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TERMINO LA MAYORIA DE BUSH EN EL SENADO DE EE.UU.
Fue horrible mientras duró

Después de que su agenda duramente conservadora llevara a la deserción del senador republicano Jim Jeffords, ayer George W. Bush comenzó a lidiar con un Senado de mayoría demócrata.

El nuevo titular del Senado,
el demócrata Tom Daschle.
Fue quien convenció a Jeffords
de abrirse de los republicanos.

Por Julian Borger*
desde Washington

Los demócratas tomaron control del Senado norteamericano por primera vez en seis años, lo que podía marcar el comienzo de una nueva era de cooperación bipartidista tras la soberbia manifestada por el ala conservadora republicana. Todo se debe a la sorpresiva renuncia del senador republicano Jim Jeffords, quien se declaró “independiente” y ayer ya se ha mudado a la bancada demócrata, a quienes apoyará en la votación que formalizará su control del Senado. Los republicanos buscan recuperar su mayoría de la misma forma que la perdieron: provocando una deserción del otro lado.
El demócrata Tom Daschle, nuevo líder de la mayoría del Senado, resaltó ayer que el nuevo equilibrio no se produjo por una elección popular, sino por el cambio de conciencia de un individuo. Señalando las estanterías de su oficina, enfatizó que “éste es un día histórico, uno podría leer todo libro jamás escrito sobre el Senado sin encontrar ni un sólo paralelo al precedente que estamos estableciendo hoy”. Insistió que esta peculiaridad no ponía en duda la legitimidad de esa mayoría, como denunciaron algunos republicanos. Pero, al dirigirse a una cámara semivacía, Daschle prometió que trabajaría con los republicanos para evitar un estancamiento. “En tiempos cuando el pueblo norteamericano está muy dividido sobre quiénes serán sus líderes, están unidos en exigir acción: polarizar las posiciones es un lujo, un lujo que el Senado no puede permitirse y que nuestra nación no tolerará”, enfatizó el senador de North Dakota.
Las perspectivas de esa armonía política eran muy remotas, sin embargo. El ahora ex líder de la mayoría del Senado, el republicano Trent Lott, denunció la renuncia de Jeffords como “el golpe de Estado de un sólo hombre”. Ayer sus lugartenientes reiteraron la amenaza de bloquear el paso del mando en las 20 comisiones políticas de la Cámara alta, a menos, claro, que los demócratas acepten acelerar la ratificación de una serie de jueces nominados por el presidente George W. Bush para altos cargos judiciales. Por otra parte, el presidente pareció ayer resignarse a lo inevitable al recibir a Jeffords en la Casa Blanca por primera vez desde su cambio de bando. “Es un panorama diferente, pero todavía estamos en el mismo continente”, explicó en una entrevista con The New York Times. Pese a todo, Lott realizó un gesto conciliador al cederle el puesto a Daschle, a quien “le extiendo mi continuada amistad y compromiso de trabajar con él por el bien del pueblo americano: sé que hará un trabajo excelente”.
Mientras tanto, en los corredores del Senado se podía ver cómo se movían muebles de una oficina a otra en tanto que cada senador cambiaba de oficinas. Tradicionalmente se le otorga más espacio al partido mayoritario. Marcando su nuevo alineamiento, Jeffords asistió ayer a un almuerzo de trabajo con sus colegas demócratas, quienes le otorgaron una larga aclamación. “Nunca pensé dos veces en cambiar de partido”, aseguró.
Pero ahora que la mayoría cambió de manos, los republicanos están ejerciendo una fuerte presión para lograr renuncias en la dirección opuesta; es decir, hacia ellos. Los diez demócratas derechistas, tales como Zell Miller de Georgia, son objeto de un constante lobby para que neutralicen la movida de Jeffords pasándose al Partido Republicano. Por otra parte los líderes republicanos rezan para que su situación no empeore aún más, dada la precaria salud del senador Strom Thurmond, de 98 años. El veterano senador republicano de Carolina del Sur no asistió ayer al Congreso porque asistía a ceremonias para conmemorar el desembarco de Normandía en 1944. Huelga decir que el senador había participado del DíaD.

