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Un sitio para conocer el riesgo
del vuelo que uno está por tomar

Es un sitio en Internet en el que, tras ingresar algunos datos, se sabrá cuán peligroso es el viaje por hacer. Paradójicamente, el objetivo es tranquilizador: los riesgos suelen ser mínimos.

Ninguna de estas informaciones es secreta, pero las aerolíneas nunca quisieron darle publicidad.

Por Oliver Burkeman
Desde Londres

Si usted está leyendo esto desde el salón de embarque del aeropuerto de Bombay, dispuesto a abordar una Boeing 747 de Air India con destino a New York, probablemente no querrá saber esto otro: sus posibilidades de no llegar al otro lado con vida son de una en 259.272. Si usted está en el Aeropuerto Heathrow de Londres, esperando para partir en Air Nigeria 737 para Lagos, la cifra equivalente es uno en 486.002. Si usted está en Uzbekistán, planeando un corto viaje a Kyrgyzstán en un viejo Tupalev, ni siquiera pregunte. Ninguna de estas informaciones es secreta, pero las aerolíneas, comprensiblemente, nunca quisieron darle mucha publicidad. Así que cuando el website con base en Londres amigoingdown.com (mestoycayendo.com) –la fuente de estas fatales estadísticas y cualquier otra que usted quiera chequear antes de sus vacaciones– abrió su negocio, no tuvo dificultades en encontrar una posición conveniente. O un público: internet abunda con sites de desastres aéreos complaciendo los impulsos voyeurísticos, erizando de miedo con los estadísticas de seguridad y fotografías y videos de choques, y mórbidas bandas de sonidos de grabadoras en vuelo.
Tienen nombres como crashpages.com (paginasdechoque.com), airdisaster.com (desastresaereos.com) y airsafety.com (seguridadaerea.com) y se muestran como lugares de interés público que brindan un servicio -por un supuesto sentido del deber–, aunque no lo hacen demasiado convincentemente.
amigoingdown.com, cuyas cifras están “basadas en la información publicada por las autoridades de aviación”, desarrolló un tono jovial, pero de alerta para comunicar sus estadísticas de muertes, un tono con reminiscencias de un tío amable que quiere todo lo bueno para usted, pero no le va a decir qué hacer. “Eso es un poco peor que lo normal para esta ruta”, advierte el site del pasaje de Londres a Chile por LAN Chile. O, en el servicio de Royal Jordanian del Reino Unido a Jordania (uno en 249.999): “Eso no es realmente tan bueno para esta ruta”. Hay algunos datos de seguridad, pero no son especialmente tranquilizadores. “Trate de evitar sentarse directamente debajo de cualquier monitor de TV”, dice el tío site, “ya que una gran turbulencia podría tirarlo. Sobre usted”.
Usted puede saber que volar es la forma más segura de viajar, que el viaje al aeropuerto es mucho más peligroso, y que (hecho cierto) es más probable que uno muera por una patada de un burro que entre los hierros retorcidos del fuselaje y las bandejas de la comida del vuelo en una remota ladera de montaña. Pero si eso fuera suficiente para dominar el miedo, no habría cientos de personas que pagan sus largas vacaciones con lo que recaudan ofreciendo sus servicios de consejos al estimado de 10 millones de personas británicas que tienen miedo a volar. Y tampoco es suficiente para borrar el agujero en el estómago que produce ver la vida y la muerte en frías estadísticas. Tipee destinos y aerolíneas al azar en amigoingdown.com y encontrará muchas rutas donde las posibilidades de morir son tan remotas como las posibilidades de ganar la lotería nacional. Hay tranquilidad en esas cifras, por supuesto: airsafe.com brinda pruebas estadísticas que Quantas nunca se estrella y que nadie ha muerto desde 1970 a bordo de aerolíneas operadas por Finnair, Sabena, Kuwait Airways, Air Jamaica o Aer Lingus. Sin embargo, no compensa totalmente el saber que desde 1970, los aviones que pertenecen al operador turco THY han estado involucrados en ocho incidentes en los que murió gente. (Air Egypt y Royal Jordanian Air tienen todavía peores antecedentes, basados en muertes por vuelos realizados.)
Uno tiene la impresión que el profesor Robert Bor no experimentó esta sensación nauseosa. Bor, un psicólogo de la Universidad de London Guildhall que se especializa en la psicología de la aviación, dice que toda esta información ayuda profundamente. “La gente sobreestima los riesgos. Tiende a no tener la información suficiente para poder hacerjuicios precisos. Por ejemplo, no se da cuenta de que un pasamos cerca puede significar que los aviones se cruzaron a una milla de distancia”, dice el profesor Bor, en tonos calmos, tranquilizantes, que puede haber aprendido durante su trabajo con pilotos de aerolíneas. “Esta es una forma de transporte increíblemente segura, pero tendemos a tratar el riesgo en la forma en que nos cuadre. El riesgo de adquirir un infección en un hospital en increíblemente alta, pero generalmente no podemos elegir el ir o no al hospital. Pero podemos elegir si volar o no, así que enfocamos ahí los aspectos más emotivos. Los hechos fríos pueden ser muy tranquilizantes.”
amigoingdown.com coincide: “Si usted tomara un vuelo todos los días, viajaría un promedio de más de mil años antes de que le tocara un accidente fatal”, señala el site. Recuéstese, relájese, disfrute del vuelo. Nunca sabe cuándo puede terminar.

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère

 

Viajando desde Buenos Aires

Aerolíneas Argentinas es la única empresa aérea local incluida en las opciones de amigoingdown.com. Así, es posible comparar las probabilidades de accidentarse en un vuelo de la firma nacional con las de otras aerolíneas, viajando hacia el mismo destino y en el mismo tipo de aeronave. Un pedido de esos datos arroja, por ejemplo, los siguientes resultados:
Viajando desde Buenos Aires hacia Madrid, en un Boeing 747 de Aerolíneas Argentinas, la probabilidad de morir en un accidente es una en 10.233.553, mientras que viajando en un Airbus A300, la probabilidad se reduce: una en 15.862.325. Si la compañía elegida, en cambio, es Iberia, la posibilidad de no llegar a disfrutar del Museo del Prado es de una en 13.798.049 viajando en un Boeing 747, y de una en 21.387.405 a bordo de un Airbus A300.
Si piensa tomarse unos días en Miami, el Boeing 747 de Aerolíneas lo lleva hasta allí con una probabilidad en 10.233.553 de accidentarse. El Airbus A300 pampeano le aumenta las esperanzas: un caso cada 15.862.325. Hasta ahí, todo bien. Pero sondeando las chances de American Airlines, la cosa cambia. El Boeing 747 da una probabilidad de uno sobre 23.170.309; y el Airbus A300 le hará perder definitivamente el miedo a volar: 1 posibilidad entre 35.914.699.
¿Qué tal un destino más cercano, pero igual de cálido? Brasil es una buena opción. La probabilidad de llegar vivito y coleando a San Pablo es de una en 1.228.026 si viaja en un Boeing 747; y de una en 1.903.479 en un Airbus A300. Si Varig era su otra opción, las posibilidades de morir a bordo de un 747 se elevan (una en 1.207.894), igual que viajando en un Airbus A300 (una en 1.872.274).

 

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