Por primera vez, y desde su
Chaco natal, la diputada Elisa Carrió admitió que será
candidata a presidente en el 2003. Eso sí, puso como condición
previa que en las encuestas esté como hoy, es decir
como la dirigente política de mejor imagen. La posibilidad de una
candidatura presidencial de Lilita inquieta a más de uno dentro
de la Alianza, sobre todo por la fuga del voto progresista que podría
significarle. Lo que no queda claro, tal vez ni siquiera para la propia
Carrió, es a través de qué partido se postularía,
si por la Alianza o por su fuerza, el ARI. Y si esa ambición presidencial
tendrá una escala previa en las elecciones legislativas de octubre.
Si estoy como hoy seguramente voy a ser candidata, admitió
Carrió en Resistencia, hasta donde fue para acompañar a
las autoridades del CELS que realizaron una presentación judicial
por la masacre de Margarita Belén. La diputada rebelde, igual,
añadió: No sé lo que puede pasar mañana
porque la legitimidad depende de la representación y uno se la
tiene que ganar todos los días.
Uno de los dirigentes que acompaña a Carrió en el ARI, el
diputado socialista Jorge Rivas, admitió que la candidatura presidencial
de Lilita era una de los objetivos de la fuerza en el mediano plazo.
Antes, tratarán de lanzar el movimiento en todo el país.
Por ejemplo, el 8 de junio ya estaba previsto que el ARI haga su acto
fundacional en el Chaco, la provincia de Carrió. A propósito,
la diputada descartó cualquier posibilidad de candidatearse en
su territorio dado las diferencias que mantiene con el gobernador Angel
Rozas, de quien fue muy amiga hasta que llegó a la gobernación.
Luego sus caminos tomaron distinto rumbo y hoy son prácticamente
enemigos. No integré listas ni me senté a analizar
candidaturas porque tengo diferencias muy profundas respecto del control
de la corrupción en el Chaco, disparó ayer Carrió.
Dentro de la Alianza, más que el 2003 les preocupa lo que hará
la diputada chaqueña en los próximos meses ya que piensan
que, según del lado que se ubique, puede llegar a inclinar la balanza.
Cerca del ex presidente Raúl Alfonsín aseguraban que Carrió
apoyaría su candidatura a senador en la provincia de Buenos Aires
mientras que en la Capital sostendría al socialista Alfredo Bravo,
que llevará la sigla del ARI. Sin embargo, en el ARI respondían
que ellos también tendrán lista propia en la provincia y
que, sin dudas, Carrió participará de su campaña
proselitista.
Además, en esa fuerza aún no descartan que Lilita acepte
ser la primera candidata a senadora en la Capital. Pese a que la diputada
encabeza por lejos las encuestas de imagen en el distrito porteño,
hasta ahora se niega a postularse. Es que Carrió tiene un problema
político: si es candidata de la Alianza se diluirá el perfil
opositor que moldeó a través de acalorados debates en el
Congreso, pero si va por el ARI será expulsada del radicalismo.
Ella sabe que si quiere ser presidenta necesita una estructura nacional
como la de la UCR, ¿para qué va ir por afuera si no tenemos
ningún candidato fuerte adentro?, razonaba un dirigente radical
que suele tener participación en las estrategias partidarias.
Por ahora, Carrió sólo responde que no será candidata
mientras continúe su labor como titular de la comisión de
lavado de dinero, una tarea a la que promete dedicarle sus mayores esfuerzos.
Nada dice qué decisión tomará en caso de que la comisión
dé por finalizada su labor. Un dirigente cercano, consideraba muy
difícil que Lilita se resista a un seguro y resonante triunfo
en la Capital en octubre, inmejorable trampolín para las ambiciones
presidenciales en el 2003 que ayer blanqueó.
Y mientras piensa, Carrió continúa ganando adhesiones. Al
compás de sus últimas declaraciones, cada vez son más
quienes dentro del Frepaso piensan que Carlos Chacho Alvarez
imagina una eventual nueva alianza con Lilita como emblema. Chacho
quiere ser vice de Lilita en el 2003. A nosotros en privado nos dice otra
cosa, pero cuando habla en público esa idea queda transparente,
decía un importante referente frepasista que hasta hace poco hablaba
diariamente con Chacho.
