Domingo Cavallo intentó
mostrar ayer el aumento de la recaudación tributaria en mayo del
8 por ciento en relación a igual mes del año pasado
como una señal de que la reactivación está en marcha
y de que los problemas fiscales van en camino de solucionarse. Sin embargo,
tal repunte se explica por factores extraordinarios como el pago de Ganancias
de empresas como YPF-Repsol y el impuesto a las cuentas corrientes, mientras
que la recaudación del IVA, el tributo ligado al consumo, cayó
un 11 por ciento. El mismo Cavallo admitió esta situación
cuando negó que se vayan a aplicar en el corto plazo rebajas de
impuestos para alentar el consumo, como ser la elevación del mínimo
no imponible de Ganancias que redujo Machinea: Vamos a tratar de
devolverle a los sectores medios los ingresos que se les quitaron con
el aumento de impuestos del año pasado, pero no sabemos cuándo.
No podemos tomar decisiones de este tipo hasta tanto no estemos seguros
de que se consolida la recaudación, se lamentó.
Estamos muy satisfechos con la recaudación de mayo, porque
cambia una tendencia muy negativa de marzo/abril, empezó
Cavallo, que ayer convocó primero a una conferencia de prensa para
comentar los números de la recaudación, y dos horas después
a otra para anticipar los resultados preliminares del megacanje (ver página
3).
En mayo, la recaudación alcanzó los 4690 millones de pesos,
unos 350 millones más que en igual mes del año pasado. Sin
embargo, sólo el impuesto a las cuentas corrientes, que el año
pasado no existía y que en mayo se cobró con una alícuota
del 4 por mil, arrimó al fisco 300 millones. El aumento de la recaudación
del 30 por ciento en Ganancias, sobre los ejercicios cerrados en diciembre,
en tanto, significó otros 360 millones extra. Pero buena parte
de esa suba se explica por el pago de 400 millones de YPF-Repsol, que
el año pasado registró ganancias extraordinarias por el
salto de los precios del petróleo y que, por lo tanto, tributó
bastante más.
En cambio, la recaudación del IVA cayó casi un 11 por ciento.
La caída del IVA no es porque la actividad económica
siga rezagada sino por la baja de las alícuotas, ensayó
una explicación el ministro. Esta baja se dio en las importaciones
de bienes de capital que, en vez de tributar 21 por ciento, desde el mes
pasado pagan 10,5 por ciento, agregó. De otro modo: para
Cavallo, se recaudó menos IVA porque el mes pasado los empresarios
importaron bienes de capital que pagaron la mitad de la alícuota
del año pasado. Sin embargo, el IVA DGI, que toma en cuenta exclusivamente
las ventas internas, cayó casi un 5 por ciento. El IVA de Aduana,
en tanto, bajó mucho, en parte porque aumentaron los reintegros
a las exportaciones, mientras que no es posible saber si el resto de la
caida se explica por la contracción de las importaciones debido
a la recesión o por el argumento optimista del ministro.
La recaudación de junio será inferior a la de junio
del año pasado, cuando se dieron una serie de particularismos (sic)
que hicieron la recaudación de ese mes excepcionalmente alta,
se atajó Cavallo, que momentos antes había explicado que
el aumento de la recaudación de mayo es el más alto
de los últimos dos años con excepción de junio pasado,
cuando subió un 15 por ciento. Entonces, hubo ingresos extra
por el plan de facilidades de pago y por el cobro de un anticipo extraordinario
de Ganancias a las empresas. Sea como fuere, la experiencia de José
Luis Machinea, que festejó aquella suba como un triunfo y anunció
entonces el fin de la recesión, es una buena lección para
manejarse con prudencia ahora.
De hecho, el tercer ministro de Economía de De la Rúa fue
ayer muy cauto a la hora de hablar de eventuales rebajas impostivas para
alentar el consumo, que él mismo había sugerido en la última
semana. Consultado sobre la posibilidad de que se eleve el mínimo
no imponible de Ganancias (que Machinea redujo de 1800 pesos a 1200),
Cavallo respondió que no podemos tomar decisiones de este
tipo hasta tanto no estemos seguros de que se consolida la recaudación.
Todavía más categórico fue al desmentir laposibilidad
de que el aporte personal que realizan los trabajadores a las AFJP pueda
ser optativo, de modo tal que para los que no quisieran hacerlo se tradujera
en un incremento del salario de bolsillo. No estamos para nada estudiando
algo así, afirmó.
No se atrasa
el aguinaldo
El secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, dijo ayer que no
existe el menor riesgo de que se postergue el pago del medio aguinaldo
a los empleados públicos, ya que la situación
fiscal se encuentra bajo control. Según Baldrich las
cuentas fiscales en junio cerrarán con un superávit
de 300 millones de pesos, lo que haría que el rojo correspondiente
al segundo trimestre no sea mayor a los 1816 millones de pesos acordados
con el FMI. Incluso, tal como deslizó Cavallo, habría
un ligero sobrecumplimiento.
El trimestre empezó muy bien, en abril tuvimos un déficit
de 900 millones, mientras que el rojo previsto era de 1050 millones,
lo que significó un sobrecumplimiento de 150 millones para
ese mes, explicó Baldrich. Mayo fue un mes importante
y lo pasamos con orgullo, ya que se pagaron mil millones de pesos
más que en abril por intereses de la deuda, ya que vencían
muchos cupones, agregó. Y se mostró optimista
del resultado en junio. En mayo el pago de intereses fue de 1700
millones mientras que en junio se reduce a 700 millones.
Baldrich lamentó que haya existido alguna confusión
al analizar el déficit de mayo, sin prestarle la debida atención
al pago de intereses.
En ese sentido, indicó que la opinión del economista
(y ex ministro de Economía de la dictadura) Roberto Alemann
generó ruido y pudo haber influido en la opinión popular
(sic), como si los acreedores financieros del Estado argentino
fueran la opinión del pueblo. Más allá de la
gaffe del secretario, el propio Cavallo había acusado a Alemann
de generar rumores en los mercados que hacían subir el riego
país y lo calificó de ignorante. El
programa fiscal está bien encaminado, concluyó
el funcionario.
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