Por Eduardo Tagliaferro
El presidente más exitoso
de la historia, como le gustaba definirse a Carlos Menem, deberá
apelar a las mejores dotes de la oratoria y del histrionismo para convencer
al juez federal Jorge Urso, si quiere evitar ser detenido como el jefe
de la asociación ilícita que vendió ilegalmente armas
a Croacia y Ecuador. Luego de la detención del general Martín
Balza y de su declaración de ayer donde admitió que en una
discusión con el ex secretario general de la Presidencia, Alberto
Kohan, le señaló a éste que los decretos (que
autorizaban la venta de armas) estaban dibujados, el ex presidente
tiene todos los boletos comprados para ocupar el casillero de jefe de
la banda que realizó la maniobra. Desde La Rioja, los más
incondicionales menemistas, movilizarán a más de 400 personas,
para acompañar los, casi seguro, últimos momentos de su
líder en libertad. Los que consideran que la detención del
Jefe es una lástima, probablemente se crucen con manifestantes
de Aerolíneas Argentinas que concurrirán a repudiar a Menem
y al resultado de los diez años de su gobierno. El producto del
pomposamente llamado modelo.
Los propios abogados de Menem mostraron ayer, en una larga saga de equívocos,
su desconcierto por la suerte de su defendido. Como profecía autocumplida,
admitían en privado la posibilidad de que su cliente fuera detenido.
Mientras Mariano Cavagna Martínez dejaba entrever la posibilidad
de recusar al magistrado por una supuesta animosidad manifiesta, el codefensor
Oscar Roger, se interiorizaba de los pasos a seguir para solicitar el
arresto domiciliario para su cliente.
En el círculo cercano de Menem desde anteayer se especulaba que
la suerte del Jefe estaría atada a la de su ex jefe del Ejército.
Por eso no llamó la atención, una vez conocida la detención
de Balza, que los ultramenemistas atrincherados en el Hotel Presidente
entraran en pánico y circularan entre ellos las más diversas
versiones, desde que se lo citaría para el mismo día, hasta
que concurriría a Comodoro Py en condición de detenido.
Los abogados deambulaban desde el despacho de su señoría
hasta las puertas de los tribunales donde estaban apostadas las cámaras
televisivas. Lejos de las cámaras, Roger, un abogado cordobés
con reconocida solvencia jurídica, mostraba su correcta lectura
de la realidad y del devenir procesal, cuando decía no es
tan sorpresiva la detención de Balza. En ese mismo momento,
Cavagna Martínez sugería que recusaría a Urso. Más
tarde precisó: lo haría si el magistrado rechazaba el pedido
de prórroga de la comparencia judicial del ex presidente. La recusación
no deja de ser simplemente una chicana: si fuera presentada hoy, no evitaría
la indagatoria de Menem. El magistrado se limitaría a iniciar un
expediente aparte (incidente) para tratar el reclamo. Pero
el interrogatorio comenzaría con toda normalidad.
Desde que comenzó a investigarse la maniobra ilegal, siempre se
remarcó que los decretos secretos que la posibilitaron llevaban
la firma de varios ministros pero fundamentalmente la del responsable
máximo del gobierno: el Presidente. Durante años la pesquisa
rondó sobre sus colaboradores, en principio al ex ministro de Defensa,
Oscar Camilión y al entonces jefe de la Fuerza Aérea, Juan
Paulik. Lentamente, las pruebas documentales fueron corroborando que había
una maniobra en la que aparecían involucrados las empresas fantasmas
que oficiaron de intermediarios, más destacados funcionarios de
Fabricaciones Militares y reconocidos influyentes vinculados al
poder político, tal como definiera el traficante Diego Palleros
a la persona a la que le depositó 400 mil dólares en concepto
de coima.
Tras la detención del empresario riojano Luis Sarlenga, el gobierno
de Menem apostó a que el techo de las investigaciones fuera el
ex interventor en Fabricaciones Militares y los militares que le reportaban
en la fábrica estatal. Cuando Sarlenga quiso contar lo que sabía
fue amenazado para queno se convierta en un nuevo Yabrán.
La estrategia del menemismo parecía rendir sus frutos, hasta que
Sarlenga no estuvo dispuesto a asumir el cargo de jefe de la organización
y confesó. A partir de allí todo es historia reciente y
en la causa se sumaron afirmaciones como todos sabían que
las armas iban para Croacia, junto al testimonio de Camilión,
que oportunamente había dicho que cuando quiso desplazar a Sarlenga
un pedido de Menem lo llevó a mantenerlo en su puesto. Los dichos
del ex ministro fueron confirmados por Esteban Caselli quien reconoció
haberlo hecho siendo segundo de Eduardo Bauzá en la Secretaría
General de la Presidencia. Antonio Erman González, sumó
su ladrillo cuando reconoció que las órdenes sobre la venta
de armas eran exclusividad del Poder Ejecutivo. Hizo cien
gambetas para no mencionar el apellido Menem pero lo sugirió
con todas las letras. Ayer Balza sumó su cuota. Quien fuera Jefe
de Ejército durante la casi totalidad de los dos mandatos de Menem
entreabrió una puerta que conduce a las responsabilidades del ex
Presidente (ver página 7). Sopesando todos esos elementos en Tribunales
se considera casi inevitable que Urso decretará hoy la histórica
prisión preventiva del ex presidente.
