No hubo colectivos ni clases;
tampoco atención en las oficinas públicas ni en los tribunales.
Pero aún así, el paro que la CGT disidente y la Central
de Trabajadores Argentinos (CTA) cumplieron ayer no se tradujo en un cuadro
de desolación en la Capital Federal como ocurrió apenas
un par de meses atrás, durante la última huelga convocada
por los mismos sindicalistas rebeldes. El Gobierno no dejó pasar
la oportunidad de minimizar la protesta y criticar a los gremialistas.
Este vicio de parar el país que tiene un sector del sindicalismo
sólo servirá para generar problemas a todos los argentinos,
señaló el propio Fernando de la Rúa en un mensaje
que dirigió a la población a propósito de la medida
de fuerza. La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, calificó
de absurdo al paro y reiteró que denunciará
a la CGT disidente y a la CTA ante la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) por su utilización absolutamente política
de las huelgas generales.
El quinto paro nacional convocado por el sindicalismo rebelde contra la
gestión de De la Rúa estuvo acompañado de cortes
de ruta en todo el país y una marcha de desocupados y jubilados
vinculados a la Corriente Clasista y Combativa de Carlos Perro
Santillán que también se plegó a la medida
de fuerza a Plaza de Mayo (ver aparte). También se registraron
algunos incidentes y ataques aislados a empresas de transporte y colectivos
en circulación, pero ninguno de mayor importancia.
Sin la compañía de la CGT oficial cuya conducción,
encabezada por Rodolfo Daer, ratificó su perfil dialoguista en
una cena que a principios de esta misma semana mantuvo con De la Rúa
en Olivos cada central rebelde aportó lo suyo al paro que
tuvo por fin manifestar el apoyo a los trabajadores de Aerolíneas
Argentinas y el rechazo al modelo económico y social: la CTA, la
adhesión masiva a la huelga de docentes y estatales, y la CGT disidente,
la de judiciales, colectiveros y camioneros, que dejaron a la Capital
Federal sin recolección de residuos. Lo que no pudieron evitar
fue que funcionaran, aunque con demoras, trenes y subtes.
Contundente fue el calificativo que el titular de la CTA,
Víctor De Gennaro, le puso al paro y consideró que es
un mensaje que debe ser escuchado por el gobierno nacional y por los sectores
con responsabilidades. Es el país que grita basta de eso,
necesitamos una propuesta alternativa. Además comparó
a la Argentina con la situación de Aerolíneas Argentinas:
Se trata dijo de un símbolo, igual que el país:
fue privatizada, hubo corrupción, endeudamiento, vaciamiento, flexibilización
laboral, despidos y rebaja salarial.
Es una nueva expresión de rechazo categórico y contundente
al modelo económico de hambre y de miseria, coincidió
Moyano al evaluar la huelga. El camionero estimó que el acatamiento
a la medida de fuerza fue superior al 90 por ciento y señaló
que si el Gobierno es feliz diciendo que no fue contundente, que
sea feliz.
Desde la Casa Rosada no quisieron entrar en una discusión de cifras
de acatamiento, aunque minimizaron el alcance de la protesta. La
adhesión al paro es absolutamente relativa. Se apoyan en la restricción
del transporte, pero la gran mayoría tuvo voluntad y decisión
de trabajar, declaró De la Rúa al mediodía,
en un diálogo con la prensa en el que anticipó las críticas
a los sindicalistas rebeldes que formularía más tarde en
su mensaje al país.
Argentinos: el país necesita de todos trabajando, trabajando
por el crecimiento, por el progreso y por los que menos tienen. Los resultados
a veces tardan más porque nuestra realidad es difícil, pero
llegan cuando se hace lo debido, sostuvo el Presidente en el discurso
que se emitió por televisión y se preguntó: ¿Cuál
es el sentido de instrumentar un mecanismo de permanentes huelgas cuando
el Gobierno está gestando un acuerdo de unidad nacional para que
todos los sectores resolvamos los problemas que detienen la marcha?.
De la Rúa advirtió también que las pérdidas
que estos paros originan las pagamos todos a partir del lunes y
en momentos como éste nadie debe intentar obtener beneficios
personales ni aprovecharse de ninguna situación. Por enésima
vez, trató además de inyectar optimismo y pronosticó
que Vamos a salir, de la mano de los que quieren trabajar que, gracias
a Dios, son la gran mayoría del pueblo argentino.
Bullrich fue más directa en sus críticas: ¿Qué
hay detrás de Moyano que impide trabajar cuando la gente quiere
ir a sus lugares de trabajo? Lo que hay es una intención de impedir
que las cosas salgan, manifestó la ministra, además
de acusar al camionero de tener un marcado sentimiento antipaís,
parece que le molesta que las cosas salgan bien porque cuando
el país quiere salir de la crisis, él quiere parar.
Yo nunca me rajé ni disparé por el país. Bullrich
premia con viajes a quienes les son afines a sus ideas, replicó
Moyano, en referencia al viaje a Suiza que hizo la ministra junto a dirigentes
de la CGT oficial. Frente a la amenaza de Bullrich de denunciarlos ante
la OIT, con el argumento de que no consultaron a las bases ni agotaron
las instancias de negociación para llamar a la huelga, el titular
de la CGT disidente también fijó posición: Con
un modelo que día a día nos lleva a más exclusión
y profundiza la crisis es muy difícil iniciar un diálogo
y no queremos ser cómplices de un gobierno así.
