Por Eduardo Tagliaferro

Lo dijo luego de un extenso rodeo y con lágrimas en los ojos, “las órdenes provenían del Poder Ejecutivo Nacional”. Esa fue la respuesta del ex ministro Antonio Erman González, frente al juez federal Jorge Urso y el fiscal Carlos Stornelli. Los funcionarios judiciales pretendían saber quién fue el promotor y jefe de la asociación ilícita que impulsó la venta ilegal de armas. Decir que fue el Ejecutivo e imputar a Carlos Menem es casi lo mismo. Cuando el magistrado todavía evaluaba los dichos del ex contador de los Yoma, se encontró con el nuevo escrito, ahora firmado por Menem, reclamando permiso para viajar a Siria. Coincidencia o no, el ex presidente viene reiterando su voluntad de salir del país en el mismo momento en que aparecen testimonios judiciales que lo comprometen. El magistrado adelantó la fecha de las indagatorias: citó a Martín Balza para mañana y al ex presidente para pasado mañana.
El reiterado reclamo de Menem para salir del país, fortalece las dudas que tienen en los tribunales federales acerca de su voluntad de testimoniar frente a la Justicia. “Si se va no vuelve”, repiten con insistencia en Comodoro Py.
La sospecha de que la luna de miel sólo contempla un viaje de ida, cobra mayor fuerza luego de que Erman admitiera la responsabilidad del ex presidente en la maniobra. El ex ministro hizo cien piruetas para no mencionar a Menem pero terminó responsablizándolo cuando, a regañadientes, dijo “el Poder Ejecutivo era quien ordenaba todo lo relativo a la venta de armamento”. El artículo 87 de la Constitución Nacional no deja lugar a dudas: “El Poder Ejecutivo de la Nación será desempeñado por un ciudadano con el título de “Presidente de la Nación Argentina”. Cuando los funcionarios quisieron saber “quién del Ejecutivo”, el contador riojano no dio nombres, pero la sospecha quedo flotando en el recinto. Quienes recorren los tribunales admitían que “Menem no fue un Presidente con poca personalidad. Si hasta sus propios seguidores lo llamaban `el jefe’”.
Tanto la defensa de Menem, como la de Balza se mostraron sorprendidas por el adelantamiento de las audiencias. Las nuevas fechas no podían haber llegado en peor momento: ayer un vocero del departamento de Estado norteamericano, afirmó que luego de una investigación, “no sabemos de ninguna acción del gobierno de los Estados Unidos que alentara la transferencia de armas de Argentina a Croacia” (ver aparte). Así se derrumba uno de los últimos argumentos esgrimidos por Balza y el propio Menem, la existencia de una razón de Estado al calor de las relaciones carnales.
“Es un grave ataque al derecho de defensa, no hemos tenido tiempo de puntear los 107 cuerpos del expediente. Yo estoy sorprendido y el ex presidente lo está mucho más”, dijo Mariano Cavagna Martínez, cuando se conoció el adelantamiento de la audiencia, que estaba fijada para el 13 de julio. El defensor del ex Presidente agregó que “pedirá una prórroga”.
