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LOS ESPAÑOLES DE LA SEPI VOLVIERON A TENSIONAR EL CONFLICTO CON CIRIELLI
Salarios con descuentos por la huelga

El gobierno de Fernando de
la Rúa depositó el dinero de
los sueldos y los españoles empezaron a abonarlos, pero castigando al gremio rebelde. Les descontó los días de paro y, en una forma de convalidar su política de reestructuración, no les pagó a los despedidos.
Una asamblea sorpresiva del gremio de Alicia Castro votó una estrategia
diferente a la de la conducción. Castro no convalidó esa convocatoria.


Por Claudio Scaletta

Luego de que el Estado argentino depositara en la cuenta de la empresa española Aerolíneas Argentinas (AA) 16 millones de pesos, la compañía decidió no abonar a los técnicos aeronáuticos los días de paro correspondientes al adeudado mes de abril, tampoco se pagaron horas extras ni adicionales. La medida eleva nuevamente al máximo la tensión con el gremio que conduce Ricardo Cirielli (APTA) luego de más de tres días de reuniones y presiones provenientes desde diversos sectores sindicales que abogaban por una estrategia común. En tanto, el Ministerio de Trabajo convalidó una asamblea de parte de las bases de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) en la que decidieron, a contrapelo de la conducción de Alicia Castro, que proponía un arbitraje, la negociación directa con la empresa. Castro no reconoció la validez de esa convocatoria. Desde la Asociación del Personal Aeronáutico señalaron que la situación de Aerolíneas entró en un estado de extrema incertidumbre. “A partir de ahora puede pasar cualquier cosa”, destacaron.
Si atribuir a las decisiones de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), controlante de AA, el ánimo de tensionar las relaciones gremiales podía interpretarse como una lectura sindical, la decisión de no pagar los días de paro de una huelga que no fue declarada ilegal por el Ministerio de Trabajo -y precisamente al gremio que se mostró más inflexible en las negociaciones, al menos en esta última etapademuestra que la conducción empresaria no tiene ninguna intensión de aproximar posiciones. Paralelamente, la decisión quita sustento a los gremios que en esta etapa decidieron privilegiar la continuidad operativa de AA por sobre el mantenimiento de convenios y salarios. La noticia tampoco es buena para la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, que se había jugado a fondo por la opción española de imponer a los sindicatos el ajuste del Plan Director. Para que no queden dudas, la compañía española tampoco pagó los salarios de los 224 despedidos que motivaron el pasado paro de 10 días.
El titular de APTA, Ricardo Cirielli, dijo a Página/12 que “el paro no fue declarado ilegal, esto significa que deberemos iniciar las correspondientes acciones judiciales” contra la empresa. Según el dirigente, su gremio “no está dispuesto a aceptar condicionamientos”. Para Cirielli, “la SEPI demuestra que su único objetivo es poner obstáculos”.
Durante los últimos tres días se realizaron reuniones en la sede de los pilotos (APLA) entre los 7 gremios aeronáuticos, de las que también participaron las cúpulas de la CTA y de la CGT oficial. Paralelamente, también hubo reuniones de 5 gremios con el Ministerio de Trabajo. En los encuentros se intentó ejercer presión sobre la negativa de Cirielli.
Las negociaciones se centraron en tres requisitos para superar el conflicto:
1. El pago de salarios –conseguido parcialmente ayer luego de que el Estado argentino desembolse 16 millones de pesos–.
2. Que el gobierno desista de las acciones legales contra APTA.
3. Y encontrar mecanismos de acuerdo que satisfagan a todos los gremios, es decir que Cirielli negocie.
El punto de acuerdo había sido recurrir a un arbitraje que inicialmente no fue aceptado por la empresa. Pero la única concesión arrancada a Cirielli fue la potencial búsqueda de un esquema de negociación con la ministra Bullrich. Sin embargo, tras el no pago de los día de huelga, la situación parece volver al punto de partida.
Además de APTA, también los aeronavegantes se mostraron poco propensa a la negociación conjunta propuesta por los demás gremios. La AAA no estuvo ayer en el encuentro de APLA porque, de acuerdo a uno de sus voceros, “no vamos a reuniones donde tratan de meterse en la vida interna de los sindicatos”. Y aunque el vocero se refería a las presiones sobre Cirielli, fue al interior de su propia organización donde se produjeron situacionesque permitieron la injerencia externa, en este caso, del Ministerio de Trabajo. El sector interno que se opone a la conducción de Alicia Castro, que encabeza el alfonsinista Mariano Belgrano, organizó una asamblea que fue convalidada por tres autoridades del ministerio. Además de la inspectora Elva Portillo, en la reunión de alrededor de un centenar de aeronavegantes disidentes estuvo presente el director nacional de asociaciones sindicales, Ricardo Juara. De acuerdo a fuentes que responden a Alicia Castro, el llamado a Asamblea, a pesar de haber sido convalidado por Trabajo, no habría cumplido los pasos legales correspondientes. La decisión adoptada por la asamblea, estaría en línea con los objetivos de Bullrich, pues la decisión final fue la de “negociar directamente con la empresa”.

