en bronce grabado nombres de innumerables combates y
batallas en donde sus hombres intervinieron con valor y valentía
y el de hoy es el que luchó contra el marxismo
internacional. Porque el Ejército de hoy no puede ni
debe ser el mismo que se amparó en las sombras para cometer crímenes
que repugnan la conciencia individual es necesario que su actual jefe
sea removido inmediatamente del cargo, expresó Bravo sobre
Brinzoni, que fue denunciado penalmente el lunes por el Centro de Estudios
Legales y Sociales por su responsabilidad en la masacre de Margarita Belén.
CAMARISTAS
ANTE LA MAGISTRATURA
Marcha atrás del Consejo
Por V.G.
Confieso que estoy un
poco sorprendido por haber sido citado por una denuncia de (Santiago)
Cruciani, en una causa que todavía está abierta, aseguró
Augusto Fernández, camarista federal de Bahía Blanca, ante
los miembros de la comisión de acusación del Consejo de
la Magistratura. El juez concurrió ante ese organismo junto con
su colega Angel Argañaraz. Habían sido convocados por haber
dispuesto el arresto del ex suboficial del Ejército Santiago Cruciani,
quien se había negado a declarar en la causa en que se investiga
el destino de los desaparecidos en el V Cuerpo de Ejército. Ante
las explicaciones de los magistrados, los miembros del Consejo archivarían
el expediente.
Los miembros de la Cámara Federal de Bahía Blanca no tendrán
más complicaciones en la Magistratura. De hecho, los miembros de
la Comisión de Acusación resolvieron suspender la citación
de los otros dos camaristas Luis Alberto Cotter y Ricardo Emilio
Planes previstas para la semana que viene. Pero los jueces no evitaron
expresar su disgusto por tener que concurrir al organismo que evalúa
la tarea de los magistrados a causa de una denuncia realizada por un represor
de la última dictadura militar. Fernández y Argañaraz
explicaron técnicamente por qué citaron a Cruciani conocido
como El Tío en el centro clandestino La Escuelita como testigo
en el juicio por la Verdad y por qué ordenaron su detención
cuando el ex suboficial se negó a declarar. Este hombre no
declaró porque se le dijo que no declare, aseguró
Argañaraz en alusión a las visitas del secretario del Ejército,
Eduardo Alfonso, a los militares que fueron arrestados por negarse a testificar
en los juicios por la Verdad. En el mismo sentido, Fernández expresó
que la denuncia fue movida por intencionalidad. El escrito
presentado por la mujer de Cruciani demuestra que el objetivo de los militares
era planificar una estrategia conjunta, ya que la denunciante argumenta
que la Cámara Federal pretendía reafirmar su autoridad
frente a militares que serían citados en un futuro.
Actualmente el juicio por la Verdad de Bahía Blanca está
paralizado a causa de un conflicto planteado entre ese Tribunal y la Sala
IV de la Cámara de Casación que tiene que resolver la Corte.
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