Todo indica que no la conseguirá. “Hace 73 días que (sus abogados) conocen los cargos que se le imputan a Menem y 30 que se presentaron en el expediente”, comentaban en los tribunales federales. También señalaban que “ayer fue el primer día que dos abogados pertenecientes al estudio Cavagna Martínez tomaron notas” de algunas de las más de 2 mil fojas que se acumularon en seis años de investigaciones. Hasta el momento los letrados se habían limitado a sostener que detrás de la venta ilegal de armas había una poderosa razón de Estado que iba de la mano de una definición de “alta política internacional”, como denominan al alineamiento con Estados Unidos.
Quienes siguen la causa judicial afirman que detrás de los argumentos de los defensores del ex presidente, hay una clara opción por una defensa política. Estrategia que pone en segundo plano los argumentos jurídicos. Cuando se refieren a su cliente (Menem), los abogados reconocen que su situación debe ser analizada en tres planos: el político, el mediático yel jurídico. “Está muy difícil”, suelen repetir al analizar los aspectos políticos y mediáticos que rodean al affaire, del jurídico no hablan.
Antes de conocerse la resolución de Urso, Cavagna Martínez se había apersonado al despacho del magistrado. Llevaba nuevamente el escrito que pedía autorización para que Menem saliera del país. En esta ocasión, la firma del ex presidente iba al pie del reclamo.
El pedido aparecía como inocente. “El viaje cuya autorización solicito, es a los fines de visitar a mi familia en la República Arabe de Siria, en compañía de mi señora esposa; Cecilia Bolocco de Menem, a quien deseo presentar ante mis familiares, como resulta habitual, y por elementales razones de respeto hacia mis mayores” fundamentaba la presentación.
La defensa no lo explicitó, pero se especulaba que buscaban recusar a Urso si éste negaba el permiso para viajar a Siria. No lo dijeron pero argumentarían la existencia de cierta animosidad por parte del magistrado. “No sabemos, estamos estudiando las distintas alternativas”, respondió Cavagna Martínez cuando le preguntaron si recusaría al juez que investiga la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador. “De hecho nos denegó el pedido de salir del país”, dijo demostrando que el viaje que tenía por escala París y como último destino Damasco y Yabrud, es una obsesión en el entorno menemista.
En Comodoro Py entreven que una de las preocupaciones que acecharía a Menem, es la de estar lejos del país cuando le toque declarar a Balza. La sola mención por parte del ex jefe del Ejército de que se limitó a obedecer ordenes significaría señalar al ex presidente como el máximo responsable. En el expediente está acreditado que el armamento argentino que apareció en los Balcanes pertenecía al Ejército. También está probado que faltan 8 cañones italianos Otto Melara y otros cañones Citer. “¿General Balza, quién dio la orden para enviar armas del Ejército a Croacia?”, será una de las casi seguras preguntas que deberá enfrentar quien durante casi nueve años dirigió la fuerza. La respuesta es uno de los tantos temores que rondan al ex presidente. Por si fuera poco, el virtual reconocimiento de Erman es otro obstáculo a superar.

