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Ostuni, Baylac y Gallo tienen muy graves problemas de comunicación

Ostuni, actual vocero presidencial, cuestionó públicamente las recientes declaraciones de Baylac, quien asegura que será su sucesor. Otros cruces dentro del propio Gobierno. La posible solución.

El todavía vocero presidencial, Ricardo Ostuni, y quien se presenta como su inminente sucesor, el diputado Juan Pablo Baylac, tuvieron ayer un duro cruce que preanuncia que el mentado recambio no será del todo pacífico. Ostuni estuvo a la tarde reunido con el presidente Fernando de la Rúa y le explicó los motivos de su desacostumbrada crispación. Finalmente, habría una especie de acuerdo: Ostuni seguiría como vocero, el actual subsecretario de Comunicación, Ricardo Rivas, pasaría a depender de él, mientras que Baylac se haría cargo de la subsecretaría en una función de “nexo” entre el gobierno y los medios.
“Este tema del ingreso de Baylac es demasiado conversado y el señor Baylac habla por adelantado demasiadas cosas y todavía no tiene su designación”, explotó ayer Ostuni cuando llegó a la mañana a la Casa Rosada. El vocero dejó ayer su habitual mesura de lado, luego de que durante el fin de semana Baylac comenzara a detallar su visión sobre los problemas de comunicación del Ejecutivo y cómo sería su sistema de trabajo una vez que pasara a ocupar la oficina de Ostuni. Por eso, el vocero lo acusó ayer de “hacer operaciones de prensa” y de mantener una “actitud desacertada”. Como supuso que el escandalete no le caería nada bien a De la Rúa, Ostuni voló hacia el despacho presidencial para detallarle lo ocurrido. “Este hombre dice que estamos haciendo todo mal y la gente que trabaja conmigo piensa que ya está despedida. Alguien tenía que salir a decirle algo”, le explicó Ostuni al Presidente.
Los problemas comunicacionales del Gobierno son de larga data. Ya al poco de asumir De la Rúa, varios dirigentes del oficialismo comenzaron a mostrar su disgusto por la forma en que la Alianza transmitía sus decisiones. El trabajo de erosión tuvo efecto a partir del último recambio de gabinete. Desde su llegada a la secretaría general de la Presidencia, Nicolás Gallo buscó ponerse al frente de la política informativa de la Rosada. Primero consiguió que la vocería quedara a su cargo, tomando funciones del secretario de Comunicación, Darío Lopérfido, quien entonces anunció que pasaría a dedicarse de lleno a la conformación de un multimedios estatal.
Además, Gallo prometió más cambios en el área que todavía siguió recibiendo críticas desde el radicalismo, aún desde el propio delarruismo. El fin de semana, se confirmó la versión del reemplazo de Ostuni por Baylac, un rumor que ya tenía su historia pero que volvió a cobrar fuerza en los últimos días. El diputado bonaerense nunca disimuló sus ganas de ponerse al frente de la vocería pero en esta ocasión su deseo fue refrendado por Gallo.
“Hace falta fortalecer esa área”, admitió ayer el secretario general, por lo que confirmó el ingreso de Baylac que se estaría concretando la semana que viene a un lugar de la subsecretaría de Medios o de Prensa. “Baylac estaría a cargo de todo lo que significa la comunicación del gobierno”, insistió Gallo.
Más tarde, se había llegado a una fórmula que parecía consensuada y que serviría para evitar nuevas peleas. No habría reemplazos y sí reacomodamientos. Ostuni permanecería en el cargo de vocero y se le permitiría incorporar gente para conformar una pequeña infraestructura. En ese recambio, sumaría Rivas, quien dejaría vacante la subsecretaría de Comunicación para que la ocupe Baylac. Todavía no estaba claro cuáles serían las funciones que desempeñaría cada uno. Antes de llamarse a silencio hasta que se haga un anuncio oficial, Baylac entendía que su ingreso estaría revestido de atribuciones tales como, por ejemplo, poder de decisión en los contenidos de la programación del multimedios estatal. “Hay que construir un escenario defensivo y ofensivo, en el marco de la comunicación, con dirigentes, agenda y temas”, se entusiasmó.

 

 

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