Aunque anteayer Menem dijo a la prensa, soy inocente y no
voy a hablar con usted sino frente al juez, en los tribunales dudaban
si el riojano accedería a responder las más de 200 preguntas
que tiene preparadas el fiscal Carlos Stornelli. Roger sugirió
que le recomendaría a su cliente hacer un breve alegato y no avenirse
al interrogatorio. La otra voz de la defensa no se hizo esperar, Cavagna
Martínez sostuvo que no estaba de acuerdo con esta propuesta y
que era partidario que Menem llevara un escrito y realizara un alegato
en el que afirmara que no podía revelar secretos de Estado.
El sábado pasado frente a las cámaras televisivas, había
dejado entrever que la venta había sido una sugerencia de los Estados
Unidos, con quien su gobierno mantenía intensas relaciones
carnales. Aunque el argumento no es relevante para su situación
procesal, fueron el vocero del Departamento de Estado norteamericano los
que se encargaron de desechar la hipótesis menemista. Ahora deberá
tratar de convencer a quienes desde hace seis años vienen acumulando
pruebas documentales. Tal vez repicará en la memoria de Carlos
Menem la frase de Abraham Lincoln que Balza gusta repetir: se puede
mentir todo el tiempo a poca gente, poco tiempo a mucha gente, pero no
a todo el mundo todo el tiempo.
EL
ARMADO DE LA MOVILIZACION DEL MENEMISMO
Les cuesta reclutar gente
Por Raúl
Kollmann
Están tratando
de reclutar gente muy pesada, pero igual así les cuesta. Sabemos
que van con micros al Mercado Central, a algunos barrios de Escobar, donde
está Luis Patti y hay zonas donde ofrecen hasta 30 pesos. Les está
costando, porque el menemismo está bastante en desbandada y, sobre
todo, porque van a tener que estar en Comodoro Py a las 9 de la mañana,
o sea que tienen que salir a las 7 del Gran Buenos Aires. Nosotros decidimos
no hacer una contra-manifestación, porque, por el tipo de gente
que traen, todo puede terminar en masacre.
Este es un resumen del diagnóstico que anoche le hicieron a Página/12
uno de los referentes gremiales de los trabajadores de Aerolíneas
Argentinas y un dirigente de izquierda. Ambos describieron así
el tipo de movilización que prepara el menemismo al tiempo que
reconocieron que es posible que haya una concurrencia espontánea
para repudiar a Menem, pero decididamente no una convocatoria para ir
en forma organizada.
La evaluación de los gremialistas de Aerolíneas y de la
izquierda se hizo ayer por la tarde cuando ya estaba claro que el menemismo
estaba poniendo en marcha micros desde La Rioja y también desde
algunas localidades de Córdoba, donde juega de local Marta Alarcia.
Sin embargo, el diagnóstico más alarmante venía del
Gran Buenos Aires: el menemismo está, en general, más
que débil. Los punteros ya no les responden y buena parte se pasó
al duhaldismo, que tiene más estructura y domina casi todos los
barrios. Por eso, los lugares donde intentan movilizar son muy precisos:
en Escobar, sin mucho entusiasmo, y en el Mercado Central, le dijo
a este diario uno de los más antiguos dirigentes gremiales bonaerenses,
hoy enrolado en la CGT rebelde.
En base a un análisis casi calcado, en Izquierda Unida (IU) evaluaban
anoche que la convocatoria a una contra-marcha anti-menemista implicaba
el riesgo de un enfrentamiento físico de envergadura, posiblemente
con matones a sueldo y gente de dudoso origen. IU, que hubiera querido
copar la parada, consideró políticamente más apropiado,
en cambio, participar activamente de la marcha que van a hacer los trabajadores
de Aerolíneas desde el Congreso hasta Aeroparque. Incluso se menciona
que una franja de los empleados de la línea aérea tal vez
realice un primer escrache a una empresa española, denunciando
el vaciamiento de Aerolíneas por parte del estado español.
Con todos estos elementos, lo que se puede esperar esta mañana
en Comodoro Py es, en
primer lugar, un operativo policial gigantesco, mediante el cual alejarán
a la gente todo lo posible. Indudablemente se verá un aparato menemista
más bien debilitado, con gente reclutada desde anoche en el Gran
Buenos Aires, algunos barrios porteños y distintas localidades
del interior. Es muy probable que su estado físico, al llegar a
Comodoro Py, ya sea más bien dudoso.
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