“LA POLITICA DE ARMAS LA DECIDIA EL EJECUTIVO”
Erman dejó expuesto al Jefe

Por Adriana Meyer

Erman González hizo enormes esfuerzos para no nombrar al ex presidente Carlos Menem, durante las tres horas de declaración indagatoria ante el juez Jorge Urso. “Daba tantas vueltas para no mencionarlo que casi se perdía el hilo de sus respuestas”, describieron ayer en Tribunales. Sin embargo, ya fatigado y vencido, reconoció que la política de venta de armas al exterior la decidía “el Poder Ejecutivo Nacional”. Con la Constitución Nacional en la mano, los investigadores comentaban luego que para la Carta Magna (ver nota central) el Poder Ejecutivo no es otro que el Presidente.
El detenido ex ministro menemista llegó temprano a los tribunales federales de Retiro, proveniente del Escuadrón Buenos Aires de la Gendarmería donde está detenido desde el 23 de mayo por disposición del juez en lo penal económico Julio Speroni, acusado de contrabando agravado. Pero ayer lo convocó Urso, ante quien negó ser el “organizador” de la asociación ilícita que perpetró la maniobra de la venta de armas.
El juez le preguntó a Erman quién ideó la exportación de material bélico durante la administración de Carlos Menem y quién inspiró los decretos. González explicó que el objetivo de la venta de armas apuntaba a “propender la exportación de productos no tradicionales”. Según fuentes judiciales, el ex ministro de Defensa reseñó que “la producción de armas para la defensa y su posible venta comenzó en la Argentina en 1985, durante la gestión del ex presidente Raúl Alfonsín”. Pero cuando lo interrogaron sobre quién generaba los decretos que posibilitaban la venta de armas, respondió que el procedimiento “se iniciaba y culminaba en Fabricaciones Militares”. Sin nombrarlo, apuntó directamente al ex interventor de Fabricaciones Militares Luis Sarlenga, también procesado en esta causa. Pero el magistrado quiso precisiones. “¿Acaso la opinión de un empleado de Fabricaciones Militares es obligatoria para el Presidente de la Nación?”, le preguntaron. Y Erman ensayó una respuesta no muy convincente para sus interlocutores. “Se fue por la tangente”, refirió a Página/12 uno de ellos.
Quienes escuchaban se asombraron de los fatigosos subterfugios a los que acudía González para no nombrar al ex presidente Carlos Menem, aún en aquellos momentos en que era inevitable en su relato aludirlo funcionalmente. “Parecía la época en que estaba prohibido mencionar a Perón pero era paradójico que fuera un peronista el que evitaba nombrar a Menem”, bromeó uno de los investigadores.
Erman trató de argumentar que no es el organizador de una asociación ilícita, tal como sostienen el fiscal y el juez. Y también dijo ser inocente respecto de la acusación de contrabando, aunque ese delito no corresponde al proceso que encabeza Urso.
Durante tres horas y veinte minutos, González, de 65 años, respondió a las preguntas del magistrado y del fiscal Carlos Stornelli, asistido por su abogado y su fiel secretaria Liliana. Al finalizar el interrogatorio Erman lucía abatido, con los ojos enrojecidos. Cuando uno de los asistentes de Urso le comunicó que podía ampliar su declaración las veces que quisiera, agradeció con la voz quebrada. A las 13.50 abandonó el edificio de Comodoro Py 2002 a bordo de un automóvil civil y custodiado por efectivos de Gendarmería, rumbo a su lugar de detención.
Desde el jueves pasado el ex ministro de Defensa figura como preso en dos expedientes por la venta de pertrechos bélicos: el que conduce Urso y un sumario conexo que instruye el juez Julio Speroni, del fuero Penal Económico. Speroni procesó a Erman porque consideró que la firma de los decretos había posibilitado la maniobra de contrabando de armas.
Días atrás, la sala II de la Cámara Federal porteña rechazó un recurso presentado por la defensa para que revoque el procesamiento de Erman. Por eso, Archimbal prepara el recurso de queja con el que acudirán a Casación.
Hasta ahora González está procesado sólo por falsedad ideológica (en la causa de Urso) y por haber firmado los decretos que posibilitaron elcontrabando agravado (en la de Speroni). La pesadilla que Erman creyó terminada continúa. Urso se tomará los diez días para resolver su situación es muy probable que decida procesarlo como organizador de la asociación ilícita que armó la maniobra de las armas, y le dicte la prisión preventiva.

El Departamento de Estado quebró la estrategia defensiva menemista Un vocero del gobierno norteamericano negó que haya habido pedidos para que Argentina mandara armas a Croacia. La declaración desbarata el principal argumento del menemismo: que la venta de armas fue una decisión política, una razón de Estado. Tensa cumbre en el Hotel Presidente.

