Los dirigentes aliancistas lo
venían diciendo en voz baja. Pero ayer, uno de los hombres de mayor
confianza de Fernando de la Rúa se animó e hizo pública
la sospecha de buena parte del oficialismo. Carlos Ruckauf está
intentando un golpe institucional para adelantar las elecciones. Pero
no va a tener suerte, porque éste es un país que está
maduro institucional y democráticamente, aseguró el
jefe de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual. Rápido de
reflejos, el secretario General del Gobierno bonaerense, Esteban Caselli,
salió a contestarle: Pascual debería dedicarse a conducir
la Cámara antes que hablar como Chirolita de Fernando de la Rúa.
Aunque en los primeros meses de gestión construyeron una relación
privilegiada, con el paso del tiempo Ruckauf y De la Rúa se fueron
alejando. A tal punto que en el Gobierno creen que Ruckauf está
apostando a un adelantamiento de las elecciones de octubre. La hipótesis
se apoya en dos datos: la delicada situación social de la provincia
de Buenos Aires, que podría escaparse de las manos en cualquier
momento, y cierta decadencia pública de Ruckauf, cuya condición
de favorito para el 2003 se ha trasladado a otros dirigentes, como Domingo
Cavallo o Elisa Carrió. Sin embargo, nadie lo decía en voz
alta hasta que ayer, en diálogo con Radio del Plata, Pascual fue
contundente: acusó al gobernador de intentar un golpe institucional
con el objetivo de adelantar los comicios presidenciales. A Ruckauf
poco le importa el futuro del país y lo que puede pasarle a la
gente si hay una situación de crisis tan grande. Tiene una actitud
maquiavélica porque es capaz de hacer cualquier cosa para ser Presidente
de la Nación. En este último tiempo ha demostrado un marcado
oportunismo. Todo lo hace para ganar votos, con una gran carga de hipocresía,
disparó.
Para el jefe de Diputados, el cálculo de Ruckauf es errado. Va
a haber elecciones en octubre y va haber elecciones en el 2003,
aseguró Pascual. Dijo que el Gobierno tiene una actitud de
ayuda a la provincia de Buenos Aires, porque es el que está evitando
que se caiga el Banco Provincia. Y aprovechó para cuestionar
la administración del bonaerense. Lo que no sé es
cómo va a hacer él para terminar su mandato frente al desgobierno
y a la incapacidad que ha demostrado para conducir la provincia. Cambió
tres jefes de jefe de policía, trató de imponer la mano
dura y no solucionó nada, tiene graves problemas con los hospitales,
volvió a inaugurar hospitales que había inaugurado (Eduardo)
Duhalde, tiene problemas con las escuelas y las reformas edilicias que
encaró no llegaron a tiempo para la inauguración del ciclo
lectivo.
Finalmente, en sintonía con la sospecha de muchos oficialistas,
Pascual vinculó la estrategia de Ruckauf a la actitud de Hugo Moyano,
que convocó para este viernes a un nuevo paro nacional. Está
impulsando una actitud de crear caos en la ciudad de Buenos Aires para
tratar de ver si el gobierno de De la Rúa se cae y puede llamar
a elecciones anticipadas, a ver si él tiene suerte y es presidente,
acusó Pascual.
La réplica no tardó en llegar. Hablar de que Ruckauf
está impulsando un golpe de estado es un desatino y un exabrupto.
Esa preocupación responde a la ingobernabilidad de la administración
central, pero sucede contrariamente a lo que ocurre en la provincia de
Buenos Aires, donde el gobernador administra con rapidez para dar respuesta
a la gente, sostuvo Caselli, uno de los pesos pesados de la administración
bonaerense. Lo que debería hacer Pascual es sacar las leyes
para que el Presidente empiece a gobernar porque, lamentablemente, el
radicalismo está preocupado por la derrota que va a sufrir en las
elecciones de octubre, concluyó.
EL
FRENTE GRANDE COMENZO A REARMAR SU CONDUCCION
Una silla
vacía para Chacho
Luego de dos encuentros de catarsis,
el Frente Grande dio un primer paso hacia la constitución de un
nuevo órgano de conducción que llene el vacío dejado
por Carlos Chacho Alvarez. En una reunión en el Círculo
de Ex Legisladores, los principales dirigentes del FG decidieron constituir
una mesa ejecutiva, integrada por ocho personas que aún no fueron
definidas. La jefatura del nuevo organismo quedó reservada a Chacho,
por si en una de ésas decide volver.
Luego de las declaraciones en las que Alvarez anunció su retiro
de la actividad partidaria y su virtual pase a la oposición,
los consternados frepasistas intentaron, sin éxito, construir algún
organismo que reemplace la conducción del jefe máximo. Sin
embargo, las primeras reuniones se dedicaron a la autocrítica y
no se llegó a ningún acuerdo.
Ayer, por tercera vez luego del shock de declaraciones de Chacho, las
principales figuras se juntaron para discutir el futuro del partido. La
Carta Orgánica prevé una mesa ejecutiva (más ágil
y con menos miembros que la mesa nacional) que hasta el momento no se
conformó. Ayer se decidió ponerla en marcha cuanto antes,
para que se ocupe de fijar el rumbo de la fuerza, diseñar las estrategias
electorales y, sobre todo, negociar con el radicalismo la complicada ingeniería
de las listas para octubre.
Aunque no avanzaron en la definición de los nombres, hay un acuerdo
más o menos general en que podrían sentarse Aníbal
Ibarra, Darío Alessandro, Juan Pablo Cafiero, Graciela Fernández
Meijide, Rodolfo Rodil y dos representantes del interior, que podrían
ser el neuquino Oscar Massei y el cordobés Horacio Viqueira. La
jefatura de la mesa quedaría vacía, a la espera de la vuelta
de Chacho.
Además de la nueva instancia de conducción, los frepasistas
repasaron ayer la situación distrito por distrito y ratificaron
la importancia de fortalecer la Alianza con la UCR, aunque no avanzaron
en la discusión de nombres o candidaturas. Decidieron convocar
al congreso nacional del partido en julio, para cumplir con las formalidades
legales y darle un nuevo envión a la mesa federal, que integran
los jefes partidarios en cada provincia.
En otro tramo del encuentro, los principales dirigentes frentistas -entre
los que se encontraban Ibarra, Fernández Meijide, Cafiero y Alessandro
fijaron cuatro puntos básicos que el partido se comprometerá
a impulsar en todas las instancias: la profundización de las políticas
sociales, la reforma política, la transparencia y las políticas
económicas activas. La reunión tuvo un tono más
propositivo que las dos anteriores, resumió Alessandro cuando
concluyó el encuentro.
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