Por Laura Vales
Los diputados de la comisión
investigadora de lavado de dinero empezaron a identificar, dentro de la
maraña de datos de las cajas enviadas por el Senado norteamericano,
los primeros movimientos bancarios sospechosos de constituir maniobras
de lavado o evasión impositiva. Revisando los movimientos de fondos
que realizaron el Federal Bank y el Banco República de Raúl
Moneta se toparon con autopréstamos millonarios de
la papelera Alto Paraná, una de las empresas donde el CEI, que
también presidió Moneta, hizo sus primeras inversiones.
Los créditos, según coincidieron tres integrantes de la
comisión, son muy numerosos y movieron cada uno cifras
de entre medio millón y un millón de dólares, en
operaciones que ahora están bajo sospecha de haber sido fraguadas.
Ayer la comisión decidió utilizar el Excalibur como programa
básico para cruzar todos los datos de la investigación y
poner al frente del trabajo a Víctor Fogelman, el comisario que
estrenó ese programa en la investigación del caso Cabezas.
Fogelman va a trabajar con su propio equipo de técnicos y la intención
de los diputados es que esos técnicos manejen información
ya encriptada, como un resguardo para evitar filtraciones. En la comisión
se hablaba de usar una clave de 16 dígitos para desclasificar la
información, que sólo conocerán Elisa Carrió
y un grupo reducido de diputados.
El procesamiento de las miles de planillas contenidas en las ocho cajas
de documentación y el entrecruzamiento de los datos podría
realizarse con mucha más rapidez de la que se preveía en
principio. Los especialistas de la Universidad Tecnológica Nacional
(UTN), encabezados por Ariel Garbarz, explicaron a los diputados que si
se usa un escaner de última generación de la UTN toda la
información se puede cargar en 48 o 72 horas.
Indicaron también que no será necesario diseñar un
software especial, sino que se puede usar directamente el sistema Excalibur.
Garbarz respaldó a Fogelman como el hombre indicado para monitorear
el proceso, y el comisario retirado, que estaba presente en la reunión
como asesor del diputado cavallista Franco Caviglia, fue aprobado sin
discusiones.
Vendrán días de mudanza: ahora todos los papeles serán
trasladados a la UTN para ser escaneados. Carrió quedó en
encargarse de coordinar con la Universidad el día para realizar
el traslado, dado que la UTN deberá suspender para eso un trabajo
que está haciendo con el INDEC para dejar disponible el `scaner`.
Los diputados más entusiasmados hablaban, con todo, de poder terminar
todo el proceso esta semana para empezar a usar el Excalibur la que viene.
Se espera que simultáneamente empiecen a llegar copias de los 25
expedientes judiciales que se pidieron para cruzarlos con la documentación
de las cajas.
Con el Excalibur en funcionamiento y viento a favor, un primer informe
podría ser conocido en 20 días. Los legisladores ya empezaron
a trabajar organizados en pares: la radical Margarita Stolbizer, por ejemplo,
lo hará con Daniel Scioli (PJ); Carrió con Graciela Ocaña
(Frepaso) y Cristina Kirchner con Caviglia. Divididos así, cada
par con la mirada puesta en los movimientos bancarios de un año,
encontraron las transferencias de Alto Paraná. La empresa ya había
sido señalada en el informe que Gustavo Gutiérrez y Carrió
llevaron al subcomité del Senado Norteamericano, en el que alertaron
sobre la existencia de un circuito de dinero negro que vincula a las privatizaciones
del menemismo con los bancos de Raúl Moneta y el crecimiento del
CEI.
Denuncia contra Becerra
El periodista Juan Gasparini entregó ayer a la comisión
investigadora del lavado documentación sobre una cuenta abierta
en Suiza por el procurador general Nicolás Becerra. El nombre
del jefe de los fiscales ya había sido vinculado a la investigación
sobre lavado de dinero; según aseguró Elisa Carrió,
aparece en los extractos bancarios que ahora estudia la comisión,
que debe deslindar si se trata o no de un homónimo.
