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 La
noche le dio una nueva oportunidad a Guillermo Cañas en Roland
Garros cuando el argentino perdía 4 a 2 en el quinto set ante el
australiano Lleyton Hewitt, sexta raqueta del mundo, en la ronda de octavos
de final, y cuando el partido ya llevaba 3 horas y 44 minutos.
Cañas, 82º en el ranking, había comenzado el partido
con un tenis superlativo que lo llevó a tener ventajas de dos sets
a cero, ya que el jugador de Pablo Martín había ganado los
parciales iniciales por 6–3 y 7-6 (7–3). La segunda parte del
partido fue para Hewitt, llamado a ser un futuro número uno, según
la opinión de las personalidades más importantes del tenis
mundial. El número seis en el escalafón internacional ganó
el tercero y cuarto set con comodidad, apuntándose 6–2 y 6–3,
y en el parcial definitivo, con un break a su favor, extendía su
dominio por 4 a 2 –sacaba Cañas– hasta que se acabó
la luz del sol en París.
Siempre se dice cuando un partido se suspende de un día para el
otro que es otro partido. Seguramente esto debe pensar y esperar Cañas
y su muy buen grupo de trabajo. Entonces hoy, cuando también se
presentará Franco Squillari ante el ex número uno del mundo
Andre Agassi, Cañas buscará revertir una situación
por demás crítica.
Es probable que Cañas haya sentido el desgaste físico de
su victoria del viernes ante el inglés Tim Henman, cuando terminó
ganando 7–5 en el quinto set, teniendo en cuenta que también
jugó otros cinco ante el español Alberto Martín en
segunda ronda. Y más aún si se tiene en cuenta que Hewitt,
por su parte, apenas jugó un par de sets ante el estadounidense
Andy Roddick, quien debió abandonar lesionado.
Los observadores coincidieron ayer en señalar que el encuentro
entre el argentino y el australiano fue de muchísima calidad, un
choque entre dos jugadores que demostraron encontrarse en momentos de
tenis muy dulce. Y se notó su aptitud para jugar sobre superficies
lentas.
En tanto, hoy comenzó la participación de los tenistas argentinos
en el torneo juniors. La tigrense Gisela Dulko, quien es firme candidata
al campeonato mundial Sub–18 de la temporada, logró un fácil
triunfo sobre la china Chia–Jung Chuang por 6–2 y 6–1.
También ganó María José Argeri al eliminar
a la eslovaca Dominika Nociarova por 7–6 (10–8), 2–6 y
6-3.
Entre los varones, Luciano Vitullo, cuya carrera está dirigida
por el grupo de Paul Annaconne, entrenador de Pete Sampras, superó
al alemán Bastian Groenfeld por 7–5, 4–6 y 6–3.
Finalmente, un par de frases para el duelo que hoy, junto con la resolución
del pleito entre Cañas y Hewitt, acaparará la atención
argentina: la revancha que busca Squillari ante Agassi. El zurdo la tiene
clara: “Tendré que salir fuerte, intentando mandar con mi
drive”, anticipó Squillari, en lo que no será ninguna
sorpresa con relación a su forma de jugar. “Es un tenista
fuerte, especialmente en polvo, una especie de nuevo Thomas Muster. Nuestro
único partido anterior fue brutal”, tiró el interminable
Agassi en una especie de elogio para el argentino.
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