Por
David Cufré
El
hombre que Domingo Cavallo se apresta a incorporar a su equipo es Mario
Blejer, economista argentino con treinta años de trayectoria en
el Fondo Monetario Internacional. Página/12 adelantó la
semana pasada que el ministro de Economía estaba por producir un
ingreso resonante a su elenco de colaboradores, con el fin de mejorar
la relación con los inversores y las agencias calificadoras de
riesgo. La elección recayó en quien es hoy un alto funcionario
del FMI, encargado de auditar las economías asiáticas, igual
tarea que la italiana Teresa Ter Minassian desempeñó hasta
hace poco tiempo con la Argentina. Blejer conoce cada pasillo de la sede
del organismo en Washington y lo que allí se cocina. Nadie mejor
que él para encargarse de la estratégica misión de
mantener un contacto fluido con las autoridades del Fondo.
El nombramiento de Blejer es inminente, aunque Cavallo todavía
no resolvió cuál será su cargo específico.
Altas fuentes de Economía confiaron a este diario que seguramente
lo nombrará como asesor. Y remarcaron que no viene a reemplazar
a nadie, como algunos en el Palacio de Hacienda sospecharon tras enterarse
por Página/12 de la futura designación. El malestar de los
más estrechos colaboradores de Cavallo con el viceministro y secretario
de Finanzas, Daniel Marx, llevó a que se especulara con el alejamiento
del funcionario. Otro asesor del ministro, Horacio Liendo, y los secretarios
de Hacienda, Jorge Baldrich, y de Legal y Técnica, Alfredo Castañón,
vienen cuestionando el trabajo de Marx. Pero la llegada de Blejer no se
relaciona con esa interna sino con el interés de Cavallo de potenciar
al máximo su capacidad de acción en este momento, para aprovechar
el espacio ganado con el megacanje de deuda.
Con esa operación, el Gobierno tiene asegurado el pago de los servicios
de la deuda hasta noviembre próximo. Pero necesita urgentemente
conseguir fondos en los mercados de capitales que desde septiembre
del año pasado están cerrados para la Argentina para
cumplir con los pesados vencimientos de allí en más. El
ministro asignará a Blejer la tarea de dialogar con los inversores
para convencerlos de que vuelvan a abrir los grifos de capitales para
la Argentina, aprovechando que el economista mantiene excelentes relaciones
con los más influyentes financistas internacionales. El hombre
del Fondo se comunica casi a diario con los operadores financieros de
Wall Street. El ministro confía en que su credibilidad por haber
pertenecido durante décadas al organismo de crédito está
asegurada.
La semana pasada, este diario anticipó que el elegido por Cavallo
para sumar a su equipo sería una persona con marcada influencia
entre los financistas, un interlocutor al que ellos respetarán
por su trayectoria y por su capacidad para trasladar al Gobierno las inquietudes
del mercado. Para el ministro, el mejor candidato es Blejer, de quien
además es amigo desde su juventud. El actual vicedirector
del FMI es también cordobés, y coincidió con Cavallo
en actividades académicas y profesionales. Así como el futuro
asesor será una suerte de vocero del Gobierno ante los mercados,
otro de sus trabajos será aprovechar sus contactos en el FMI. Por
caso, explicará a su amiga Ter Minassian, quien recientemente fue
ascendida a directora y quedó a cargo del área impositiva,
los planes del Gobierno en materia tributaria.
Blejer también es muy amigo de Claudio Loser, otro argentino que
ocupa el cargo de director del Departamento para el Hemisferio Occidental.
Este funcionario jugó un papel fundamental en las recientes negociaciones
entre el Gobierno y el FMI. Su intervención aflojó la resistencia
de las máximas autoridades del organismo, que cuestionaban el grueso
desvío fiscal en que incurrió la Argentina en el primer
trimestre y redoblaban sus exigencias para firmar un nuevo acuerdo. Finalmente,
el Fondo cedió y se llegó a un nuevo convenio. Cuando Blejer
se incorpore al equipo económico, no tendrá más que
levantar el teléfono para transmitir a los funcionarios del Fondo
la visión oficial sobre cualquier tema. Con más de treinta
años viviendoen Washington, el economista conoce el funcionamiento
interno del FMI, el Banco Mundial y el BID, y sabe con quién contactarse
en cada caso.
