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LOS REALITY GAME SHOWS EN ETAPAS DE DEFINICION
La gente contra �los malos�

Eleonora, que fue parte de un complot, resultó expulsada de la casa de �Gran Hermano� por un 84 por ciento de los votos. Daniel, líder de �los duros� de �El Bar�, perdió ante Federico, su pollo, el pase a la final.

Por Verónica Abdala

1 Eleonora, la novia de Gastón, el más cuestionado de los participantes de “Gran Hermano”, se fue de la casa el sábado por la noche, entre sollozos. Antes de atravesar la puerta que divide el mundo real del mundo televisado, miró por última vez a sus compañeros con gesto de resignación. En ningún momento, desde que supo que estaba nominada, había aceptado la posibilidad real de tener que abandonar del programa. Es probable, entonces, que no supiera que el público no le perdona el complot de la semana anterior, pensado para perjudicar a Tamara. El complot fue abortado a tiempo por el Gran Hermano que, en una polémica intervención, anuló los votos de Gastón, Eleonora y Fernando, salvando a la rubia Tamara de la nominación. ¿Son Gastón y Tamara, junto a Santiago los favoritos de la producción?
El plan con que esperaban lanzarse hacia la recta final los integrantes de ese triángulo amistoso y ¿amoroso? –Eleonora, su novio, que se dice bisexual, y Fernando– estaba siendo seguido por casi dos millones de personas, cosa que ellos parecían haber olvidado. Apenas tuvieron la oportunidad, al verla nominada, los votantes telefónicos la obligaran a retirarse, con el 84 por ciento de los votos. La producción del programa ya sabía a mitad de semana, por el porcentaje abrumador de votos en su contra, que Eleonora dejaría la casa. Incluso, prepararon una producción para recibirla, en que jugadores y ex jugadores del club Independiente, del que es hincha, la invitaban al partido con Racing Club.
“Nos parecía que como ésta era una situación difícil para ella debíamos darle la mejor bienvenida y dejar para otro momento las preguntas sobre el complot”, se excusó Soledad Silveyra al terminar el programa, en que los restantes eliminados habían recibido a Eleonora con desdén. Ella, que parecía interrogarlos con la mirada, parecía desconcertada ante la revelación de que cada uno de sus movimientos y palabras –sobre todo los que supuestamente contradicen las reglas a las que están sujetos los participantes– eran, no sólo archiconocidas por todos, sino además condenables. Mientras Eleonora se encontraba con la verdad de que la vida real está afuera, y no adentro, por las pantallas gigantes del estudio se veía amplificado el gesto de preocupación de los sobrevivientes Fernando y Gastón, que hicieron un complot y perdieron. Van 85 días de los 112 que debe durar la versión argentina de un éxito internacional. Y quedan seis participantes, cuatro varones y dos mujeres.

2 El gesto soberbio con que Daniel Granelli se retiró el viernes de la casona de San Isidro fue coherente con el espíritu con que afrontó “El Bar”. El gran rival de Eduardo, cabeza del grupo de los “No alineados”, se fue con la mandíbula apuntando al techo, intentando ocultar la sorpresa que le produjo verse derrotado en el último “banquillo” por su amigo y protegido, su “cachorro”, Federico Blanco. Luego, en una entrevista con Daniel Tognetti, insistiría en su perfil de hombre fuerte, más allá de cualquier problema. Federico, que idolatró a Daniel desde el inicio del ciclo, legitimando su liderazgo, había festejado con un grito su triunfo, sacudiendo la cruz que lleva al cuello. Luego, saludó diplomáticamente a Eduardo, el primer finalista, elegido por el público. El viernes –se contará un punto por cada peso recaudado en el bar, un punto por cada voto en Internet y tres por cada llamado telefónico–, el ganador se alzará con cien mil pesos.
Eduardo, el poeta melancólico de San Telmo, se rodeó para esta semana de competencia final de su novia dentro de la casa, Julieta, de Maxi y de Juampi. Federico prefirió a su novia dentro del juego Yael, a Mónica, novia de Daniel, y a Celeste, enfrentada a muerte con Eduardo desde el momento en que le recordó, queriendo ser chistoso, que “su verdadero nombre es Carlos”. A recaudar, muchachos, que se acaba el mundo, parece ser el mensaje que está flotando en el viento de “El Bar”.

 

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