Obreras, policías, desempleadas,
diletantes, violentas, enamoradas. Son las protagonistas del ciclo Retratos
de Mujer, que reúne siete films franceses, inéditos en la
Argentina, que se verán a partir del próximo miércoles
en la Sala Leopoldo Lugones, del Teatro San Martín (Corrientes
1530). El ciclo que tiene la colaboración de la Embajada
de Francia se abre con el preestreno de Nada que hacer (1999), de
Marion Vernoux, con Valeria Bruni-Tedeschi como una ama de casa perdida
entre las góndolas de un supermercado, matando las horas de su
desempleo (Selección oficial de la Mostra de Venecia y el Festival
de Toronto). El jueves 7 arranca un foco sobre la obra de Laetitia Masson,
tres films protagonizados por Sandrine Kiberlain y celebrados en los festivales
de Cannes y Berlín, que la han convertido en una revelación
del nuevo cine europeo. Primero se exhibe Tener (o no tener) (1995), su
ópera prima, en la que pone en cuestión todos los tópicos
románticos. El viernes 8 va En venta (1998), donde la herencia
de policial norteamericano se funde con el realismo social del joven cine
francés. Y el sábado 9 y domingo 10 es el turno de Love
Me (2000), un viaje fascinante y conmovedor por el inconsciente
de una mujer, según la revista Studio, que también
celebró la reaparición en este film del cantante Johnny
Hallyday (Selección oficial de la Berlinale 2000).
El martes 12 el ciclo continúa con El azul de las ciudades (1998),
de Stéphane Brizé, con Mathilde Seigner. Una mujer de la
pequeña burguesía de provincia se da cuenta, de pronto,
que se ha equivocado de vida. Por su densidad melancólica
y ácida, por la calidad de su escritura y por la cámara
atenta, Le bleu des villes conquista todos nuestros favores, dictaminaron
Les Inrockuptibles. El miércoles 13 va La diletante (1999), una
comedia agridulce de Pascale Thomas, protagonizada por Catherine Frot
y Marie-Christine Barrault, que según Libération es una
película simpática y encantadora, pero también levemente
excéntrica. La muestra se cierra el jueves 14 con Jeanne
y el muchacho formidable (1998), codirigida por Olivier Ducastel y Jacques
Martineau, con el nuevo sex-symbol francés, Virginie Ledoyen, como
protagonista. Sobre el sida, es la película que uno ya no
esperaba más y sobre el amor es la película que uno menos
espera, una sorpresa maravillosa, un film sin documentos, sin precedentes,
se entusiasmó Gérard Léfort en el Libé.
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