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“No tenía por qué saber que la
plata provenía del narcotráfico”

Di Tullio prestó indagatoria y negó haberse enterado de que los mexicanos que le dieron plata para invertir tuvieran relación con el cartel de Juárez. Habló seis horas pero dejó muchas dudas.

Nicolás Di Tullio fue dos veces a Comodoro Py, el martes para una audiencia suspendida y ayer.

Por Laura Vales

“Para mí eran nada más que inversores con los que podía hacer buenos negocios. No sabía que los mexicanos estuvieran vinculados al cartel de Juárez, ni que el dinero proviniera del narcotráfico. No tenía por qué preguntar de dónde salían los fondos.” Este fue, de acuerdo a fuentes judiciales, el argumento central que desplegó ayer el empresario inmobiliario Nicolás Di Tullio al ser interrogado en la causa que investiga el lavado de dinero del narcotráfico mexicano. Di Tullio declaró durante más de seis horas y se mantuvo en línea con la estrategia de Aldo Ducler y los directivos de Mercado Abierto. Quedó detenido y dejó en los investigadores la impresión de que varios puntos centrales quedaron sin explicación.
En la causa está probado que el cartel de Juárez lavó, en operaciones de las que participó Di Tullio, cerca de doce millones de dólares. Esos fondos ingresaron al país en 1997, a través de dos cuentas que el empresario abrió en Mercado Abierto. Con ese dinero se compraron campos, hoteles y casas en Mar del Plata y la zona de la costa.
Todavía no se sabe cómo desembarcaron los mexicanos en la Argentina y de qué manera armaron la red para el lavado de dinero. La versión que ayer dió Di Tullio ante el secretario Sergio Etchegaray y el fiscal Jorge Dahl Rocha es que los “inversores” se contactaron primero con él (es decir, no con Ducler) y que ocurrió casi de casualidad. El empresario aseguró que una persona entró a su inmobiliaria en Mar del Plata como un cliente más, y que después de un contacto inicial le mencionó que conocía a unos mexicanos que estaban interesados en comprar campos. Di Tullio dice que no recuerda más que el nombre de pila del hombre que llevó a las personas con las que cerraría negocios por doce millones. Y aseguró que fue él quien después los contactó con Mercado Abierto y quien de la misma manera tuvo la idea de abrir las cuentas bancarias a su nombre para recibir allí el dinero de los mexicanos.
“Nunca me interesó saber sobre el origen del dinero, ni sentí desconfianza” dijo a los funcionarios judiciales.
También detalló cómo fue consiguiendo inversiones para los mexicanos a través de su inmobiliaria, un negocio familiar que supo de décadas prósperas pero que en los últimos años venía tratando de reponerse de la quiebra. Para Di Tullio será mucho más difícil de defender su rol en las operaciones bancarias.
El detenido sostiene, por ejemplo, que desconocía los movimientos y el manejo de todo el dinero que pasó por las dos cuentas de Mercado Abierto en el Citibank de Nueva York, ya que se trataba de dinero que no le pertenecía y que en realidad administraban los mexicanos. Jura, entre otras cosas, que él se limitaba a “poner la firma” cuando era necesario y que toda su ganancia consistía en una comisión sobre la venta de los campos.
Los hombres designados por los jefes del Cartel de Juárez para cuidar sus negocios en la Argentina fueron dos: Jorge Iñíguez, un ex policía mexicano que terminó trabajando para el narcotráfico y Jaime Martínez Ayón. Di Tullio admite haber tratado con ellos, pero negó en cambio haber conocido a Amado Carrillo Fuentes, el jefe del cartel a quien llamaban el Señor de los Cielos, de quien se dice que murió en una operación de cirugía estética para cambiar sus facciones.
También desmintió haber mantenido un encuentro en el exterior con los mexicanos para definir cómo y de qué manera se lavaría el dinero. El agente inmobiliario dijo que en los últimos veinte años sólo salió del país dos veces, una para visitar Italia, su país de origen, y otra para viajar a Montevideo con permiso judicial.
En el expediente judicial dos testigos declararon que en realidad Di Tullio y su socio Angel Salvia conocían el origen del dinero. Uno es un testigo de identidad reservada; el segundo, un antiguo empleado delempresario inmobiliario. En los tribunales anoche no descartan que ambos deban enfrentarse ahora en un careo.

 


 

DENUNCIA DEL DIPUTADO CORCHUELO
Dos amenazas de muerte

El diputado del PJ de Chubut, José Corchuelo Blasco, y un empresario dueño de una radio de Puerto Madryn denunciaron ayer haber recibido amenazas de muerte vinculadas con sus declaraciones en contra del manejo del Banco del Chubut.
El martes, la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas (ARPA) denunció que en los contratos publicitarios con los medios locales el banco incorporaba una cláusula en la que obligaban a no difundir noticias cuestionando el desempeño de la entidad. Como es lógico, ARPA consideró esa cláusula un “atentado a la libertad de prensa”. Ayer, el propietario de LU 17 Radio Golfo Nuevo de Puerto Madryn, Héctor Castro, le pidió a la justicia que investigue una serie de amenazas de muerte por la difusión pública de cuestiones vinculadas al banco. Por su parte, Corchuelo Blasco también vinculó las amenazas telefónicas que recibió en las últimas horas con sus declaraciones públicas sobre la actitud de la entidad. “Estamos en manos de aquellos que hacen uso de las oportunidades que el Estado tiene para beneficios personales o de grupos”, sostuvo el legislador y añadió que “hay manejos pocos claros en la provincia”.

 

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