TRES
CONSULTORES OPINAN SOBRE LILITA
Una imagen en construcción
Las declaraciones de Elisa Carrió
desde el Chaco no pasaron desapercibidas para los encuestadores argentinos;
la mayoría de ellos consideró que la diputada tiene una
excelente imagen y aún no llegó a su techo, pero recordaron
que todavía es una figura en construcción. A
continuación, las opiniones de los encuestadores sobre Lilita:
u Artemio López (Consultora Equis)
En un país tan volátil no puede predecirse qué
va a pasar de acá al 2003. Si Cavallo logra modificar este panorama
recesivo, el escenario cambia drásticamente. Ahora, si esto sigue
como hasta ahora, se abren alternativas para nuevas opciones, entre las
cuales puede estar Carrió.
Ella tiene la imagen más alta entre la dirigencia política,
principalmente en los centros urbanos. Pero hay que remarcar que no es
lo mismo imagen que intención de voto. Por ejemplo, el menemismo
es pésima imagen, pero muchos votos. Carrió tiene una imagen
muy alta, pero para que se traduzca en votos deberá tener una estructura,
proyectos, opiniones sobre temas puntuales, especialmente en temas económicos.
Otra cosa interesante que pasa con Carrió es que su imagen
aumenta con el nivel de ingresos. Responde en cierto sentido al patrón
de votante de la Alianza en 1997. Su fuerte en los sectores medios altos
tiene que ver con que son los sectores en donde una figura mediática
como la de ella impacta más. Entre los sectores populares no tiene
mala imagen, sino que hay mucha indefinición sobre ella. De todos
modos, la figura de Carrió aún tiene mucho por desarrollar.
No llegó a su techo.
u Rosendo Fraga (Centro de Estudios Unión por una Nueva Mayoría)
La crisis del Frepaso, representada por el desgaste de Graciela
Fernández Meijide y por la renuncia a la política de Carlos
Chacho Alvarez, deja un espacio político vacío
en el campo del progresismo argentino, o de la centroizquierda. Carrió
tiene condiciones para llenar ese espacio y para recuperar las ansias
de renovación política que la clase media puso en la Alianza
en 1999.
Pero Carrió va a tener que demostrar que no sólo es
eficaz en la oposición, sino que tendrá que mostrarse como
una alternativa eficaz en el Gobierno, como no lo pudo ser el Frepaso.
Además, deberá tener un discurso hacia los sectores populares,
cuyas urgencias pasan por el tema de la inseguridad y el tema del desempleo.
Si Carrió resuelve lo que el Frepaso no pudo, puede ser una alternativa
válida. Hoy por hoy, el fuerte de Carrió son los sectores
medios, como pasaba con la Alianza.
u Graciela Römer (Graciela Römer y Asociados)
`Lilita forma, junto a Carlos Ruckauf y a Domingo Cavallo,
el trío de políticos con mejor imagen. Carrió coincide
con Ruckauf en tener una muy buena imagen positiva y una alta intención
de voto, lo que no pasa con Cavallo. Es interesante, porque Carrió
representa para la opinión pública la voluntad de la lucha
contra la corrupción, Ruckauf la sensibilidad social típica
de líder peronista, y Cavallo el eficientismo económico.
Los tres tienen perfiles distintos y complementarios, y representan las
demandas prioritarias de la sociedad.
La de Carrió es una imagen en construcción; este marco
es propicio para una elección a un cargo legislativo, pero para
competir por un cargo ejecutivo se requieren más virtudes. Carrió
fue creciendo en sectores medios y medios altos, pero en los últimos
años su imagen fue consolidándose también en los
sectores medios bajos, sobre todo en aquella clase llamada como `nuevos
pobres. Pero Carrió es una figura aún en construcción,
y recién ahora, con la conformación del ARI (Argentinos
por una República de Iguales), empieza a recorrer otro tramo.
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