Por
Horacio Cecchi
A
última hora se decidió cambiar de fecha el cambio de hora.
Si todo es como se dice, el próximo sábado 23, a las 12
de la noche, que es lo mismo que el próximo domingo 24, a la 0
hora, todos los argentinos deberán retrasar sus relojes una hora
para cumplir con la primera ley argentina de husos y costumbres. La ley,
aprobada por unanimidad en agosto del 99, pero sucesivamente postergada,
sitúa a la Argentina en el huso horario que geográficamente
le corresponde, o sea el -4 respecto del meridiano de Greenwich. Pero
tendrá validez durante los meses de invierno. Desde el primer domingo
de octubre hasta el primer domingo de marzo, los relojes volverán
a adelantarse. Gobierno y legisladores aseguran que el cambio no provocará
aumentos en las facturas de electricidad.
El anuncio fue formulado en conferencia de prensa. Ayer, en el Senado,
el subsecretario de Energía, Alejandro Gallino; el senador del
Frepaso Pedro del Piero, y el diputado demócrata mendocino Jorge
Zapata Mercader informaron la prórroga y próxima puesta
en marcha del retraso horario. La fecha tentativa había sido
el 16 dijo Gallino a Página/12, pero era tentativa.
Se filtró al público y algunos sectores pidieron postergarlo
dos semanas para poner a punto sus sistemas informáticos y demás.
La ley 25.155 surgió de un proyecto de Del Piero y del justicialista
de Chubut Osvaldo Sala. Simultáneamente, Zapata Mercader presentaba
un proyecto semejante en Diputados. Ambos basaron sus propuestas en estudios
técnicos del investigador del Conicet Federico Norte y la ex directora
del Observatorio Naval Elisa Arias. Arias sostuvo en aquel momento que
con el -3 Argentina vive todo el año como si fuera Río
de Janeiro. En promedio, la población paga 34,8 por
ciento más de energía en invierno con el huso 3, aseguró
Norte en su informe.
El proyecto fue aprobado como ley el 25 de agosto del 99 y se fijó
como fecha inicial el primer domingo de marzo de 2000, es decir, el 5
de ese mes. Pero el 29 de febrero, el gobierno decidió postergar
el cambio 180 días. Motivos: un estudio de las empresas ligadas
al sector energético determinaba que la modificación del
huso horario provocaría un aumento del consumo eléctrico
en lugar de un ahorro, 7 millones de pesos extra. El estudio, llamativamente,
no llevaba firma ni ninguna de las cámaras que agrupan a los energéticos
se responsabilizó del mismo.
No es cierto que se produzca un encarecimiento. Es al revés
aseguró Gallino. Este gobierno pidió un informe
a Cammesa (la cámara que agrupa al sector de empresas energéticas)
y en él afirman que el ahorro se produce con el huso -4.
¿Por qué entonces lo rechazan?
No lo rechazan. Les produce complicaciones respondió
Gallino.
Un vocero del sector energético tradujo el punto: Durante
la noche se concentra la mayor demanda de energía y se producen
más pérdidas, que no se pueden cobrar. Durante el día,
no hay tantas pérdidas y les resulta más rentable. Al retrasar
el reloj, se aumenta una hora la emisión nocturna y se reduce una
la diaria, con lo que generan energía con mayores pérdidas.
El primer domingo de octubre de 2000, la ley debía ponerse en práctica
adelantándose los relojes. Pero, como nunca se habían atrasado,
la ley volvió a quedar sin efecto hasta el primer domingo de marzo
de 2001. El último día de febrero de este año una
fecha fatídica en lo que a husos se refiere, una vez más
se decidió atrasar la ley en lugar de atrasar los relojes. Motivos:
las consultas que realizaba el gobierno aún no estaban finalizadas.
El -4 es el huso que corresponde geográficamente sostuvo
ayer Del Piero. El grueso del territorio argentino está dentro
de ese huso. Sólo Misiones cae en el -3 y las regiones
de la Cordillera en el -5, agregó Mercader.
La historia del huso argentino fue sinuosa. En 1920, el país suscribió
el tratado de Washington que dividió al mundo en 24 husos horarios.Curiosamente,
lo hizo con atraso: 32 años más tarde. El tratado fue redactado
y firmado por las naciones en 1888. En 1930, se estableció el -3
de verano y el -4 de invierno. En el 69, se estableció el
-3 todo el año. En el 74 y durante cuatro años, se
llevó el reloj al -2, tal cual miden sus horas los habitantes de
la isla Fernando de Noronha, perdida en el Atlántico a 400 kilómetros
del puerto brasileño de Natal. El 78 se volvió al
-3, hasta el 88 cuando, por cuestiones de escasez energética,
Alfonsín ubicó al país nuevamente con los noronhos.
En el 89, se fijó el -2 para el verano y el -3 para el invierno.
Y desde el 93, la hora carioca.
Los hogares no van a ver variación en la factura de electricidad,
porque la lamparita que no usarán a la mañana la encenderán
a la noche -aseguró Del Piero. Esto beneficia a 8 millones
de chicos que van a la escuela en horario matutino, pero que a la hora
que entran es de noche. Los estudios determinan que la gran actividad
se pone en movimiento durante las primeras horas de la mañana.
A las cinco o seis de la tarde, que es la hora en que deberían
a empezar a encender las luces de los hogares, la mayor parte de los argentinos
no está en sus casas porque sigue en algún trabajo extra.
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