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Nueva Chicago vuelve a la Primera
División después de casi 20 años

Le ganó a Instituto en Córdoba y ganó el Reducido de la B Nacional, logrando el segundo ascenso. Faltaba desde 1983.

Los dos Gómez de Chicago,
Oscar y Christian, abrazados.
Celebran el gol del primero,
el tercer tanto del equipo.

Tras soportar más de medio partido en inferioridad numérica y con un lujoso gol de cierre de Oscar “Topo” Gómez, Nueva Chicago derrotó 3–2 a Instituto de Córdoba como visitante en la segunda final del Reducido de la B Nacional y se aseguró el segundo ascenso de la temporada a Primera, de la que falta desde 1983. Chicago, acompañado a Córdoba por unas 8 mil personas, se convirtió en el segundo ascendido después de Banfield.
Héctor Sánchez y Oscar Gómez, en dos ocasiones, anotaron para Nueva Chicago, y Damián Felizia y Sebastián Brusco, de tiro penal, marcaron los tantos de los cordobeses, que habían llegado en desventaja a esta segunda final por la derrota 0–1 del sábado pasado en Buenos Aires. Previo al gol del empate de Instituto, Nueva Chicago quedó en inferioridad numérica al ser expulsado el arquero César Velázquez, por cometer penal en infracción de último recurso.
Chicago, que había subido a Primera por última vez en 1981, volverá a jugar en el círculo privilegiado durante la temporada 2001/02, en tanto que Instituto dispondrá de una chance más de ascender en dos partidos de Promoción, primero de local y luego de visitante, ante Argentinos.
Los primeros minutos reeditaron una escena del partido de ida, porque al igual que el sábado pasado Ariel Jesús aparecía por la raya izquierda para hacer estragos. Así, a los 2 minutos dejó el tendal, corrió paralelo a la línea de fondo y tocó hacia atrás. Rechazó parcialmente Lencinas, Christian Gómez tocó suave hacia atrás y Héctor Sánchez, que llegaba por el borde del área, remató cruzado y puso en ventaja a Chicago.
Instituto salió decidido a empatar. Enseguida, tras un centro sobre el área, la pelota bajó y dio en el brazo izquierdo extendido de Herbella, por lo que el árbitro sancionó penal. Amato lo ejecutó débilmente y el arquero rechazó, pero Felizia, que arremetía, clavó el derechazo cruzado para marcar el empate.
A los 11, Chicago volvió a adelantarse en el marcador: Jesús encontró más facilidades, desbordó por la izquierda y envió un centro llovido que el Topo Gómez conectó de cabeza a la red.
Sobre el final del primer tiempo, el partido dio un vuelco. Tras un rebote en el arquero, Amato esquivó a Velázquez, que lo derribó cometiéndole penal y se hizo acreedor a la expulsión por la infracción como último recurso. Los técnicos de Chicago hicieron ingresar a Frangella al arco y sacaron al imparable Jesús, en una doble pérdida muy sensible para sus aspiraciones. El tiro penal lo concretó Brusco.
En la segunda etapa, Instituto, lanzado masivamente al ataque, estuvo a punto de convertir en varias oportunidades contra un equipo refugiado cerca de su valla. Pero una tras otra las chances fueron desperdiciadas y a un minuto del final, el Topo Gómez escapó por izquierda, dejó atrás a su marca, y cuando salió el arquero la tocó suavemente por encima. El guardavallas manoteó, pero no pudo impedir que el balón se metiera en el arco.

 


 

LA ALEGRIA DE LOS TECNICOS TRAVERSO Y VEGA
“No queríamos soñar con el ascenso”

Jorge Traverso, uno de los técnicos de Nueva Chicago, reconoció que el haber llevado al equipo de Mataderos a Primera es una de las mejores cosas que le pasó a lo largo de su carrera deportiva. “Esto es lo mejor que me pasó en los últimos tiempos. No me lo podía imaginar, no me permitía soñar con el ascenso, sólo quería que llegara este momento para festejar”, señaló el entrenador.
“Esto es algo que nos desborda –agregó Traverso–. Explicar un sentimiento es una cosa difícil.” El otro integrante de la dupla técnica, Roberto Vega, señaló: “Todavía me cuesta creerlo, es un sueño hecho realidad. No sé cuando me voy a aflojar, ojalá que este momento no termine nunca”.
Traverso y Vega eran integrantes del equipo de Nueva Chicago que descendió a la B en 1983, junto a Racing. Entre otros jugadores, formaban parte de aquel equipo Carlos Fren (más tarde técnico de Primera con Diego Maradona), Claudio Larramendi y Claudio Otermín.
Este equipo de Chicago venía de salvarse del descenso a la B Metropolitana en la última fecha de la temporada 1999/2000, y arrancó este torneo con uno de los peores promedios y la consigna de evitar nuevamente la pérdida de la categoría. Alberto Pascutti, el ex entrenador de Almagro, lo dirigió en los primeros partidos de este torneo, pero se desvinculó tras ocho encuentros. Traverso y Vega asumieron el interinato, y con el correr de las fechas fueron confirmados en el puesto, mientras Pascutti se iba al descenso con All Boys...
Nueva Chicago fue fundado el 1º de julio de 1911 por un grupo de jóvenes vecinos del barrio de Mataderos que se reunían sobre el puente de madera situado en las calles Francisco Bilbao y San Fernando (actualmente Lisandro de la Torre), debajo del cual corría el arroyo Cildáñez.
Varias fueron las propuestas presentadas a la hora de definir los colores de la camiseta. Algunos sostenían que debían ser como las de Alumni, roja y blanca; otros como la de Racing, celeste y blanca; pero en ese momento de discusión, pasó una chata cargada con fardos de pasto que tenía los colores verde y negro, transitando por la Avenida Campana (hoy Avenida Eva Perón) hacia los nuevos mataderos, y a instancias de uno de los fundadores, José Varela, se adoptaron esos colores.

 

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