 

Los capitales silenciosos

Las principales empresas españolas con inversiones en Argentina reaccionaron entre la confianza y el silencio al enjuiciar el boicot contra capitales españoles en Argentina promovido por la CGT disidente que lidera Hugo Moyano. Telefónica, Gas Natural o las constructoras Dragados y OHL se mostraron confiados en que el clima antiespañol no influirá en sus negocios. En cambio, otras entidades, como Repsol YPF, el Banco Santander Central Hispano (BSCH), Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), la concesionaria de autopistas Acesa o la cadena hotelera NH optaron por el silencio.
Fuentes de Telefónica indicaron que el conflicto de Aerolíneas no tuvo hasta ahora efecto sobre sus negocios y señalaron que no esperan que lo tenga en el futuro. En Gas Natural, en tanto, explicaron que “esta crisis pasará” y que su filial argentina “se mantendrá como una de las más consolidadas de América Latina”.
En el sector de la construcción, fuentes de Dragados explicaron que su presencia en Argentina se remonta a 35 años atrás y que la compañía cuenta con socios inversores locales, lo que, en su opinión, reduce el riesgo de un eventual boicot.
En cambio, otras empresas de alta exposición en la opinión pública prefirieron guardar silencio. Por ejemplo, Repsol que en 1999 completó la compra total de YPF por 13.400 millones de dólares. O el BBVA, que tiene
una participación mayoritaria en el BBVA Banco Francés y en la administradora de fondos de pensiones Consolidar, líder del mercado por fondos. O el BSCH, que controla el Banco Río de La Plata y la AFJP Orígenes, líder del mercado por afiliados.

 

De España, con amor

“El problema de Aerolíneas no es un problema social sino empresarial”, sostuvo ayer el vocero oficial del gobierno español, Pío Cabanillas, apuntando en el mismo sentido que en Buenos Aires ya hicieron varios ministros argentinos, empeñados en tratar a Aerolíneas Argentinas como una empresa privada. También desde Madrid, un funcionario de Economía aseguró que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales está dispuesta a seguir “aportando mucho dinero” en la firma privatizada, aunque puso especial énfasis en el que ya desembolsó.
Finalizada la reunión del Consejo de Ministros, Cabanillas consideró “un error” conferirle al conflicto de Aerolíneas trascendencia social, ya que a su juicio es un problema exclusivamente empresario. “Cuando se está ante una empresa con unas pérdidas cercanas a los 300 millones de dólares por año, poco se puede pensar en el futuro”, alertó.
José Folgado, funcionario del área económica, intentó una visión un poco más esperanzadora del futuro de la aerolínea, al tiempo que defendió la gestión hispana. “La SEPI es absolutamente responsable en su actuación respecto al futuro de Aerolíneas Argentinas”...”y aportará los fondos necesarios para consolidarla como una empresa competitiva y moderna”.
Folgado no desaprovechó la ocasión para recordar que el estado español ya puso mucho dinero, algo que subrayan especialmente los administradores hispanos. Sin embargo, la clave está en cuánto pondrá en los próximos días. Pedro Ferreras, titular de la SEPI, prometió a Patricia Bullrich que desembolsará 350 millones de pesos en Aerolíneas a condición de que los siete gremios acepten un ajuste en sus salarios y modificaciones convencionales.
Aún así, ese holding estatal no tiene interés en seguir operando Aerolíneas Argentinas que, con un plan de ajuste en ejecución y algo de su deuda absorbida y otra parte renegociada, será transferida, aunque sea parcialmente a otro accionista privado, capaz de inyectarle dinero fresco y gerenciarla de modo tal vez más acertado que los españoles.

