Por Ariel Greco
Con el oportunismo de Romeo,
el desborde de Estévez y la calidad de Romagnoli como banderas,
San Lorenzo derrotó 2-0 a Argentinos y acaricia el título
del Clausura, gracias a su victoria y a la celebrada mano que le dio Huracán,
el equipo de Manuel Pellegrini conseguirá el título con
solo empatar en su cancha ante Unión. Por si fuera poco, vengó
una afrenta histórica al condenar a Argentinos a jugar la Promoción
en la misma cancha en que los de la Paternal los mandaron al descenso
hace 20 años.
San Lorenzo no salió bien plantado a la cancha, Argentinos con
presión en la mitad del campo y potencia arriba le generó
inconvenientes. Por eso, antes del minuto, Saja mantuvo el 0-0 arrojándose
a los pies de Yaqué. Siguió dominando el local en el arranque,
aunque a partir de la solvencia de Coloccini y la presencia de Michelini
en la mitad del campo, el equipo de Manuel Pellegrini comenzó a
emparejar el trámite.
En eso andaba cuando llegaron noticias de Parque Patricios y fue el mejor
incentivo para San Lorenzo. Apareció en escena Romagnoli, y con
él todo el fútbol del equipo. Con la conducción del
volante y del desborde de Estévez, san Lorenzo comenzó a
crear peligro y ya no tuvo inconvenientes para dominar el desarrollo.
Así llegó el primer tanto: Michelini robó una pelota
en mitad de cancha, y abrió a la derecha para Estévez. Luego
del desborde del puntero, centro para el reaparecido Bernardo Romeo, que
anticipó a los centrales Pena y Schiavi y marcó el primer
tanto.
Allí terminó de tranquilizarse el líder. Romagnoli
continuó funcionando a pleno, y de sus pies nacieron las mejores
ocasiones para aumentar la ventaja. Lo tuvo otra vez Romeo, luego de un
pase del Pipi, pero se demoró en la definición y permitió
que Pena lo cerrara. Argentinos apenas inquietó con un cabezazo
de Schiavi que se fue por arriba del travesaño. Pero nunca pareció
tener la suficiente potencia como para poder llegar a la igualdad.
De esa manera no resultó extraño que San Lorenzo aumentara
el marcador otra vez con su fórmula: desbordó Estévez,
lo bajaron, y Romagnoli pateó el tiro libre con precisión
para que Romeo con otro cabezazo señalara el segundo.
Nada que discutir, porque el equipo de Boedo era superior en todos los
aspectos del juego.
Argentinos salió decidido en la segunda parte a buscar el descuento.
Para ello, Batista colocó en la cancha a Insúa, quien le
aportó mas volumen de juego al equipo, además, San Lorenzo
conforme con la diferencia se replegó mas cerca de su arquero,
para aprovechar el contragolpe. Asó se armó un partido de
ida y vuelta, con chances para los dos. Argentinos estuvo más cerca
en los primeros quince, opero de a poco se fue desinflando y permitió
que san Lorenzo retomara el control del juego. Allí, la falta de
puntería de Estévez que hizo todo bien menos la definición
impidió que el equipo de Pellegrini sacara más ventajas.
Una a una los delanteros visitantes fueron dilapidando chances, por lo
que el resultado no quedó sellado. Sin embargo, el trámite
a esa altura ya marcaba que Argentinos no podía empatarlo: lo que
más preocupaba a los hinchas no era lo que sucedía en el
campo sino las noticias que traían las portátiles. Así,
el pitazo final de Martín no se celebró tanto como el gol
de Soto, dos minutos más tarde, que desató la locura y que
se gritó más que cualquiera de los dos tantos de Romeo.
RACING
ZAFO DE LA PROMOCION
Terminó la pesadilla
Silbidos, cuestionamientos a
jugadores y técnico, tres goles, tres gritos, la explosión
del final, todo esto y mucho más es este Racing-padecimiento-pasión,
que esta noche le ganó a los suplentes de los suplentes de Central,
y a una fecha del final del Clausura alejó esa pesadilla llamada
Promoción.
El desarrollo no calmó la bronca de la mayoría de los 10
mil espectadores que poblaron el estadio, quienes durante la primera hora
no se cansaron de insultar, especialmente a Claudio Ubeda y al técnico
Merlo.
Maximiliano Estévez aprovechó un error del arquero Manchado
para ponerse en ventaja y luego el uruguayo Osvaldo Canobbio aumentó,
aunque la diferencia en el marcador no reflejaba lo que estaba ocurriendo
en el campo de juego.
Racing se retrasó y jugando de contraataque volvió a convertir
dos tantos, primero José Chatruc con un tiro cruzado y luego nuevamente
Estévez. Javier Cámpora había descontado para Central,
pero ya era tarde para los rosarinos, que jugaron mejor pero no tuvieron
buena puntería.
LE
GANO A TALLERES EN LA PLATA
Gimnasia sueña con Copas
Gimnasia reforzó sus
pretensiones de conseguir la última plaza disponible para la próxima
edición de la Copa Mercosur tras vencer a Talleres en su estadio.
El equipo cordobés había conseguido la ventaja inicial,
a través de un disparo bajo del mediocampista Hernán Franco.
Gimnasia alcanzó el empate cuando López derribó en
el área a Sava, Bassi cobró penal y Pereyra remató
fuerte y al medio. Faltando un cuarto de hora, luego de un remate de Sava
que se estrelló en el poste derecho de Cuenca, apareció
Enría para recoger el rebote y sentenciar el resultado.
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