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EDUARDO MENEM ACUSA A CAVALLO, A URSO Y A STORNELLI
Una defensa desde la sangre

El senador se transformó
en el más virulento defensor de su hermano detenido. Casi en solitario, denuncia un complot. Cavallo respondió: �Tendrá experiencia de manejo de los jueces�.

El senador Menem no deja de
acusar al Gobierno de ser artífice
del encarcelamiento de su hermano.

Asumido en su rol de principal defensor público de su hermano, el senador Eduardo Menem atacó por igual al oficialismo, a Domingo Cavallo, a Eduardo Duhalde, al juez Jorge Urso y al fiscal Carlos Stornelli. El legislador, que comparte algo más que el apellido con el preso más notorio de estos tiempos, aseguró que en el expediente se ve “la mano” del Ejecutivo. “Yo no tengo dudas de que el Gobierno está detrás de la causa, como lo representa muy bien la situación de Cavallo, el único firmante de los decretos al cual ni el fiscal ni el juez se animan a llamar”, dijo. Además, consideró que la investigación que derivó en la prisión domiciliaria de Carlos Menem es producto de “motivaciones espúreas” y “sed de venganza” de Urso y Stornelli. Sólo le respondió el ministro de Economía. “Tendrá experiencia de manejo con los jueces, distinta de la que tengo yo y de la que tiene el Gobierno”, chicaneó Cavallo.
Hace tres días, su hermano abordó el helicóptero que lo dejó en Don Torcuato convertido en el primer ex presidente constitucional detenido por la Justicia durante un gobierno democrático. Muchas cosas sucedieron desde entonces. El Gobierno intentó calmar los ánimos de sectores del PJ afines al preso. No faltaron los diálogos telefónicos, algunos confirmados, otros mantenidos en silencio. Uno de esos llamados lo recibió el senador Menem. Durante el mismo conversó personalmente con Fernando de la Rúa, quien le manifestó que el Ejecutivo no había promovido la causa que lleva adelante el juez Urso. Sin embargo, el legislador no quedó conforme con las palabras del Presidente y ayer lo demostró con sus declaraciones.
Para desacreditar al juez, el senador se valió de un argumento muy utilizado entre los ultramenemistas: dijo que Urso ordenó el arresto con la intención de “despegarse” de su imagen de hombre cercano al ex mandatario. Y que el fiscal actuó contra el ex jefe de Estado porque éste no lo ayudó a “escalar” en la carrera judicial. Con esas declaraciones, que además incluyeron durísimos epítetos contra el enemigo interno Eduardo Duhalde, pareció desentenderse del tono cauto propuesto por el oficialismo. Tanto que se atrevió a decir que Urso y Stornelli “seguramente recibieron alguna directiva del Gobierno para que no se lo cite” al ministro de Economía.
A su turno, Cavallo no quiso extenderse demasiado en sus respuestas. A la salida del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, a donde había ido a visitar a De la Rúa (ver página 13), se hizo tiempo para aclarar que él “nunca” influyó sobre los jueces, dejando entender que otros, en cambio, lo hacían con frecuencia. “Yo nunca influí sobre los jueces y el Gobierno no está influyendo sobre los magistrados”, contestó.
Luego de que se difundieran las réplicas del titular de Economía, el legislador riojano explicó que no tiene “ningún problema” con el ministro, aunque “hay un hecho evidente” que es que Cavallo “fue uno de los firmantes del decreto”. “¿Cuál es la explicación de la arbitrariedad del juez, que incrimina a algunos ministros y a otros no?”, se preguntó en diálogo con Página/12. “No creo que Cavallo tenga algún tipo de responsabilidad, al igual que los demás funcionarios que también firmaron los decretos”, aclaró más tarde.
Con sus últimas intervenciones, el senador Menem parece haberse apropiado de la defensa mediática de su hermano detenido como jefe de la asociación ilícita que desvió armas a Croacia y Ecuador. También parece estar dispuesto a enfrentar a los adversarios internos que podrían capitalizar la reclusión domiciliaria del viejo jefe. Porque mientras en la quinta de Armando Gostanian comienza a bajar el nivel de actividad, ante el temor de que la sucesión de reuniones obligue a cambiar el lugar de detención, en el PJ se empieza a pensar en la necesidad de que alguien reemplace a Menem en la presidencia del partido. Al preso, por ahora, se le pedirá una licencia. El próximo miércoles, en la sede de Matheu 130, se debatirá cómo seguir.

