Agridulce domingo para el tenis argentino en París. Paola Suárez, junto a la española Virginia Ruano Pascual, se adjudicó el dobles femenino de Roland Garros, mientras que su compatriota Brian Dabul cayó en la final de Juniors de ese mismo torneo. Suárez había perdido la final de doble mixto el sábado. La pergaminense y Ruano Pascual, números 2 del cuadro de dobles femenino, derrotaron en la final a la pareja conformada por la yugoslava Jelena Dokic y la española Conchita Martínez, preclasificadas 16, por 6-2 y 6-1.
“Cuando Vivi (Ruano) vio que jugaba el doble con Patricia Tarabini en Roma, me dejó un mensaje en el celular diciéndome ‘Poli, no me cambiarás’, y yo le contesté que empezamos juntas y seguiremos juntas hasta el fin”, dijo la pergaminense tras su éxito. En verdad, ambas comenzaron jugando dobles hace ya ocho años, y desde entonces, aunque con alguna laguna, han ido construyendo su carrera juntas hasta convertirse en la segunda pareja del mundo y conseguir su primer Grand Slam.
Suárez y Ruano son una pareja heterodoxa. Se gritan mucho en la cancha, ríen, bromean y muestran una coordinación antes fruto de los años que de un trabajo muy exhaustivo para el doble. “Seguramente tenemos que trabajar un poco en el tema dado que nos está yendo bien, y sobre todo sería bueno que consiguiéramos más puntos en torneos indoor, que son los que más nos cuestan por nuestra forma de juego”, explicó Ruano.
Por el momento, el número uno de las estadounidenses Raymond y Stubbs está lejos, con bastantes puntos de ventaja. “Y lo malo es que para ellas terminó la parte floja de temporada, el polvo de ladrillo”, apunta Suárez. Pero no por ello el dúo hispanoargentino se rinde: “En Wimbledon ya lo hicimos bien el año pasado, llegando a cuartos. Nos adaptamos bien, aunque seguimos jugando igual que en polvo”.
Además, llegado a este punto de éxitos, las dos jugadoras tienen una motivación adicional en el doble: los importantes premios que pueden recaudar. De París se llevarán cada una más de 100.000 dólares por su triunfo aquí, que en el caso de Ruano se suma al del mixto y en el de ambas al de la segunda ronda en el individual. Y por si esto fuera poco, las dos han conseguido un hueco en la historia: Suárez, como la primera argentina en ganar el doble de París; Ruano, como la primera española que consigue dos títulos de Grand Slam en la misma edición de un torneo.
Dabul, número 7 del torneo, no tuvo la misma suerte en la final de juniors en la que perdió ante el español Carlos Cuadrado, preclasificado 6, 6-1, 6-0. En menos de una hora y con una gran seguridad desde el fondo de la cancha Cuadrado neutralizó cualquier opción de Dabul. El español ganó los primeros cinco juegos consecutivos. Luego el argentino hizo el único de su cuenta (5-1) y Cuadrado se adueñó nuevamente del partido para ganar otros siete games.

Kuerten gano el Abierto por tercera vez
Guga es el dueño de París

Por Julian Diez
Desde Paris

El brasileño Gustavo Kuerten tardó dos horas en doblegar la dinámica resistencia del español Alex Corretja, pero terminó por conquistar su tercer título de Roland Garros, 6-7 (3-7), 7-5, 6-2, 6–0, en tres horas y doce minutos de juego.
Kuerten se convierte con este triunfo en el primer jugador que renueva el título de Roland Garros desde el español Sergi Bruguera, en 1994, y en el primero también que suma tres títulos de París desde que el checo Ivan Lendl lograra su tercer campeonato en 1987. Sólo Lendl, los suecos Björn Borg (logró seis) y Mats Wilander, y los míticos “mosqueteros” franceses Henri Cochet (obtuvo cuatro) y René Lacoste consiguieron tantos Roland Garros. Además, pasa a ser el mejor jugador en la clasificación de la temporada (la carrera de campeones), lo que suma a su primer puesto en el ranking mundial.
Tras un arranque de torneo dubitativo, en el que incluso pudo ser eliminado por el jugador número 122 del mundo, el estadounidense Michael Russell, Kuerten fue consolidando su juego, el que le ha llevado a marcharse de París con el apelativo que le pusiera el ruso Yevgueni Kafelnikov: el Picasso de los courts. Aunque los españoles podrían ponerle otro, el de su permanente verdugo, puesto que se trata sin duda del único jugador que en la última década ha puesto en entredicho la supremacía española sobre polvo de ladrillo.
“Estoy muy feliz de cumplir mi sueño de ganar mi tercer título, es una hermosa sensación. Fue una gran batalla, especialmente en los dos primeros sets. Yo estaba muy nervioso al principio, como siempre, y Alex fue un oponente difícil, como siempre”, declaró el brasileño tras la final.
En la ceremonia de coronación, recibió el trofeo de parte del dos veces campeón en París Jim Courier y luego lo presentó al público vistiendo una casaca que decía “I love Roland Garros”. Hablando en francés, Kuerten alargó su romance con el público parisino al afirmar: “Tengo que amar este lugar. Es como un lugar mágico para mí. Ganar en esta ciudad es como hacerlo en casa”. Tras sus triunfos en París, sin duda puede considerar a la capital francesa como su segundo hogar.
Kuerten, que confirmó que no participará en Wimbledon, acabaría trazando un segundo corazón en la arena de la central para tumbarse en él, como el que hizo tras vencer a Russell en octavos tras superar un match-point en contra. Y mientras el campeón se entregaba al público parisino, Corretja le recriminaba con amargura su soledad.

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