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Bronca, acusaciones y teorías
conspirativas en el menemismo

Casi todos reconocen que
�el presidente� está contrito. Hablan de persecución. Y disparan contra Urso, Stornelli, el Gobierno, Ruckauf y Caselli.

Carlos Menem y Cecilia Bolocco ayer estaban de fiesta pero no especialmente de buen humor.

Por Felipe Yapur

No le queda otra alternativa que cumplir con una de las “veinte verdades” peronistas: mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar. Para poder concretar su deseo de pasar su luna de miel en Siria junto a Cecilia Bolocco, a Carlos Menem no le queda otra opción que remitir al juez Jorge Urso que lo investiga en la causa por la venta ilegal de armas un escrito firmado por él solicitándole autorización para poder salir del país. Lejos está hoy de aquel presidente que vivía en el Tango 01, el que dio varias vueltas al mundo durante sus diez años de gobierno. A su alrededor cunde la bronca, las teorías conspirativas que incluyen al Gobierno, al juez, al fiscal y también a varios compañeros que –según el entorno menemista– parecen haber olvidado otra de las veinte verdades: aquella que reza que para un peronista no hay nada mejor que otro peronista.
La pareja tenía previsto partir los próximos días rumbo a Siria. Pero una “chicana” judicial –como definieron en su entorno a la decisión de Urso– puede obligarlos a cambiar de planes. La “chicana” es la escueta respuesta de Urso al permiso solicitado por el abogado Mariano Cavagna Martínez en nombre de su defendido: “el requerimiento deberá ser formulado en forma personal” por Menem y que, en este caso, se deberá probar la “necesidad” del viaje” (ver nota central). Mientras tanto, su gran amigo y ex ministro, Erman González, permanece detenido en dependencias de Gendarmería Nacional no sólo por el contrabando de pólvora sino también por la causa armas, ésa donde Menem debe prestar declaración el próximo 13 de julio.
Anoche, el ex presidente se preparaba para participar de una fiesta de cumpleaños junto a su esposa. Pero no está tranquilo y distendido. Todo lo contrario, conforme se nota en las declaraciones de sus allegados.
“Preocupación, lo que se dice preocupación no hay entre nosotros. Lo que hay es bronca, mucha bronca”, grita, más que dice, por el teléfono la ultramenemista Martha Alarcia. Desde Córdoba, la diputada insiste con la tesis que maneja el sector donde milita: “Carlos es el chivo expiatorio de este gobierno que no tiene idea de lo que es manejar un país. Y lo utilizan para tapar el escándalo económico, el tema de Aerolíneas Argentinas y hasta el frustrado megacanje de (Domingo) Cavallo que volvió calladito de Europa”, afirmaba la diputada en el mismo momento en que el ministro de Economía brindaba su segunda conferencia de prensa del día.
En el entorno del senador Eduardo Menem intentan disimular los nervios. Pero se les escapan por todos los costados. Consideran a Urso como “un hombre débil de carácter” y que “se deja manejar por el carapintada del fiscal (Carlos) Stornelli quien tiene fluidos contactos con miembros del Ejército”. Este grupo ataca con fiereza al fiscal a quien consideran “el único responsable de lo que está viviendo el presidente”. Ayer, el senador no habló. O, mejor dicho, lo hizo a través de su hijo Adrián, quien no dudó en embestir contra el fiscal. “Es un hombre que se acuesta y amanece pensando en cómo destruir a Carlos Menem”, dijo repentinamente verborrágico el diputado riojano que suele mantener en el recinto extensos silencios.
“A Stornelli –continuó– lo impulsa un odio visceral para con mi tío” y reiteró la vieja tesis del complot: “Existe una persecución política contra Menem. Es una jugada macabra de la cual quiere sacar rédito Fernando de la Rúa que no puede conducir el país. Sería bueno que reconozcan que tienen miedo de que Menem se presente en una elección y gane, en lugar de politizar la justicia”.
Pero el razonamiento del sobrino presidencial se queda corto, colaboradores de su padre completan la idea: “La Alianza lo ataca para poder ganar las elecciones diciendo que ellos son malos pero el menemismo es peor”. Apocalípticos, tampoco olvidan la interna justicialista: “Acá también se benefician otros compañeros del partido, como (Carlos) Ruckauf que pugna por adelantar las elecciones, y aquellos que desde el silencioesperan que el Turco desaparezca como (José Manuel) De la Sota y (Carlos) Reutemann”. La bronca mayor es con Ruckauf, quien sólo es superado en odios y en insultos por el ex Embajador Esteban Caselli cuya declaración espontánea ante Urso complicó aún más la posición del ex presidente.
Mucho más contenido en sus expresiones es, cual es su estilo, Alberto Kohan. El fiel escudero sostiene ante Página/12 que “el Presidente (sic, sin un ‘ex’ previo) está tranquilo pero atento” al desarrollo de la causa por la venta ilegal de armas a pesar de que considere “injusta su implicancia porque todo se hizo en un marco de legalidad. De todas maneras, todo se debe investigar”. Tratando de no demostrar el bajón, Kohan coincide con sus compañeros “Menem está preocupado” pero luego precisa “por la crítica situación que vive el país”.

 

Emir apunta a la Corte

“Más tarde o más temprano, en algún momento vamos a llegar a la Corte Suprema”, suelen comentar los abogados encargados de las defensas de los hombres del menemismo involucrados en la venta ilegal de armas. La semana que viene ensayará ese camino la defensa de Emir Yoma. El abogado Mariano Cúneo Libarona presentará un recurso por el que pide la nulidad de la resolución de la Sala II de la cámara federal porteña, que confirmó el procesamiento dictado por Jorge Urso. Un funcionario de Comodoro Py consultado por este diario precisó que “el recurso es un arma de doble filo, ya que si el tribunal lo desestima el imputado llega al juicio oral con la espada sobre su cabeza y una casi segura condena”.
Para que el recurso arribe al máximo tribunal debe ser habilitado precisamente por la Sala II, la misma que confirmó la prisión de Emir y lo consideró ser el organizador de la asociación ilícita que realizó la maniobra. A partir de ahí queda el recurso de la queja. El plazo para que los defensores intenten llegar a la Corte con un recurso extraordinario vence el próximo 12 de junio. La presentación de la defensa insistirá con el argumento “de que el reciente fallo es arbitrario”.
Para la semana próxima está previsto que los abogados de Emir Yoma se reúnan con Mariano Cavagna Martínez y Oscar Roger, defensores de Carlos Menem. El objetivo es unificar criterios. Algo que tal vez conduzca al ex presidente a terrenos fangosos, ya que para la justicia, hasta el momento, su ex cuñado es considerado una pieza clave en el affaire.

 

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