 

Un día más en la quinta

Se levantó temprano, pidió Página/12, La Nación y Clarín y comenzó a hojearlos tomando algún matecito. De afuera llegaban los ruidos de los operarios que colocaban un portón de metal en el ingreso, una barrera para curiosos y periodistas. Carlos Menem empezaba su tercer día de cautiverio en la quinta de Don Torcuato con una rutina que, aparentemente, continuará por un tiempo. Lo visitó su médico, Alejandro Tfeli, como todos los días. Al mediodía llegó el ex embajador Jorge Asís. “Es un hombre que espera”, dijo el escritor sobre el ex presidente, desminitiendo un supuesto estado depresivo. Luego almorzaron junto a Cecilia Bolocco, su amiga Ximena Campbell, y el vocero Federico Azzarini. Por la mañana, el abogado Oscar Roger, uno de los defensores de Menem, preocupado por la versión sobre un supuesto recorte de las prerrogativas que tiene su defendido, adelantó que mañana presentará un escrito solicitando al juez una especificación sobre las reglas que se deben cumplir mientras dure la detención en la quinta de Armando Gostanian. La defensa teme que, debido al revuelo que se armó en la zona tras el traslado del ex presidente, el juez Jorge Urso endurezca las condiciones de detención. Por la tarde fue a visitarlo su hermano Eduardo. El senador continuó ayer con la defensa mediática del ex presidente (ver aparte). El detenido preguntó por su ex esposa, Zulema Yoma, y lo alegró la noticia de que había dejado la clínica donde fue internada el viernes por un pico de presión. “Zulemita (por su hija) debe estar más tranquila”, dijo.

 

REUTEMANN NO CREE QUE MENEM SEA UN PERSEGUIDO
“Es una cuestión judicial”

Por Pablo Feldman
Desde Rosario

Desde el momento en que Carlos Menem quedó detenido, sus operadores comenzaron a buscar apoyos para discutir su situación en una reunión de la conducción partidaria y los gobernadores que se realizaría el martes. Carlos Reutemann –que es uno de los vicepresidentes del PJ– se mostró cauto y la vez solidario; por un lado minimizó el posible dolo de Menem diciendo “nos puede pasar a cualquiera de nosotros” y por otro remarcó que “el tema es estrictamente judicial”. El Lole dejó bien en claro que no se sumará a la estrategia de desvirtuar la causa con el objeto de presentar al riojano como una suerte de preso político. En ese sentido, Reutemann no tiene diferencias con Carlos Ruckauf. Ambos gobernadores mantuvieron un diálogo horas después del arresto de Menem en el que unificaron el discurso: “Más allá del rédito que pueda sacar la Alianza con Menem preso, nosotros no vamos a modificar nuestra actitud frente al gobierno nacional”, ratificó Reutemann.
“Hasta ahora no me habló nadie”, dijo Lole a Página/12 en referencia al anuncio que hizo César Arias sobre la reunión del PJ para el martes. “Si la reunión es antes de las tres de la tarde no voy a poder ir porque tengo un acto importante en Rosario”, se apuró a aclarar.
Reutemann no se preocupa demasiado por las derivaciones de la detención del riojano: “ya fui a un acto de solidaridad en el Congreso que iba a ser una cosa y terminó siendo otra, después de eso estoy curado de espanto”, dijo el santafesino sin terminar de arrepentirse. No obstante, el gobernador no descarta visitar al detenido. “No está en mis planes de las próximas 48 horas, pero si el PJ decide que un grupo de dirigentes vaya a verlo a Don Torcuato, yo no tendría ningún problema”, confesó.
Hasta ayer a la noche, ni Arias ni Rubén Marín habían tomado contacto con Reutemann. El único dirigente con quien habló el santafesino fue su par bonaerense Ruckauf, horas después de la detención de Menem. “Coincidimos en que esta es una cuestión judicial y parece que va a ser larga”, relató Reutemann. “Aun cuando, después de un año y medio de errores y desconcierto, la Alianza pueda capitalizar la prisión de Menem, no creo que a mi ni a nadie nos vaya a cambiar la actitud”, prosiguió el Lole. “Yo dije que Menem podría ir preso hace más de un mes y que eso no debería afectar en nada la marcha de las cosas”, recordó.
En cuanto a la actitud que asumirá el partido, Reutemann siguió en la misma línea: “no creo que los diputados ni los senadores vayan a obstruir el funcionamiento del Congreso, el tema de Menem es estrictamente judicial, más allá de la repercusión política que evidentemente tiene”, remarcó. “No creo que nadie cambie su manera de actuar porque Menem este preso, al menos yo no la voy a cambiar”, dijo.

 

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