Cavallo quiere a su lado a un hombre del Fondo para aceitar la relación
del Gobierno con los ámbitos de poder financiero. Pese a su prestigio
en esos ámbitos, el ministro ha tenido algunos problemas para convencer
a los financistas y a los organismos multilaterales de algunas de sus
ideas, como el proyecto para extender la Convertibilidad al euro o la
necesidad de flexibilizar la política monetaria. Esas iniciativas
fueron cuestionadas por Standard & Poors y Moodys, las
influyentes agencias calificadoras de riesgo con sede en Estados Unidos.
Entre las importantes tareas que Cavallo le reserva a Blejer, está
también la de dialogar con esas calificadoras para que no sigan
castigando a la Argentina con bajas en las notas. Eso es lo que el ministro
busca del hombre que está por sumar a su equipo de colaboradores.
Metas
como objetivo
Para
que el megacanje no se diluya como el blindaje, Argentina tiene
que cumplir con las metas fiscales comprometidas con el Fondo Monetario
Internacional. Esto lo destacó el último informe de
la Fundación Capital, comandada por Martín Redrado.
Incluso la advertencia es más contundente, al señalar
que sólo el cumplimiento de las metas del segundo trimestre
de 2001 alejará definitivamente el fantasma de la cesación
de pagos en Argentina. Con ese tipo de reportes se tendrá
que enfrentar el hombre del Fondo que repatriará Cavallo,
Mario Blejer, siendo justamente una de sus principales tareas convencer
a economistas de la city descreídos, financistas pesimistas
y calificadoras inflexibles de que Argentina será un buen
alumno del FMI. Si bien en la proyección inicial de
la Fundación Capital existe un desvío respecto a la
meta pautada con el FMI, creemos que se podrá cerrar de acuerdo
a lo comprometido, señaló el informe redradista.
La meta del desequilibrio fiscal para los primeros seis meses de
este año es de 4939 millones de dólares y sólo
en el primer trimestre el déficit fue de 3122,4 millones
de dólares. Para todo el año, el máximo de
déficit programado, en acuerdo con el FMI, es de 6500 millones
de dólares. Argentina necesita cumplir ese compromiso para
acceder a vitales fondos del organismo que le permitan pagar sus
deudas este año.
|
EL
CANJE NO MEJORA EL HUMOR PYME, DICE UNA ENCUESTA
La
crisis no saca sonrisas
Por
Claudio Zlotnik
Las
pymes no creen en las supuestas bondades del megacanje ni se esperanzan
con las promesas de Domingo Cavallo. Según una encuesta realizada
por el departamento económico del Banco Ciudad entre pymes de la
Capital, apenas el 4,2 por ciento de los empresarios consideró
que las condiciones económicas mejorarán en el corto plazo.
Y casi la mitad de ellos dijo que la situación continuará
deprimida. La percepción de los pequeños empresarios
empeoró en los últimos meses. La recesión profundizó
el malhumor y las dificultades por las que atraviesan las compañías,
señaló a Página/12 el economista Alejandro Banzas,
coordinador de la encuesta.
En octubre de 2000, cuando se efectuó la anterior medición,
uno de cada cinco empresarios era pesimista. Ahora, esa proporción
se agrandó, y el 46 por ciento piensa que las cosas continuarán
tan difíciles como hasta ahora. La compulsa realizada entre
un centenar de pymes determinó que el 55 por ciento sostiene
que el nivel de ventas seguirá en picada. El resto, los más
optimistas, le pusieron un techo muy bajo al eventual despegue económico:
la expectativa es que las ventas aumentarán 10 por ciento cuando
pase la depresión. Los industriales son quienes peor la están
pasando. Es lo que sucede cada vez que hay crisis: la industria y el comercio
sufren más que las empresas de servicios, apuntó Banzas.
Sobre las pymes faltan datos oficiales desde 1994, cuando se realizó
el último censo económico. Desde entonces, el mapa de las
pymes se modificó en forma al compás de los cambios económicos.
Por caso, se estima que entre los rubros de servicios que más crecieron
figuran el turismo, informática y telecomunicaciones.
