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MANUEL WIRTZ EXPLICA EL SENTIDO DE “CHICOS AL ATAQUE”
Un clown, pero sin maquillaje

El músico y animador cuenta que el programa que conduce desde ayer fue concebido para �dar espacio a los reclamos de los pibes�.

Por Emanuel Respighi

Rodeado de chicos y haciendo gala de su histrionismo, Manuel Wirtz debutó ayer al frente de “Chicos al ataque”, un nuevo programa infantil que irá de lunes a viernes a las 17, por Canal 13. Estudiante de teatro, mimo y clown, Wirtz inició el ciclo con la intención de recuperar un espacio que cree que la TV abierta le debe a los más chicos desde hace tiempo. “La vida que le hacemos vivir a los chicos es de terror. Es un mundo hecho por los grandes para los grandes. A los pibes no se les da bola. ¿Quién respeta hoy los derechos del niño? ¿Quién protege a un pibe de la calle? Nadie. Desde arriba para abajo, y viceversa. Los pibes están muy solos”, dice el conductor, a la hora de explicar el sentido de su nuevo espacio.
El programa marcó la vuelta de Wirtz a la conducción infantil tras ocho años de ausencia, cuando decidió terminar con “No te quedes afuera”, el ciclo con el que ganó un Martín Fierro, para dedicarse de lleno a la música. En su retorno, el también cantante melódico estuvo acompañado por un grupo de chicos que se encargaron de hablar a sus congéneres televidentes sobre política, espectáculos, deportes e información general. “Los canales no están haciendo cosas para chicos. Sólo está `Pulgas en el 7’. Es una buena oportunidad la que me da el 13, que apostó al clásico horario de las 17, en el que años atrás muchos nos sentábamos a tomar la leche y mirar TV”, recuerda Wirtz a Página/12.
–¿Cuál es la idea de “Chicos al ataque”?
–Es un programa para los chicos que también interesará a los grandes, porque van a suceder cosas que tienen que ver con ellos. Por ejemplo, el tema de Aerolíneas Argentinas es un problema que incumbe a todos los argentinos. El cuidado del medio ambiente o el país que queremos también tiene que ver con los chicos. Lo que vamos a plantear es la necesidad de los pibes de ser escuchados. Más que nunca hay que darles un espacio a los reclamos de los pibes. Sin dejar de lado el entretenimiento, la risa o la fantasía de un cuento, la idea es brindar un espacio donde puedan canalizar sus inquietudes, ya sea en lo artístico, cultural o social.
–Sin embargo, se observa una clara intención de atrapar la atención de los adultos...
–La idea es que el programa sea un buen pretexto para que también se enganche el entorno de los chicos. Soy un defensor de la necesidad de que los pibes tengan siempre una contención cuando ven televisión. No es cuestión de que se enchufe a los pibes a la pantalla y que devoren pasivamente todo sino que lo piola es que haya alguien compartiendo con ellos lo que miran. Porque hay situaciones que los pibes no pueden descifrar por sí solos. Por eso el objetivo del programa es encontrar un lenguaje común entre los chicos y los padres.
–¿Por qué cree que tiene tan buena relación con los más chicos?
–No sé. Sé que tengo una buena química, que me llevo bien con ellos. Tendrá que ver con el hecho de que soy un pibe más, que tengo incorporados elementos que están ligados a la naturaleza de los pibes. Tal vez porque no quiero crecer... Me gusta mucho estar con los chicos, me siento en mi salsa. Yo tengo alma de payaso, y creo que los payasos tienen algo especial con los pibes. Porque los payasos son torpes como los chicos; pícaros como los chicos; no son ni buenos ni malos sino que simplemente son, como los chicos. Tal vez sea esta cosa de payaso que tengo lo que me una a ellos.
–Hizo teatro, mimo, clown, música y conduce en TV. ¿No está satisfecho?
–Como parte de la raza de los artistas, esos tipos que están pensando qué cosa hacer para comunicar cosas sobre un escenario. Y tuve el don de que a través del mimo, el clown, la actuación y la música puedo decir un montón de cosas. Estoy aprovechando eso. Creo que se trata de jugar y de ser uno haciendo lo que le da satisfacciones. Eso hice en todo este tiempo.

 

 

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