Por Raúl
Kollmann
La guerra ya es total. Zulemita
Menem vio ayer rodeada la casa de Anillaco por unos 50 gendarmes enviados
a requisar cualquier cosa que la hija del ex presidente quisiera sacar
de La Rosadita. El hecho es, cuando menos, curioso: la casa figura a su
nombre y se supone que puede entrar y sacar lo que quiera. Según
voceros judiciales, Carlos Menem, a través de un abogado, hizo
la gestión para impedir que Zulemita saque una colección
de armas. Sin embargo, la movida sugirió dos hipótesis distintas.
Una, que el ex presidente guarda otras cosas en esa casa tal vez
documentación y trató de bloquear la salida. La otra
hipótesis mencionada por allegados a los Yoma es que
en La Rosadita hay una ametralladora con una dedicatoria del traficante
de armas Monzer Al Kassar. Un arma como ésa ya fue descripta por
la secretaria de Emir Yoma, Lourdes Di Natale, quien mencionó el
regalo como una prueba de la relación del menemismo con los traficantes
de armas. La operación dicen los Yoma fue para impedir
que Zulemita se lleve esa arma y que la aporte como prueba en la causa
que lleva el juez Urso.
La guerra de posiciones en torno a La Rosadita conmocionó Anillaco
ayer al mediodía. Asediada y asombrada, Zulemita trató de
plantar bandera blanca: no vine a pelearme, dijo. De inmediato,
arrancó para el lado del folletín: la casa de Anillaco
está abierta para Carlos Menem, pero no para otra persona,
es decir Cecilia Bolocco.
Zulema Yoma tampoco se quedó callada: a la Gendarmería
le cabe una denuncia porque no puede andar rodeando la casa, a no ser
que haya algo raro que oculten ahí.
Todo el episodio llama la atención. La hija del ex presidente fue
a hacerse cargo de una residencia que su padre construyó a su antojo
y que el riojano utilizó en exclusividad desde el principio. Aparece
a nombre de Zulemita todo indica que como testaferro de Carlos Menem
y tras la detención de Emir y el anuncio de la boda Menem-Bolocco
la joven desembarca doblemente: impide que allí se haga la fiesta
y ahora toma posesión. Algo similar pasa con la casa de la calle
Echeverría, en Belgrano R, donde Menem vivía cuando estaba
en Buenos Aires: también súbitamente aparece a nombre de
Zulemita otra vez dando la impresión de que era testaferro
de Menem e igualmente toma posesión del inmueble.
Cualquier observador imparcial haría un análisis cantado:
la detención del tío Emir y la boda con la ex miss Universo
produjo la ruptura en la cual la testaferro se insubordinó.
Lo de ayer, fue una especie de respuesta.
Según fuentes judiciales, lo ocurrido en Anillaco tuvo la siguiente
secuencia:
Zulemita le avisó al
padre que sacaría efectos de la casa ya que según
ella después de la visita Menem-Bolocco del fin de semana
pasado se llevaron varias cosas de su propiedad.
Menem le transmitió
al juzgado que no quería que sacaran nada de allí y el juez
ordenó que se requisara a toda persona que saliera de La Rosadita.
En una palabra, rodearon a Zulemita en una casa que está a su nombre.
Cerca del juez argumentaron
que la chica ya iba a montar un show y que por eso llevó periodistas
desde la noche anterior. No se entiende muy bien en qué cambia
la situación ese hecho.
En el juzgado juran y rejuran
que Zulemita se iba a llevar 80 armas y que, al carecer de credencial
para la portación de esas armas se lo prohibirían. Con el
mismo argumento podrían hacer rodear cualquier casa, suponiendo
que van a sacar de allí lo que sea.
Desde el lado de Zulema y Zulemita sugieren que Menem dio orden de no
sacar nada porque tal vez en esa casa la tendremos que revisar
bien, dicen sus allegadas hay documentos o evidencias de maniobras
ilegales.En concreto hablan de una ametralladora similar a la que describió
Lourdes Di Natale, la secretaria de Emir Yoma, y que supuestamente fue
un regalo del traficante Al Kassar al propio Menem como prueba de su amistad.
En la causa armas, los dichos de Di Natale sirvieron como un elemento
más que demostraría la vinculación de todo el elenco
con el tráfico de armas. Lo cierto es que hasta ahora nadie habló
de que Menem tenga una ametralladora como esa y, por supuesto, no está
comprobado que exista.
La batalla de Anillaco es parte de la guerra más general en la
que entra principalmente la causa de las armas y la detención de
Emir Yoma, y en segundo lugar el folletín de un padre que se volvió
a casar y que, en verdad lo afirma ahora la propia Zulemita
nunca se ocupó demasiado de su hija, pese a lo cual ella apareció
durante muchísimos años como primera dama, viajó
por el mundo y, según parece, se enriqueció.
Que el conflicto tiene su costado político-judicial lo prueban
algunas de las cosas que dijo Zulema Yoma para redondear la jornada de
polémica:
La persecución
contra nosotros, los Yoma, sirvió para tapar el afano que le hicieron
al país.
No estoy de acuerdo con
que Zulemita deje el apellido Menem. Sería una falta de respeto
a su hermano. No todos los Menem son iguales. Hay alguno que respeto.