 

AVANZA INVESTIGACION POR VACIAMIENTO Y EVASION
Iberia está en el banquillo

Por Cledis Candelaresi

La controvertida historia de Aerolíneas Argentinas sigue multiplicando incógnitas. El jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, se comunicó ayer con el defensor del Pueblo de la Nación, el justicialista Eduardo Mondino, para que lo informara acerca de las causas judiciales por presunto vaciamiento y evasión impositiva promovidas contra la aerolínea privatizada. Después de esta conversación, Fernando de la Rúa admitió públicamente que no había que descartar una investigación judicial contra la administración hispana. Horas antes, el propio Pedro Ferreras –titular del holding propietario de Aerolíneas– habría asegurado, ante la pluripartidaria delegación de diputados argentinos que viajaron a Madrid, que su gobierno está dispuesto a investigar a los directores de Iberia que durante años, y en rápidas rotaciones, administraron la compañía.
Aún en la hipotética situación que se llegara rápidamente al esperado acuerdo con todos los gremios y la SEPI aportara los prometidos 350 millones de dólares para capitalizar la compañía, la última palabra en torno a la crisis de Aerolíneas parece lejos de pronunciarse.
En los últimos días comenzaron a acelerarse dos causas judiciales tramitadas por Mondino. Una, por presunta evasión impositiva, radicada en el juzgado Nº 7 del fuero Penal y Económico, al que el defensor acaba de girar por pedido del fiscal una voluminosa carpeta con antecedentes. Otra, que recaló en el ámbito contencioso administrativo por presunto vaciamiento, y que esta semana sería caratulada.
El 6 de febrero pasado, el defensor del Pueblo presentó ante el procurador de la Nación, Nicolás Becerra, una denuncia elaborada durante los cuatro meses previos que resultó escindida en aquellos dos trámites, que comenzaron a inquietar al jefe de Gabinete y al Presidente.
El expediente de evasión tiene dos capítulos. Uno referido a la falta de aportes previsionales, por los cuales Aerolíneas habría omitido el pago de 11 millones de pesos que, con punitorio y ajustes, en la actualidad ya rozan los 23 millones. Pero según detalló ante la Justicia, la Defensoría también presume que Aerolíneas habría evadido IVA y Ganancias, considerando que no eran objetos imponibles los pasajes que se emitían a través del sistema de reservas Amadeus. Como éste tenía centro en Madrid, la empresa privatizada no los computó para las liquidaciones tributarias, utilizando un criterio objetado por la AFIP.
La acusación de vaciamiento tiene varios argumentos, entre ellos, la extraña irrupción de Interinvest en la compleja historia societaria de Aerolíneas. Iberia –inicialmente accionista y operadora de AA– creó Interinvest con un capital inicial de 12 mil pesos y, casi de inmediato, le transfirió 350 millones de dólares en acciones de Aerolíneas para saldar presuntas deudas de Iberia, que nunca se supo cómo se originaron.
Según precisó Mondino al juzgado, en 1997 Interinvest llegó a detentar el 68 por ciento del capital accionario de Aerolíneas. Pero la maraña de accionistas ya incluía a Andes Holding, propiedad de Iberia. A juicio de la Defensoría, esto cierra un círculo de vaciamiento.
“Si la causa avanza hay que sentar a los directivos de Iberia para que expliquen esos dudosos pases accionarios”, sugiere Mondino. En España también se habló de la posibilidad de convocar a varios responsables de la administración española, para que den cuenta de lo que hicieron durante su gestión en la Argentina. Ferreras admitió ante los diputados Alejandro Nievas, Alicia Castro, Gustavo Gutiérrez, José Vitar y Teodoro Funes esa posibilidad, poco antes de que éstos embarcaran de regreso hacia Buenos Aires.
Nadie puede asegurar que esa promesa sea algo más que un gesto diplomático. Por ahora, parece más factible que prosperen los trámites judiciales argentinos que también pondrán la mira sobre la gestión ibérica. De ser así, Ferreras tendrá otro motivo de inquina hacia APTA, el gremio de los técnicos de mantenimiento. Uno de las dos denuncias querecogió Mondino para su investigación fue presentada por Ricardo Cirielli, secretario general de ese sindicato.

 

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