Por Diego Schurman

Nada más cercano al infierno. Carlos Menem aún no podía salir de su asombro por la decisión del juez Jorge Urso de adelantar más de un mes su indagatoria (ver nota central) cuando se enteró de que Estados Unidos negó oficialmente haber alentado la ventas de armas a Croacia. Washington tiró así por la borda una de las estrategias de defensa que pensaba explorar el menemismo: que la operación no es materia judiciable por tratarse de una cuestión de Estado.
La postura norteamericana se conoció por boca de Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado, al responder una pregunta de la prensa. El textual del breve diálogo fue el siguiente:
–El ex presidente argentino Menem dijo en un reportaje el fin de semana que había una ligazón entre la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador durante el embargo de armas. Dijo que los Estados Unidos estaban completamente al tanto de las ventas de armas e indicó que eso se hizo con aprobación norteamericana. ¿Conocen la entrevista?
–Sí, supimos del reportaje. Ordené a gente mía que lo chequeara, y no sabemos de ninguna acción del gobierno de los Estados Unidos que pudiera haber alentado esto: que pudiera haber alentado la transferencia de armas de la Argentina a Croacia durante el conflicto. Se trata de un asunto que están investigando las autoridades judiciales correspondientes en la Argentina, y pienso que por el momento les dejaremos el tema a ellas.
El periodista y Boucher hicieron alusión al reportaje de “Sábado Bus”. En ese programa el ex presidente blanqueó su estrategia de defensa. “Yo les sugiero al señor juez y al señor fiscal que tengan en cuenta lo que significa el bloqueo por parte de Estados Unidos. No podía entrar una sola arma sin que fuera detectada”, le dijo a Nicolás Repetto.
La línea argumental había sido estudiada en las oficinas de Rodolfo Barra. El ex ministro de la Corte siempre sostuvo que el desvió de armas, por su envergadura, no pudo haberse producido sin la complicidad de otros estados. “No podrían haber llegado materialmente a Croacia sin la anuencia de Estados Unidos y varios países europeos”, se escuchó más de una vez en boca del ex operador menemista.
Tras su incursión televisiva, Menem se entusiasmó con la idea. A tal punto que al otro día encomendó a su amigo Alberto Kohan a realizar una travesía para conseguir respaldo internacional. Washington era una parada obligada y así lo reconoció el propio ex funcionario.
“Voy a realizar un viaje con varios destinos. Estados Unidos es uno de ellos. No me quiero extender en el tema porque faltan ajustar algunos detalles. Pero vamos a contar nuestra campana de los hechos de la misma manera que lo hicimos cuando viajé a Brasil para entrevistarme con el presidente Cardoso”, reconoció Kohan a este diario.
Desesperado por las noticias que le llegaban de Estados Unidos –casi al mismo tiempo que Urso adelantaba su citación para pasado mañana–, Menem organizó un encuentro con sus abogados y colaboradores en el Hotel Presidente. Allí fueron llegando Mariano Cavagna Martínez, Carlos Corach, César Arias, Eduardo Menem y Adrián Menem, entre otros.
Todos coincidieron en la necesidad de ganar tiempo. Por eso Cavagna Martínez delineó un pedido de prórroga de la citación, originalmente prevista para el 13 de julio. De la sorpresa Eduardo Menem pasó a la bronca y blasfemó por la decisión de Urso. “Está hecho un demonio”, se escuchó con sorna cerca de Corach. Se refería al juez, claro, y no al hermano del ex mandatario.
Adrián Menem, en cambio, blandió una vez más las banderas de la persecución política. “Sin ningún argumento no dejaron que Menem salga del país y encima adelantan su citación”, refunfuñó.
–Se supone que la declaración de Erman González lo compromete.
–En absoluto. Acá hay un complot para que Menem vaya preso. ¿Cómo se entiende que se entere de la citación después que la prensa?
–¿Complot de quién?
–Mire, acá Stornelli habla más de lo que tendría que hablar, hay una intencionalidad...
El sobrino del ex presidente ya había apuntado los dardos contra el fiscal de la causa. Y tiene en la gatera una presentación para pedir su remoción, aunque muchos aseguran que esa embestida podría empeorar la situación de Menem.
Adrián también había señalado al secretario de Empleo, Horacio Viqueira, como fogonero de la causa armas, en complicidad con Stornelli, por su “odio visceral” a su tío. El frepasista le respondió ayer mismo. “La relación de conocimiento personal con Stornelli no es lo que determina la decisión judicial si no que son las pruebas aportadas en las causas”.

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