Por Facundo Martínez
Ante una Bombonera repleta,
Boca igualó con Palmeiras en el partido de ida de las semifinal
de la Copa Libertadores, el mismo resultado que sacó hace un año
cuando después fue campeón. Pero esta vez es distinto, porque
extrañó a Delgado, y Bianchi se quedó sin delanteros,
ya que Barijho fue expulsado y Barros Schelotto se retiró lesionado.
La revancha será dentro de una semana, en San Pablo.
Desde el arranque, Palmeiras se mostró mejor parado que Boca, mucho
más tranquilo, tácticamente por encima del campeón
de América: con una línea de cinco volantes cortó
el juego del mediocampo de Boca y le dejó pocos espacios a Riquelme
para moverse, sobre teniendo en cuenta que el talentoso volante no tenía
con quien asociarse.
Así, cortando desde el medio, Palmeiras generó muchas más
alternativas que el local; un remate de Lópes en un contragolpe
que salió desviado fue la primera amenaza de los brasileños,
que jugaban a esperar a Boca para aprovechar la velocidad de sus delanteros,
tocando la pelota por abajo y ganando en velocidad.
Con ese toque de primera como arma, Boca se vio obligado a correr la pelota,
muy nervioso y protestón. Arriba, sin profundidad, Barijho no aportó
sorpresa y el Mellizo Guillermo se hizo cargo de la impotencia del equipo,
enredándose en reclamos.
Boca pudo abrir el marcador a los 10, con un pase cruzado de Traverso
a Villarreal, que entró solo, pero cuyo remate atajó Marcos.
Al rato amenazó Palmeiras con un remate fuerte de Magrao, desviado,
y un minuto después, una habilitación de Fabio Junior le
permitió a Alex abrir el marcador, definiendo con un disparo violento
y recto al ángulo superior derecho de Córdoba.
A Boca no le salían las cosas y aumentaba su nerviosismo, entrando
en el juego brusco, friccionando la recuperación. Palmeiras estuvo
cerca del 2-0 cuando Córdoba llegó una fracción de
segundo antes que Fabio Junior a la pelota.
Boca recién tuvo una posibilidad a los 31, cuando Marcos le tapó
el remate a Barijho tras un centro de Riquelme. Y recién a los
41, tras un centro del Mellizo al área, Aquino vio un penal sobre
Barijho que no existió: Alexandre se lo llevó por delante
y el delantero se zambulló. Guillermo definió a la derecha
del arquero, que eligió la otra punta. Riquelme pudo aumentar de
primera, un minuto más tarde, pero la pelota se fue por arriba
del ángulo. El empate no era del todo justo.
Boca salió en la segunda mitad con otra actitud y consiguió
generar más situaciones de gol: una pared de Giménez y Riquelme,
un remate de Ibarra, un arremetida de Barijho que no fructificaron. Palmeiras
se quedó sin profundidad, pero Fabio Junior le ganó a Ibarra
una pelota cruzada, Córdoba salió mal y el brasileño,
tocándola con el pie, desniveló.
Inmediatamente, una gran jugada de Riquelme en el área, dejando
tres rivales en el camino, derivó en un centro que Barijho alcanzó
a tocar al arco libre, decretando el empate.
Boca justificó la igualdad con su actitud más generosa;
el ingreso de Giménez (por el Mellizo, probablemente desgarrado)
le dio más vivacidad, Riquelme se despegó de la marca al
adelantarse y con Gaitán ganó en claridad. Pero no pudo
quedarse con el triunfo.
PERDIO
2-0 CON EL CRUZ AZUL EN MEXICO
Central la sacó bien barata
Central intentará revertir
el flojo desempeño que mostró ayer en México, ante
Cruz Azul, para recuperarse de la derrota por 2-0, en una de las semifinales
de la Copa Libertadores. De todas maneras, de acuerdo al desarrollo del
partido, Central se llevó una diferencia generosa, ya que el equipo
rosarino fue superado ampliamente en la cancha, y ahora buscará
otra hazaña como cuando se consagró campeón de la
Copa Conmebol en 1995, luego de dar vuelta un resultado de cuatro goles
en contra.
Desde el inicio, Cruz Azul salió a presionar a Central. Al igual
que en el encuentro ante River, los mexicanos buscaron hacer diferencia
en los primeros minutos. Y enseguida, a los cuatro minutos, el paraguayo
José Cardozo entró por derecha y, luego de dejar en el camino
a Loeschbor, le pegó cruzado pero su remate se fue cerca del segundo
palo del arquero Tombolini. Cruz Azul seguía buscando, y ya era
el dueño absoluto de la pelota. Central sólo esperaba y
apostaba a alguna corrida de Pizzi, el único delantero que presentó
el equipo de Edgardo Bauza. La segunda chance también tuvo a Cardozo
como protagonista: Tombolini encontró su cabezazo, y del rebote
el delantero le pegó al palo.
Sólo un error del local podía lograr que Central amenazara
en ataque. Y así sucedió. Un error de Brown al querer rechazar,
le quedó a Pizzi para convertir, pero su disparo se fue por arriba
del travesaño. Tres minutos más tarde, a los 36, el Cruz
Azul no perdonó y Cardozo marcó el primer gol con un remate
cruzado, luego de una perfecta habilitación de Palencia.
Sobre el final de esa etapa, el brasileño Pinheiro fue el que estuvo
cerca de aumentar la ventaja, pero el palo rechazó el centro desde
la izquierda, después de eludir la marca de Marra. En tiempo de
descuento, Hernández tuvo su oportunidad, pero el remate dio en
su propio compañero Cardozo, y luego Loeschbor desvió la
pelota al corner.
El segundo tiempo siguió siendo dominado por Cruz Azul. La intención
de los locales era sacar una buena diferencia en el estadio Azteca, para
esperar tranquilos la revancha en Rosario. Inmediatamente, a los siete
minutos, Díaz salvó en la línea un remate de Cardozo.
Un rato más tarde, otra vez Pinheiro se desprendió por izquierda,
y su zurdazo se fue rozando el palo de Tambolini.
Las cifras definitivas llegarían a través de un penal, luego
de una falta sobre Cardozo. El otro delantero, el habilidoso Palencia,
fue el encargado de convertirlo con un disparo suave a la derecha de Tombolini.
Después, los locales buscaron otro tanto pero sin tanta profundidad.
Central todavía sueña.
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