El hecho de que la crisis haya golpeado con dureza a las pymes hizo que
cambiara la relación de éstas con el sector financiero.
Los principales bancos de plaza, controlados por los grandes conglomerados
extranjeros, se muestran renuentes a prestarles a las empresas más
chicas, afectadas por la depresión económica. En la encuesta
quedó reflejada esta realidad: el 52 por ciento de los empresarios
admitió que recurrirá a los bancos oficiales para pedir
prestado.
Al respecto, en diálogo con este diario, Banzas advirtió
sobre la misma problemática abordada la semana pasada por los bancos
nucleados en Abappra: las entidades tienen trabas para prestar debido
a las rígidas normas del Central, dijo el economista. Se
refería al hecho de que el BC califica a las empresas de acuerdo
al valor de su patrimonio. Muchas veces, éstos son pequeños
y los bancos se niegan a prestar. Por tal motivo, los banqueros oficiales
ya le pidieron a Roque Maccarone, presidente del BC, que modifique esa
regulación y que las calificaciones se otorguen de acuerdo al nivel
de facturación de las compañías. Maccarone ya prometió
que revisará la medida.
Silvani,
también del Fondo
Carlos
Silvani, ex titular de la AFIP, también provino de las filas
del Fondo Monetario. Junto a Pedro Pou, ex presidente del Banco Central,
fueron los funcionarios menemistas que continuaron en puestos claves
en la gestión de Fernando de la Rúa. Silvani ingresó
al gobierno de Carlos Menem en setiembre 1996 y fue echado a mediados
del año pasado por De la Rúa.
Economista, docente de la Universidad de Harvard, miembro de la liberal
FIEL, integraba el Departamento de Finanzas Públicas del FMI
antes de retornar a Buenos Aires. No le faltaron incentivos para volver:
el ingreso percibido durante esos años fue uno de los más
altos de la administración pública, al tiempo que mantenía
su relación laboral con el FMI en calidad de licencia. |
¿Quién
es este cordobés?
|
¿Quién
es Mario Blejer, el hombre del Fondo Monetario Internacional que
se incorporará en breve al equipo económico de Domingo
Cavallo? El argentino del FMI que tiene más relación
con Argentina es el mendocino Claudio Loser. Otro argentino del
Fondo, Carlos Silvani, estuvo al frente de la AFIP en los últimos
años del gobierno de Carlos Menem y en el primero de Fernando
de la Rúa. Ahora, un tercero, el cordobés Blejer desembarcará
en Buenos Aires. Pero, ¿quién es? Para conocerlo vale
saber cómo lo presentó un sector del establishment
académico a través de un currículum difundido
por la Universidad de San Andrés, cuando Blejer participó,
en agosto de 2000, en un seminario organizado por el Posgrado de
Especialización en Finanzas de esa institución con
el título Globalización y Reforma del Sistema
Financiero Internacional: La Perspectiva de las Economías
Emergentes.
Mario I. Blejer es un académico de importantísima
trayectoria internacional. Graduado de la Universidad Hebrea de
Jerusalén y de la Universidad de Chicago, ha publicado 19
libros y más de un centenar de artículos en los principales
Journals internacionales de Economía. Es considerado una
de las máximas autoridades mundiales en temas de política
fiscal, integración económica, economías post-socialistas,
política monetaria y cambiaria, planes de estabilización
y mercados internacionales de capital. Además de un record
impresionante como académico, Mario Blejer es una de las
estrellas de Washington, con una destacadísima
carrera en organismos internacionales. Actualmente es el principal
asesor en temas monetarios y cambiarios y Vice Director del Departamento
de Asia y el Pacifico del Fondo Monetario Internacional. En 1990
fue el líder de la misión conjunta del Banco Mundial
y el Fondo Monetario Internacional para el estudio de la transición
de la economía soviética. Luego fue Jefe de la División
de Ajuste Macroeconómico del Banco Mundial, y principal asesor
del Banco Mundial en los países de la ex Unión Soviética.
El Profesor Blejer, nacido en Córdoba y gran conocedor de
la economía argentina, ha sido honrado con un Chair en Economía
Europea en la prestigiosa Universidad Hebrea de Jerusalén.
|
|