¿Tiene tele y video en
su casa? ¿Su cuadra está pavimentada? ¿Tiene un teléfono
público cerca, o una parada de colectivo? ¿Es descendiente
de aborígenes? ¿Es inmigrante? Si el fin de semana del 27
y 28 de octubre de este año una persona se presenta en su casa
y lo atiborra con tantas preguntas, ármese de paciencia y no piense
en un programa de chismes. Se trata del Censo Nacional de Población
2001, que a diferencia de su antecesor realizado en 1991 incorporará
al cuestionario nuevas temáticas como el entorno del hogar
y las condiciones habitacionales y reforzará otras áreas,
como las dedicadas a situación laboral y educación.
Además, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec)
incorporará para la ocasión tecnología de última
generación, que facilitará el procesamiento de la información
y permitirá contar más rápidamente con los resultados
provisorios.
En el censo de este año haremos hincapié en el relevamiento
de tres grupos poblacionales de los que, hasta ahora, se tenía
poca información a nivel estadístico: las personas con discapacidades
físicas, los habitantes descendientes de aborígenes, y los
inmigrantes, señaló a Página/12 el titular
del Indec, Héctor Montero. Según el funcionario, la intención
del Indec es realizar, en base a los datos que se obtendrán sobre
estos tres grupos, una serie de estadísticas durante el 2002, que
permitirán conocer más a fondo la conformación de
estas poblaciones y sus necesidades básicas.
Otra novedad del Censo 2001 presentado ayer durante una reunión
en la Jefatura de Gabinete es la tecnología que se usará
para el procesamiento de las planillas que completen los censistas. Vamos
a usar un sistema de reconocimiento óptico de caracteres: las planillas
se van a escanear con equipos de última generación, que
reconocen no solo los ítems tildados, sino las respuestas escritas
a mano por los censistas, explicó Montero. Esto permitirá
obtener con mayor rapidez los primeros resultados del relevamiento, tal
como anticipó durante la presentación el secretario de Política
Económica, Federico Sturzenegger. En el censo de 1991 tardamos
cuatro años hasta tener números definitivos. En este censo
está programado que al año ya tengamos prácticamente
todos los resultados, explicó Sturzenegger, que formará
parte del consejo que supervisará el desarrollo de las tareas de
relevamiento.
En la categoría infraestructura externa del área,
los censados deberán responder si viven en una villa de emergencia
o en una zona inundable; si cuentan con servicio de recolección
de residuos; si tienen algún medio de transporte a menos de 300
metros o un teléfono público en la cuadra. En cuanto a las
condiciones habitacionales, el censista tomará nota del estado
del revoque de las paredes, del cielorraso, de la cantidad de habitaciones
que tiene la vivienda y si cuenta con agua corriente, además de
un detalle de los electrodomésticos de la casa. También
se tendrá en cuenta para la elaboración de la planilla la
cantidad de miembros del hogar que trabajan, si poseen servicio de emergencias
médicas o tienen televisión por cable.
Es como una gran instantánea del país, graficó
Montero. De hecho, el lema del Censo 2001 es Peinate, porque en
esta foto sí salís. Para facilitar la tarea de los
450.000 censistas que recorrerán el país y que ganarán
50 pesos por el trabajo, el funcionario solicitó que
la gente haga lo posible para no salir de su casa hasta que llegue el
censista, y que si no han sido censados hasta las 12 del domingo,
se comuniquen con los teléfonos que se difundirán para solucionar
ese problema.
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