* De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.

 


 

BUSH SIGUE EL CAMINO DE CLINTON EN MEDIO ORIENTE
La CIA al rescate de la paz

Por Julian Borger y Brian Whitaker *
Desde Washington y Jerusalén

El director de la CIA, George Tenet, llegó ayer a Israel: un paso más que da Estados Unidos involucrándose en el conflicto de Medio Oriente. Tenet procurará retomar su intervención allí donde la dejó durante la administración Clinton y lograr reunir a los jefes de seguridad israelíes y palestinos. El presidente George W. Bush declaró que esta misión es un premio que reciben ambas partes, después de que consintieran declarar un alto el fuego.
Uno de los propósitos de Tenet es, precisamente, ayudar a consolidar ese alto el fuego. En los años de Clinton, visitó la región más de diez veces, y construyó una buena relación de trabajo con el servicio secreto israelí Shin Bet y con los titulares de las principales organizaciones de seguridad palestinas, Djibril Rajub en Cisjordania y Mohamed Dahlan en Gaza. Antes del colapso de las conversaciones de paz el año pasado, consiguió que las dos partes cooperaran efectivamente y compartieran informaciones de inteligencia sobre las actividades de militantes. Se dice que Rajub puso como condición la visita de Tenet para su propia participación en nuevas conversaciones. No se sabe si es posible convencer a Dahlan, cuyo auto recibió disparos israelíes en abril cuando volvía de un encuentro de seguridad con sus contrapartes en Shin Bet.
La Casa Blanca dijo que Tenet pasaría de cuatro a seis días en la región, incluyendo breves estadías en Jordania y Egipto. Esta visita es el segundo paso hacia revivir el compromiso medioriental de Clinton, del que en principio la administración Bush se había burlado, caracterizándolo por grandes esfuerzos y pobres resultados. Cuando el conflicto se profundizó, sin embargo, Bush nombró como enviado especial a Medio Oriente a William Burns, en reemplazo de Dennis Ross, el enviado de Clinton. Burns y Tenet presidirán sobre un período de dos meses con la esperanza de crear las condiciones para llegar a un diálogo político entre las dos partes.
Funcionarios norteamericanos e israelíes negaron ayer que un acuerdo haya sido alcanzado, pero el diario Haaretz sugirió que al marcar su buena voluntad para congelar los asentamientos de colonos, Tel Aviv quería evitar darle a Arafat una excusa para no honrar su cese del fuego. Entretanto, colonos indignados por una piedra que hirió a una beba el martes, incendiaron tres casas palestinas en Cisjordania.

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

 


 

La segunda muerte de McVeigh

Después del pedido de prórroga que hiciera la defensa de Timothy McVeigh, el juez ayer decidió que se mantendrá la fecha de la ejecución para este lunes, para el autor del atentado de Oklahoma. McVeigh reconoció haber causado la explosión al edificio federal el 19 de abril de 1995, causando 168 muertes. Ayer el juez del distrito, Richard Matsch, declaró que “no hay duda de que McVeigh llevó a cabo el delito”, por lo tanto no se postergará su ejecución. En diciembre, McVeigh renunció a su derecho de apelar y no presentó objeciones a su ejecución, prevista inicialmente para el 16 de mayo. Sin embargo, días antes de esa fecha saltaron más de 4000 páginas de documentos del caso, que el FBI debía haber entregado a la defensa antes de comenzar el juicio. Con esto, el Departamento de Justicia ordenó que se aplazara cuatro semanas la ejecución, para que los abogados de McVeigh pudieran estudiar los nuevos datos. Los abogados entonces pidieron al juez la prórroga argumentando que necesitaban más tiempo para ver los documentos. Pero no hay marcha atrás.

 

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