La existencia de esa cuenta de Nicolás Becerra en Suiza
ya ha sido notificada por mí ante el juez Claudio Bonadío,
señaló Gasparini en una carta con la que acompañó
la documentación. La denuncia fue formulada en la causa en
la que se investiga la apropiación indebida de bienes de
los desaparecidos realizada durante la dictadura desde la ESMA,
y en la que son investigados Eduardo Massera y Alfredo Astiz.
La cuenta de Becerra en la banca suiza se llamó Naranja
y se abrió en Credit Suisse, indicó Gasparini,
quien agregó que en la Justicia suiza hay disposición
a colaborar con la Argentina.
El periodista también aportó datos sobre la sociedad
uruguaya Seabrook, que vinculó al hijo del procurador, quien
habría sido representante de esa firma en la Argentina hasta
marzo pasado, dos meses después de que el nombre de la sociedad
apareciera mencionada en las investigaciones efectuadas por
el Senado de los Estados Unidos sobre lavado de dinero. Y
detalló que, según informaciones reunidas en su investigación,
la empresa fantasma Delbote, que habría sido una firma melliza
de Daforel, fue utilizada por el ex presidente del Banco Central
Aldo Dadone para repatriar secretamente parte del dinero de las
coimas que se pagaron por el contrato de IBM con el banco para su
informatización.
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DI
TULLIO PIDIO POSTERGAR SU INDAGATORIA HASTA HOY
Una pieza clave en el banquillo
Por L. V.
El empresario Nicolás
Di Tullio, acusado de haber actuado como testaferro y pieza central en
el lavado de dinero del narcotráfico mexicano, pidió postergar
su declaración indagatoria para hoy. Di Tullio fue detenido el
domingo después de permanecer prófugo durante siete meses.
Lo encontraron en Mar del Plata, en la esquina de donde funciona su empresa
inmobiliaria; fuentes de la investigación revelaron ayer que el
martillero, si bien había cambiado su aspecto dejándose
crecer el pelo y modificando su vestuario, continuaba haciendo negocios
en la zona. En los tribunales federales hay expectativas por lo que pueda
aportar, ya que Di Tullio fue quien operó en la primera línea
del proceso de lavado.
El fue quien tuvo trato permanente con los mexicanos y por lo tanto
el que sabe en detalle cuáles eran los nexos que usó el
cartel de Juárez para desembarcar en la Argentina, además
de cómo se decidió la mejor manera de traer el dinero a
la Argentina para lavarlo, señaló ayer uno de los
investigadores judiciales.
Al margen de los casi doce millones de dólares que entraron a través
de cuentas en Mercado Abierto, en la causa judicial hay indicios de que
el Cartel ingresó fondo al país en efectivo, usando valijas
y vuelos aéreos. Hay testigos que contaron que una de las rutas
más frecuentes usaba como escala a Santiago de Chile.
Ayer, en los pasillos de Comodoro Py, a Di Tullio se lo vio abatido. La
Gendarmería lo trasladó a las 10 de la mañana desde
el Escuadrón Buenos Aires. El empresario se desesperó cuando
lo enfocaron y trató todo el tiempo de ocultar su cara.
En la causa hay un segundo preso, Angel Salvia, que fue administrador
de las propiedades que el cartel de Juárez adquirió en la
costa. El tercero de los investigados, Aldo Ducler, alega haber mantenido
contactos ocasionales con los mexicanos.
Di Tullio no podrá recurrir al mismo argumento que Ducler: durante
1997 y parte del 98, recibió en dos cuentas a su nombre casi
12 millones de dólares de los narcos mexicanos y les consiguió
propiedades y estancias donde invertirlo. Su testimonio, que será
tomado por el juez Rodolfo Canicoba Corral y los fiscales Gerardo Di Massi
y Jorge Dahl Rocha, puede cambiar la suerte de su viejo amigo Ducler,
ex secretario de hacienda de la última dictadura y ex asesor económico
de Palito Ortega.
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