Emir Yoma pudo haber
hecho lobby, como cualquiera. No lo voy a defender porque es grande para
defenderse solo. Me llama la atención que lo hayan detenido como
a un delincuente cuando los delincuentes y los jefes están teniendo
tiempo suficiente para defenderse.
Esta frase encaja con un dato conocido: Carlos Menem recién debe
ir a declarar el 13 de julio y tiene tiempo suficiente para defenderse.
Una doble preocupación
Durante casi todo su mandato ella ocupó el rol de primera
dama. Sus allegados juran que es la luz de sus ojos.
Pero desde que comenzó su romance con Cecilia Bolocco, el
ex presidente Carlos Menem sufre el alejamiento de Zulema María
Eva Menem, su hija. Zulemita no le habla y se recluye junto a su
madre. Entonces Menem se deprimió, lo reconocen con preocupación
sus amigos y colaboradores, quienes ven al ex presidente diferente,
triste. El cambio comenzó a hacerse notorio poco antes
de su boda con la animadora chilena. La prohibición de Zulemita
de realizar el casamiento en La Rosadita, la mansión que
mandó a construir en su Anillaco natal, y su posterior antrincheramiento
lo destruyó, reconoció a Página/12
un hombre de extrema confianza del riojano. Pero agrega un dato
no menor: Lo preocupa la relación con su hija pero
también la causa de las armas.
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MENEM-BOLOCCO,
UNA PAREJA NOMADE POR LA NENA
Un hombre rico que tiene tristeza
Los recién casados Carlos
Menem y Cecilia Bolocco están viviendo en el Hotel Presidente.
Y no es porque el ex presidente le haya pedido a su chica prolongar una
ardiente noche de bodas sino porque, dicen las malas lenguas, Zulemita
no lo deja entrar a sus moradas. El ex presidente ha vuelto a la vida
nómade de sus ancestros pero no por elección. Carece de
hogar porque buena parte de sus bienes, o por lo menos los que usufructuó
hasta hace unos días, están a nombre de su hija. Este intríngulis
trae para Menem no sólo un problema habitacional sino judicial.
El juez Juan José Galeano lo está investigando por supuesto
enriquecimiento ilícito y analiza la hipótesis de los fiscales
Oscar Amirante y Guillermo Marijuán: que el riojano habría
usado el nombre de su hija para disimular su verdadero patrimonio, lo
que no quita que ella se pueda haber vuelto mágicamente rica también
y está en riesgo.
Carlos Menem creyó que las sospechas sobre el incremento de su
fortuna se habían desvanecido cuando un juez de La Rioja lo sobreseyó
en una causa vinculada a la investigación sobre la construcción
de la pista de Anillaco. Sin embargo, Galeano el mismo juez que
procesó por enriquecimiento ilícito a la ex secretaria de
recursos naturales, María Julia Alsogaray está investigando
su evolución patrimonial. En esa dirección, analiza los
vínculos entre lo que tiene y gasta Zulemita y lo que tiene y gasta
su papi.
Que la residencia La Rosadita, de Anillaco, valuada en medio millón
de dólares esté a nombre de Zulemita y en realidad sea o
haya sido el lugar de residencia de su papi parece ser apenas un
pista entre una maraña. La pesquisa judicial apunta en muchísimas
otras direcciones. Al parecer, Menem también tiene vedada la entrada
a la que fue su casa porteña, ubicada en Echeverría 3535,
cuyo valor alcanzaría el millón de dólares. Esa propiedad
figura a nombre de la firma off shore uruguaya Ondisur S.A, cuya titularidad
el propio Carlos Menem a su hija.
En paz o en guerra, Carlos Menem y Zulemita, no reparan en gastos. El,
por ejemplo, ha declarado un millón de dólares en armas,
caballos y otros objetos, le regaló a Bolocco un reloj de 30 mil
dólares y en los últimos tiempos desembolsó 10 mil
dólares en hoteles en Estados Unidos y Chile. Su hija eligió
el edificio Majestic en Miami, donde tendría una propiedad, para
llorar sus penas tiempo después de que el tío Emir Yoma
fuera preso en la causa por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia,
tiene más de 10 mil dólares en pulseras, collares y otros
accesorios, come en los restaurantes más paquetes, maneja una cuatro
por cuatro, y en las por lo menos cinco veces que viajó a Miami
desde mediados del año pasado sólo lo hizo en primera clase.
Cuando está en Buenos Aires vive en un loft valuado en 400 mil
dólares, aunque lo compró por algo más de la mitad,
en el Palacio Alcorta, en Ortiz de Ocampo 3030.
Zulemita, alguna vez estudiante-capturada-mientras-se-copiaba, tiene participación
en varias empresas: Videncia S.A., Motorhouse S.A, Charen S.A., las tres
con sede en Figueroa Alcorta 7576. Allí también estaba domiciliada
la empresa Núñez Auto S.A, de la que la hija del ex presidente
decía ser dueña aunque no figuraba en la documentación.
Zulemita aparece como directora suplente en Karte S.A., una empresa que
Carlos Menem declaró como propia en 1996 y a la que la joven hizo
un aporte de capital en 1997. La denuncia contra Menem ante Galeano fue
presentada por el abogado Juan Carlos Iglesias. Sostiene que, según
el Código Penal, el patrimonio de un funcionario debe ser justificado
hasta dos años después de dejar su cargo.
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