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Abajo el arancelamiento, arriba
un helado de crema y chocolate

Un militante universitario de Río Negro le puso un helado de bonete a Delich. Fue en una movilización contra el arancelamiento.

Delich, ex presidente de
la FUA, actualmente ministro.
Pasó un mal momento con los estudiantes de General Roca.

Por Elio Brat
Desde General Roca, Río Negro

Es el ministro más joven y –como militante universitario que fue– sabe que la protesta estudiantil suele ser enérgica y creativa a la vez. Pero seguramente Andrés Delich jamás soñó que –siendo ministro de Educación– un estudiante, en son de protesta, le pusiera un helado en la cabeza. Pero así ocurrió, ayer en esta ciudad. El motivo de la protesta, claro, el arancelamiento universitario.
Fue una copa repleta de helado, que pasó a oficiar de bonete de ministro al grito de “abajo el arancelamiento”. Un grupo de estudiantes pertenecientes a la Federación Universitaria del Comahue (FUC) decidió repudiar su presencia en esta provincia por considerarlo “el mayor personero del arancelamiento en la Universidad argentina”. Si bien el enojo de Delich fue muy grande –algunos aseguran que desafió a los estudiantes a que salieran afuera para tomarse a golpes– sus colaboradores lo retiraron del lugar sin que hubiera incidentes. Sólo la policía rionegrina, media hora después de los hechos, detuvo a unos quince universitarios que hasta las últimas horas de ayer se encontraban en la comisaría 21 de Roca.
El ministro llegó a Río Negro invitado especialmente por el rector del Instituto Universitario Patagónico de Artes (IUPA), Norberto Rajneri.
Luego de recorrer sus instalaciones, el ministro compartió un almuerzo de agasajo junto a las autoridades presentes. Al mismo tiempo, una columna de unos sesenta estudiantes decidió marchar desde la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales para repudiar su presencia.
Y fue literalmente a los postres cuando, con carteles de la FUC y de la Juventud de la CTA rionegrina, los universitarios ingresaron al salón comedor. Allí fue cuando, sin forcejeo alguno, al pasar frente a ellos el ministro Delich un estudiante tomó una copa repleta de helado y se la volcó en la cabeza. Impávidos y sin saber que hacer, el gobernador Pablo Verani y el intendente roquense Ricardo Sarandría, fueron testigos de la sorpresiva protesta estudiantil contra el funcionario nacional quien muy enojado comenzó a insultarlos. Según algunos testigos, hasta los desafió a salir afuera al grito de “vení, vení, vamos a pelear”.
“Nosotros reivindicamos lo que hicimos con (Andrés) Delich ya que es vergonzoso que un ministro de Educación venga exclusivamente a una institución privada como es el IUPA y ni siquiera se tome el tiempo de recorrer la Universidad Nacional del Comahue para ver nuestros problemas y qué pensamos”, dijo a Página/12 Jorge Peralta, presidente actual de la FUC. El dirigente también recalcó que “allí se hubiera enterado que nuestra Universidad (del Comahue), inmediatamente después de que él propuso una especie de arancelamiento para los padres más pudientes, se opuso y se opone absolutamente por unanimidad de los docentes, no docentes y los estudiantes”.
El mismo Peralta contó a este diario que, enterados de la presencia del ministro Delich en Roca, los estudiantes juntaron firmas para repudiar su presencia en lo que aquí se conoce como “la ciudad universitaria de Río Negro”. “Delich no dejó que le planteemos nuestro desacuerdo con el arancelamiento, el recorte y las restricciones al ingreso que él pretende impulsar en las universidades argentinas”, agregó el neuquino, quien no dudó en calificar al ex presidente de la FUA, hoy ministro, como “el mayor personero del arancelamiento en la Argentina”.

 


 

INCIDENTES EN LA SEDE DE EDUCACION
Alumnos en la calle

Con violentos incidentes en el Ministerio de Educación y un corte de calles que paralizó a la zona de Plaza Houssay, cerca de dos mil estudiantes universitarios –convocados por la FUA– protestaron y marcharon durante la tarde y la noche de ayer contra la propuesta del ministro Andrés Delich de cobrar una sobretasa impositiva a los padres de los alumnos.
“Maldito Delich. No al arancel”, rezaba una pancarta, sobre Córdoba y Junín, donde se reunió el grueso de la protesta. “Traigan a Chupete para acá, para que vea, que este pueblo no cambia de idea, pelea, pelea por la educación”, cantaban los estudiantes que cargaban banderas de las federaciones de Rosario, Entre Ríos, Córdoba, La Plata, Salta y muchas otras. Encabezada por una bandera argentina de 50 metros de largo, la columna de la FUA marchó, a las 20, hasta Callao y Marcelo T. de Alvear, para luego volver a Plaza Houssay.
“Estamos acá para defender a la universidad pública de un ataque privatizador y elitizador”, dijo la titular de Conadu, Anahí Fernández, al abrir el acto que se realizó frente a la Facultad de Ciencias Económicas (UBA). Luego, Marta Maffei, secretaria general de Ctera, apuntó que “esta pelea no es de los estudiantes, es de todo el pueblo. Si arancelan la universidad, nadie sabe por dónde van a terminar”. El cierre estuvo a cargo del presidente de la FUA, Manuel Terrádez: “Una vez más les vamos a decir que no, sea el Gobierno que sea, no queremos arancel, no queremos restricciones al ingreso. Queremos una universidad pública y gratuita”.
La FUA decidió a último momento no marchar hasta el Ministerio de Educación por los incidentes que se habían producido allí por la tarde. Antes de las 18, cerca de 200 estudiantes disidentes de la FUA, militantes de agrupaciones de izquierda de Buenos Aires y La Plata, entraron en la sede de la cartera y rompieron varios vidrios de la Biblioteca del Maestro. Tras hacer una asamblea en un patio interno y cortar luego Callao y Santa Fe, marcharon hasta Florida y Paraguay para solidarizarse con los trabajadores de Aerolíneas Argentinas.

 

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