Es hora de empezar a decir no a la ministra que va a
sancionar en forma irracional a la dirigencia sindical, reaccionó
De Gennaro. Me parece que incurre en desconocimiento y, además,
si viera lo que hacen los inspectores de Trabajo, sus inspectores, que
los envía a los congresos de nuestras organizaciones, se daría
cuenta de que ahí están aprobados todo tipo de paros,
continuó el titular de la CTA, quien evaluó que lamentablemente,
cuando se generaliza como si todo fuera lo mismo se cometen errores graves
en una ministra.
Marcha de los desocupados
La cuota de movilización a la huelga convocada por la CGT
disidente y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) la pusieron
los desocupados agrupados en la Corriente Clasista y Combativa y
el Movimiento de Jubilados Independientes: integrantes de ambas
organizaciones marcharon desde distintos puntos del conurbano hasta
Plaza de Mayo.
La principal columna de desocupados y jubilados partió desde
Liniers. El país entero está con el hambre y
la miseria, denunciaron en su camino al centro porteño
los manifestantes que exhibieron pancartas en contra del modelo
económico y social, referidas a la crisis de Aerolíneas
Argentinas y en rechazo al proyecto de arancelamiento de las universidades
nacionales.
La columna encabezada por el dirigente de los jubilados Raúl
Castells reunió a más de un millar de personas
a lo largo de unas cinco cuadras. En el cruce de Nazca con Rivadavia
se sumaron más manifestantes provenientes de otros lugares
del Gran Buenos Aires.
La idea de los organizadores de la movilización era instalar
ollas populares al llegar a Plaza de Mayo y acampar frente a la
Casa Rosada, pero el Gobierno abortó la iniciativa a fuerza
de advertencias: Así como van a acampar, se van a tener
que ir, amenazó el ministro del Interior, Ramón
Mestre, y aclaró que el Gobierno no iba a permitir esa forma
de protesta. Desde esa cartera se precisó que al control
de la manifestación se destinó a 558 policías.
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DE
GENNARO, DE LA CTA, HABLA DEL GOBIERNO Y CAVALLO
Decimos basta a sus versos
Seguiremos mostrando otro
camino. Así, el titular de la Central de los Trabajadores
Argentinos (CTA), Víctor De Gennaro, resumió ante Página/12
el plan a futuro de la organización después del paro de
24 horas, realizado en conjunto con la CGT disidente. Por su parte, también
pidió unidad para oponerse al modelo socieconómico actual.
Tenemos que ser capaces de poder construir una alternativa, para
tener un país diferente, agregó, en el edificio de
Aerolíneas Argentinas, en Rivadavia y Perú.
¿Qué le deja a la CTA el balance de este paro?
Creo que es impresionante la voluntad de la gente de expresarse,
y muestra la profundidad de la crisis en la que estamos. El mensaje no
es solamente para el Gobierno, aunque decimos basta a esos versos de reactivación
supuesta que plantea (Domingo) Cavallo, que está comprometido con
una política de endeudamiento y de flexibilización laboral,
que ya demostró que el destino es la quiebra, como pasó
con Aerolíneas. Pero es un mensaje también a las centrales
sindicales, a la Iglesia y los otros sectores religiosos, a los políticos,
a los sectores culturales y a la comunidad toda. Tenemos que ser capaces
de deponer sectarismos y mezquindades, y poder construir una alternativa,
para tener un país diferente.
La ministra Bullrich planteó denunciar a las centrales sindicales
por abuso de la libertad sindical, ante la Organización
Internacional de Trabajo (OIT) y ante el fuero laboral local.
Yo no puedo creerlo. Me sorprende. Sería desconocer la Ley.
El gobierno de Menem, hoy preso, declaró ilegal el paro del 2 de
agosto de 1994, cuando convocamos a la Marcha Federal. El Consejo de la
Administración de la OIT sacó dos resoluciones: en una nos
reconocía como organización, y en otra decía que
el Gobierno se abstuviera de declarar ilegal cualquier medida de fuerza
por razones políticas, económicas o ideológicas.
Evidentemente Bullrich no sabe lo que dice la OIT. Lo único que
está mostrando es que el camino del autoritarismo no resuelve la
crisis social. Sí lo resuelve el camino de la participación
y la profundización de la democracia.
¿Qué actitud les queda para tomar ahora ante la actitud
de Bullrich?
En cuanto al Gobierno, para nosotros tiene una gran responsabilidad
en todo esto. Seguiremos claramente mostrando otro camino. El que confronta
con el pueblo argentino es el Gobierno, que ha perdido su legitimidad
de origen, por mantener las mismas políticas por las cuales Menem
hoy está preso, que son las mismas políticas de la última
dictadura militar. Esos grupos económicos y sus representantes
son los que más influyen en el Gobierno, más que la gente.
¿Y en cuanto a su línea de acción sobre el
modelo económico?
Venimos tomando decisiones claras y contundentes: seguir organizando
la fuerza de los trabajadores y del pueblo. Hemos promovido una consulta
popular por un seguro de formación de 380 pesos en la que estamos
trabajando junto a la Federación Agraria, las pymes, sectores cooperativos
y religiosos. Seguiremos bregando para ir resolviendo los problemas de
la gente.
Reportaje: Alejandro Cánepa
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