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 Aeropuerto de Resistencia. El
presidente De la Rúa, acompañado por el gobernador chaqueño
Angel Rozas y un grupo de funcionarios nacionales, se dispone a dirigirse
al Domo Centenario, para presentar el plan Jefas de Hogar. Ante la hiperkinesis
del ministro Domingo Cavallo, De la Rúa no quiere quedar opacado,
y lanzar un nuevo plan asistencial siempre es rentable en términos
de imagen. Pero, en el Domo, un galpón con paredes de chapa ubicado
a 15 cuadras del centro de Resistencia, decenas de manifestantes ingresan
estruendosamente, en repudio a la visita presidencial. Adentro, cientos
de mujeres se asustan, y a los empujones, salen del recinto. Otra vez
se empaña un acto de De la Rúa, que decide no ir al Domo,
y se dirige a Pampa del Indio a inaugurar obras contra las inundaciones.
Eso sí: la Fuerza Aérea aclara que el cambio fue “por
razones meteorológicas”.
El plan Jefas de Hogar beneficiará a 1500 mujeres desocupadas,
que recibirán un subsidio de 130 pesos mensuales a cambio de finalizar
sus estudios, y es una apuesta fuerte de la Presidencia. Con ese objetivo,
De la Rúa iba a presidir el lanzamiento, junto a Rozas, la primera
dama Inés Pertiné, los ministros de Infraestructura, Carlos
Bastos, y de Desarrollo Social, Juan Pablo Cafiero, y al futuro subsecretario
de Comunicaciones, Juan Pablo Baylac. La gira se completaba con una visita
a la estancia Don Pano, del empresario Eduardo Eurnekian, y con otra a
Pampa del Indio. Una provincia administrada por el radicalismo, y con
una agenda completa de inauguraciones, no parecía traer riesgos
para la comitiva.
“No me afecta en absoluto que haya quienes tengan algún reclamo
que hacer, con mucho gusto los atiendo si es preciso”, decía
el jefe de Estado pasadas las 11.30, apenas desembarcado del Tango 02
y mientras el clima en el Domo Centenario se había recalentado.
Quizás a eso se referían en Fuerza Aérea cuando argumentaron
“razones meteorológicas” para el cambio de agenda.
De todos modos, el acto se hizo igual, a las 13, pero en una solitaria
Casa de Gobierno local y con la presencia de “Juampi” Cafiero,
ya que De la Rúa se trasladó en helicóptero a la
estancia de Eurnekian. Y además el ministro se reunió con
algunos de los desocupados chaqueños, ante quien reconoció
que “debemos erradicar el canje de ayuda social por el voto”.
La cuestión es que otra vez De la Rúa tuvo que padecer obstáculos
en público, como en diciembre pasado, cuando lo zamarreó
en un estudio televisivo un militante de HIJOS, o en Mar del Plata en
mayo, cuando fue silbado en un acto de la Marina. El terror en el entorno
presidencial a las exposiciones del Presidente también llevó
a suspender el desfile del 25 de mayo, por supuestos motivos “presupuestarios”.
En el caso chaqueño, por el frustrado acto en el Domo, todas las
miradas apuntaron al jefe de la Policía local, Emilio Chejolán.
Ya en Pampa del Indio, De la Rúa inauguró las defensas definitivas
sobre el Río Bermejo, que protegerán a 80 mil hectáreas
de posibles desbordes de ese curso. El primer mandatario, ante un auditorio
de dos mil personas pero bastante tranquilo, dijo que en esa zona “no
viven de los chismes, de las críticas fáciles, sino del
trabajo honrado, el esfuerzo compartido y la confraternidad de los habitantes”.
Después, el Presidente y parte de su comitiva regresó a
la estancia de Eurnekian, donde, entre charlas sobre el futuro de Aerolíneas,
visitaron los campos de algodón del empresario.
AMET,
sin elecciones
Después de más
de dos años de intervención del Ministerio de Trabajo en
la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica,
el gremio había logrado un fallo favorable de la Justicia para
convocar a elecciones. El Juzgado Nacional de primera Instancia del Trabajo
Número 60 de la Capital Federal fijó fecha de comicios para
el 16 de mayo pasado. Cinco días antes, el sector interno encabezado
por Héctor Gazzotti presentó un recurso de amparo para suspender
la elección. Desde entonces, el proceso está paralizado
y el gremio queda excluido de toda negociación que involucra a
los ex docentes dependientes del Ministerio de Educación de la
Nación.
El conflicto interno en AMET se remonta a abril del ‘98. En ese momento
el congreso del gremio convocó a elecciones para el 4 de noviembre
del ‘98. La conducción de la Regional Buenos Aires se presentó
al proceso con la Lista 7 Celeste y Blanca-Federal. La junta electoral
del sindicato no oficializó esa lista “por no cumplir con
los requisitos establecidos en el Estatuto”. Ante el rechazo se presentó
ante el Ministerio de Trabajo y obtuvo la oficialización de la
lista. Según denunció el sector que encabeza Sara García
“estando en curso el proceso electoral, Ramón Matkovic en
el doble carácter de apoderado y candidato de la Lista 7 (condición
expresamente prohibida por el Estatuto de AMET) se presentó dos
días de la fecha de votación con un amparo y logró
la suspensión de los comicios. Finalmente la Justicia los planteos
pero el mismo sector volvió a impugnar y paralizó la normalización.
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