Por
Romina Calderaro
Yo
voy a ser el vocero del Gobierno. Ricardo Ostuni será el vocero
presidencial. Juntos vamos a complementarnos para tratar de que se nos
entienda sin tergiversar la realidad. En su primer discurso como
subsecretario de Comunicación, Juan Pablo Baylac marcó el
territorio para evitar herir la susceptibilidad de Ostuni, a quien en
un principio no le cayó nada bien la designación del diputado
radical. En una breve ceremonia de la que participó el presidente
Fernando de la Rúa, recién operado del corazón, Baylac
puntualizó que su función será habilitar el
diálogo con la sociedad de manera más frecuente. Su
jefe inmediato será su amigo Nicolás Gallo, secretario general
de la Presidencia,
Desde hace tiempo, De la Rúa se queja de que sus funcionarios no
le van a los medios para defenderlo. Y si hay algo que demostró
Baylac es que no tiene ningún problema en defender la gestión
en cualquier circunstancia. Lo hizo insistentemente en el programa de
Mariano Grondona durante los primeros meses del gobierno de la Alianza
y acaba de llegarle su recompensa.
Baylac asumió ayer a las cinco de la tarde en el Salón Colón
de la Casa Rosada. Estuvieron el presidente Fernando de la Rúa;
el ministro de Salud, Héctor Lombardo; la ministra de Trabajo,
Patricia Bullrich; el ministro del Interior, Ramón Mestre; la vicejefa
de Gobierno porteño, Cecilia Felgueras, el secretario de Cultura,
Darío Lopérfido, los senadores Leopoldo Moreau y Pedro Del
Piero; el viceministro del Interior, Lautaro García Batallán,
y el titular del Senado, Mario Losada.
Baylac intentó minimizar su interna con Ostuni, quien, evaluación
de su eficacia al margen, no tenía competencia hasta que llegó
el radical. A tal punto se ofendió Ostuni en su momento con los
rumores del desembarco del amigo de Gallo que una mañana fue al
despacho presidencial a preguntarle al Presidente que cómo era
la cosa. Ayer temprano, en declaraciones a la Rock and Pop, Baylac aseguró
que no hay pelea con Ostuni: Al contrario, hay convicción
y compromiso para colaborar con el Presidente.
El discurso de bienvenida a Baylac corrió ayer por cuenta de su
amigo Nicolás Gallo, quien elogió cuatro cualidades del
flamante funcionario, o, en sus propias palabras cuatro activos.
A saber: Su compromiso con la causa de la Alianza, su tesón
por el trabajo (me convocó a las ocho de la mañana); haber
elegido este salón para su asunción, en el que hay un sólo
piso. Y abundó: En otros salones, los funcionarios
están en tarimas, por encima de la gente, y eso puede producir
grietas en la comunicación. En la exposición del cuarto
y último activo, Gallo dejó sentado de qué
lado está Baylac ha demostrado su deseo de convertirse en
el real vocero del gobierno, dijo Gallo. Y, a juzgar por la fuerza
que hizo para conseguir el nombramiento de Baylac, cabe suponer que la
palabra real no se le escapó.
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