Por Irina Hauser
La Oficina Anticorrupción
(OA) investiga posibles maniobras espurias en la licitación para
la realización del Censo de Población, Hogares y Vivienda
programado para este año. La empresa alemana Siemens, a la que
el Gobierno le anuló el contrato multimillonario para la emisión
de los nuevos DNI, es una de las dos postulantes a ganar el contrato.
Compite contra un grupo de empresas que integra una de sus aliadas, la
firma Boldt, a la que había subcontratado para imprimir los documentos.
En la Unión Argentina de Proveedores del Estado (Uape), que impugnó
el proceso de selección, dicen que el pliego de condiciones violó
las normas armando un concurso a medida de unas pocas megacompañías
y excluyendo a las pymes. Sostienen, además, que el Estado pagará
de este modo unos diez millones de pesos de más. Todo hace pensar
que el relevamiento, que estaba anunciado para octubre, sufrirá
una nueva postergación.
Entre los papeles que estudia la OA, desde que la semana pasada decidió
dar curso a una investigación, hay un dictamen que firmó
el 15 de mayo el ministro de Economía, Domingo Cavallo. Ese documento
dice que como varias áreas del Instituto Nacional de Estadística
y Censos (Indec) encargado del relevamiento no objetaron el
concurso y que la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa
(Sepyme) dio vía libre para que el propio instituto decida, él
debía rechazar los reclamos de Uape. Lo que no aclara el ministro
es por qué pasó por alto el contenido de un dictamen de
la Subsecretaría de la Gestión Pública de la Jefatura
de Gabinete, firmado por Gabriel Pujol y Alejandro Val a mediados de diciembre,
plagado de críticas al modo en que se pretende hacer el convenio
y que fue entregado por los denunciantes a los investigadores de la OA.
Cavallo parece al menos consecuente con la postura que tuvo al defender
el contrato con Siemens para los DNI, una jugada que lo enfrentó
con el ministro del Interior, Ramón Mestre, y con el titular de
la Sindicatura General de la Nación (Sigen), Rafael Bielsa. Mestre
y Bielsa criticaron el acuerdo de más de 1000 millones de dólares
favorable a los alemanes y ganaron en la pulseada ya que el Poder Ejecutivo
terminó rescindiéndolo hace diez días. En el capítulo
censo, Mingo recicla sus frentes de tormenta: el titular de
la Sepyme, Enrique Martínez, advirtió en enero que vería
con agrado que las pymes pudieran participar en la licitación
dando cumplimiento al Reglamento para la Adquisición, Enajenación,
y Contratación de Bienes y Servicios del Estado; la jefatura
de Gabinete, a cargo de Chrystian Colombo, tampoco comparte argumentos
con Cavallo; la OA investiga, y la Sindicatura ahora va en la misma dirección.
La Sigen el organismo de control interno de los negocios del Estado
recibió tantos reclamos por el censo, que sus directivos resolvieron
adelantar una auditoría sobre la licitación con el fin de
determinar si el concurso está bien hecho sino y si el Estado puede
perder plata, anunciaron a Página/12 funcionarios de la Sigen.
Aunque este organismo sólo se pronuncia una vez celebrado un contrato,
esta vez anticipará su tarea. Como están las cosas
el censo difícilmente pueda concretarse el 27 y 28 de octubre como
anunció el Indec, dicen los voceros. No sería la primera
postergación: en realidad se debió haber hecho en 2000.
El censo costará unos 100 millones de pesos, según vienen
calculando en el Gobierno. El llamado a concurso, que el Indec recién
hizo en enero de este año, convocó empresas para hacerse
cargo del servicio de impresión de cuestionarios, del acopio, captura
y procesamiento de datos, del equipamiento informático y de comunicaciones,
del acondicionamiento del espacio físico que se usará y
de proveer lápices, gomas y sacapuntas.
A la convocatoria se presentaron tres uniones de empresas: Casa de la
Moneda y Boldt Impresores S.A, la firma que había subcontratado
Siemens para imprimir los DNI; Impresora Internacional de Valores (Ivisa)
y Siemens-Itron; Unisys y Ramón Chozas S.A. Esta última
quedó eliminada ya con la apertura del primer sobre, donde figuran
los datos de cada empresa,por errores en su presentación. Casa
de la Moneda una sociedad del Estado también fue cuestionada,
pero no está fuera de juego, por lo menos todavía. El segundo
sobre, donde figuran las ofertas económicas, aún no fue
abierto. La firma ganadora se llevaría, por la parte del trabajo
que le tocará, por lo menos entre 25 y 30 millones de pesos.
En la OA, le tomaron declaración a Daniel Argüello, el gerente
de Uape, quien dijo que sus reclamos coinciden con las observaciones de
los expertos de la Jefatura de Gabinete. Y mostró el dictamen de
Gestión Pública que cuestionó que se concursara por
tantos rubros distintos en una misma licitación ya
que la contratación individual permitirá optimizar
el nivel de precios. Ese texto defiende también la participación
de los oferentes nacionales, critica que se anticipe el pago
de los productos y servicios, en algunos casos hasta en un cincuenta por
ciento porque así el trabajo de las empresas es financiado
por el Estado. Y alerta: No se ha encontrado en las especificaciones
del pliego la matriz de evaluación con la cual se evaluarán
las ofertas.
Los proveedores del Estado redoblan la queja: aseguran, en palabras de
Argüello, que la licitación está armada para
una sola empresa. Entre las requisitos para concursar se pide
un sólo proveedor que tenga un ingreso anual de al menos 50 millones
en los últimos dos años, un capital mayor a 10 millones
y que haya hecho un censo en algún lugar del mundo. Es obvio: no
hay opciones y las PyMEs quedan afuera, explica.
El futuro del censo, ni el director del Indec, Héctor Montero,
lo sabe. El proceso de licitación tendría que haber
terminado, pero con tantas impugnaciones se ha ido postergando,
dijo consultado por este diario.
¿Qué piensa del planteo de Uape?, le preguntó
Página/12.
No puedo dar detalles del procedimiento. Estamos trabajando para
que el censo se haga cuando estaba previsto eludió.
Argentina sigue por ahora sin saber cuántos habitantes tiene, cuántos
tienen casa y cuántos no, cuántos cuentan con servicios
públicos, un diagnóstico imprescindible de las condiciones
de existencia de un país. El problema de identidad que pareció
sorteado con el asunto de los DNI, reaparece con los problemas del censo,
y con los mismos protagonistas.
Los reclamos de las
pymes
La Unión de Proveedores del Estado (UAPE) hizo reclamos
ante el Indec, la Oficina Anticorrupción, la Sigen y la Auditoría
General de la Nación:
Dicen que la licitación
convocó a una única empresa para una variedad
muy grande de ítems. Esto es lo que se conoce como
la modalidad de un sólo renglón. Sin embargo,
advierten, la ley exige que los bienes y servicios a contratar
se agrupen por renglones afines o de un mismo rubro comercial.
Cuestionan que la misma firma que, por ejemplo, se hace cargo del
hardware y el software provea los lápices.
Advierten que el pliego
viola las normas que exigen facilitar la participación
de las pymes en las compras y contrataciones del Estado. Me
indigna el doble discurso del Gobierno: dicen resolver la desocupación
fortaleciendo a las pymes, y en la primera oportunidad que tienen
para darles cabida no lo hacen, protestó Daniel Argüello,
gerente de UAPE.
Uape pidió, además,
que se revoque la licitación porque, dicen, está
dirigida hacia un determinado interesado u oferente.
Y estiman que el Estado, si sigue adelante, perderá unos
10 millones de pesos.
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