Página/12
en España
Por
Carolina Bilder
Desde Madrid
La
propuesta de ser soldado de la Madre Patria se entusiasmó a cientos
de adeptos entre los hijos y nietos de inmigrantes españoles que
viven en Argentina. En los próximos días, un primer pelotón
conformado por unos 200 argentinos y uruguayos descendientes de españoles
de entre 18 y 27 años desembarcarán en España dispuestos
a servir en las filas del ejército. Fuentes del Ministerio de Defensa
español sostienen que el contingente se completará gradualmente
a lo largo del año, y que en total se incorporarán 180 argentinos
y 96 uruguayos de entre 18 y 27 años. Decretada la defunción
del servicio militar obligatorio, vendrán a compensar la escasa
convocatoria que tienen las Fuerzas Armadas profesionales entre la juventud
española. A cambio de sus servicios, recibirán un sueldo
promedio de 460 dólares, formación y capacitación
especializada y el acceso a la seguridad social.
En esta primera etapa, Argentina y Uruguay fueron los países elegidos
por el Ministerio de Defensa español para poner en marcha esta
experiencia piloto de reclutamiento de soldados latinoamericanos
entre la tropa de las nuevas Fuerzas Armadas profesionales de España,
que arrastra un déficit de jóvenes dispuestos a ponerse
el uniforme militar desde que el presidente José María Aznar
anunció la defunción por decreto del servicio militar obligatorio,
en cumplimiento de una promesa electoral.
En este contexto, el llamamiento del Ministerio de Defensa para reclutar
soldados en el Cono Sur se desprende de los magros resultados obtenidos
en la primera convocatoria de la tropa profesional de este año,
en la que se presentaron algo más de 6000 jóvenes españoles,
casi la mitad de los 12.235 que lo hicieron en la primera del año
pasado. De ahí la urgencia por implementar el plan, cuyo anuncio
se realizó hace apenas tres meses y ahora ya es una realidad.
Ayer, el ministro de Defensa español, Federico Trillo, agradeció
el papel que están cumpliendo las casas gallegas en Buenos Aires
y en Montevideo en la campaña emprendida por el Ministerio entre
los hijos de inmigrantes españoles para convencerlos de que el
ejército puede ser una buena vía para volver a España.
Luego anunció que en los próximos días llegarán
a España los primeros 200 jóvenes que superaron los requisitos
de admisión, de entre un total de 600 aspirantes. Aunque Trillo
no dio precisiones, extraoficialmente trascendió que se embarcarían
en un vuelo de Iberia los días 17, 18 y 19 de junio y que los gastos
del pasaje estarían a cargo de los reclutados, aunque habría
planes de financiación.
También extraoficialmente se supo que el grupo de jóvenes
argentinos y uruguayos se incorporarían en diferentes especialidades
de las Fuerzas Armadas y que una vez capacitados podrían acceder
a puestos de trabajo de empresas privadas.
En abril pasado, la oficina de Reclutamiento había enviado una
carta a 27 mil argentinos y 7 mil uruguayos descendientes de españoles
ofreciéndoles la posibilidad de incorporarse al Ejército
español. De este modo, mientras se despedía a los últimos
reclutas forzosos, se daba comienzo al proceso para cubrir las plazas
vacantes que los jóvenes españoles se niegan a ocupar.
La carta llevaba la firma del director general de la oficina de Reclutamiento,
Gregorio López Iraola, y estaba acompañada de un sugestivo
folleto: ¿Buscas una oportunidad?. Para sorpresa de
los agregados militares que los primeros días de mayo viajaron
en comitiva a la Argentina, miles de jóvenes descendientes de españoles
se plegaron a la propuesta, muchos de ellos con el objetivo de mejorar
su situacióneconómica y aspirar a nuevas posibilidades de
trabajo en la tierra de sus antepasados.
En las reuniones celebradas en Buenos Aires, Córdoba y Rosario
se enteraron de qué se trataba. La oferta les garantizaba cursos
de formación profesional y, luego, la posibilidad de encontrar
un trabajo en la vida civil. Por mencionar sólo un caso,
1600 jóvenes concurrieron al llamado en el Centro de Galicia en
Buenos Aires. De esas reuniones salió un primer grupo de aspirantes
integrado por 350 argentinos y 170 uruguayos, a quienes se les realizó
una serie de pruebas psicotécnicas y físicas.
Si bien por el momento se trata sólo de un plan piloto, en el Ministerio
de Defensa español ya están pensando en extenderlo en una
segunda etapa a otros países iberoamericanos y a todos aquellos
en los que haya una importante colonia de hijos y nietos de inmigrantes
españoles. En todos los casos, se trata de una propuesta a la que
únicamente podrían adherirse los jóvenes descendientes
de españoles que viven fuera de España y que por esta misma
condición tienen acceso a la ciudadanía española.
Para ello, en los próximos meses se aprobaría una norma
que regule el ingreso de inmigrantes latinoamericanos. Según las
estimaciones oficiales, el número de soldados extranjeros podría
alcanzar a cubrir unas 200 plazas, el equivalente al 1,5 por ciento de
la tropa.
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