Ella
se escuchará a sí misma decir: Soy sorda, pero oigo;
tuve que aprender a escuchar, aunque ya lo sabía; me comunico por
radio conmigo misma y llevo una computadora en mí. Y sonreirá,
porque habrá descifrado el acertijo de su curación. Se trata
de la mujer de 52 años que recibió un implante auditivo
de tronco cerebral, novedosa técnica que permite recuperar
la audición a quienes más alejados estaban de recobrarla:
los que la perdieron, no por lesiones en el oído, sino en el nervio
auditivo. La técnica consiste en instalar un oído totalmente
artificial, que se comunica directamente con el cerebro. La Argentina
es el primer país de Latinoamérica donde se la practica
y los pacientes requieren un largo período de reeducación,
como si aprendieran un idioma nuevo, para poder vincular las nuevas señales
que recibe su corteza cerebral con la palabra humana.
Ya eran de rutina en la Argentina los implantes cocleares,
para reemplazar la función del oído interno. El problema
es cuando la persona se ha quedado sorda por tumores, quistes o
alteraciones congénitas que dañan el nervio auditivo: para
estos casos sirve el implante auditivo de tronco cerebral,
explicó Carlos Boccio, jefe de Otorrinolaringología del
Hospital Italiano, quien dirigió el equipo que, por segunda vez
en el país, efectuó la intervención.
La paciente, de 52 años, había quedado totalmente sorda
a causa de la enfermedad de Reckinghausen, tumor que desde
1992 le afectó ambos nervios auditivos. La misma operación
intracraneana que, al eliminar los tumores, extirpó los nervios
auditivos, sirvió para instalar el implante.
El oído biónico incluye un pequeño dispositivo, parecido
a un audífono, alimentado por una pequeña pila y oculto
tras la oreja; a la manera de un micrófono, transforma los sonidos
en señales eléctricas. ¿Cómo trasmitirlas
al interior del cráneo, si la vía auditiva está anulada?:
mediante un microtrasmisor de radio FM. Dentro del cráneo, un microrreceptor
FM toma las señales, las traduce en impulsos eléctricos
y las entrega, por medio de 21 electrodos, a los núcleos auditivos
del tronco cerebral, que está en la base del encéfalo. Desde
allí, ya transformados en impulsos nerviosos normales, irán
a la corteza cerebral, donde tiene lugar la audición propiamente
dicha.
Pero no es lo mismo oír que entender lo que se oye. En el ser humano,
el hecho de oír implica un complejo trabajo de interpretación
de las señales que llegan al cerebro, especialmente cuando se trata
de palabras. Entonces, cuando se trata de reemplazar el nervio auditivo,
que conecta con el cerebro mismo, no alcanza con trasmitir señales
sino que hay que crear todo un sistema de codificación: el audífono
incluye en realidad una microcomputadora que analiza el ruido ambiente
para distinguir y privilegiar los sonidos que componen la palabra humana.
Así, las señales sonoras que se trasmiten al interior del
cráneo ya están procesadas. Y el procesamiento que efectuó
la microcomputadora puede entregarse al cerebro porque los 21 electrodos
permiten un elevadísimo número de combinaciones.
Por eso, el paciente necesita un proceso de reeducación que dura
varios meses, de modo que su cerebro aprenda el nuevo código con
el que la microcomputadora ha sustituido al del nervio que perdió.
No recuperará exactamente el oído, pero será capaz
de oír.
Según Boccio, los resultados dependen de la habilidad y el
entrenamiento: los pacientes de mejor rendimiento, llegan a ser capaces
incluso de hablar por teléfono. El especialista anticipó
que hasta ahora, esta tecnología se usa para enfermedades
poco frecuentes, pero podrá extenderse a muchos casos de sordera
bilateral: abre alternativas para niños que sufren hipoacusias
con daño nervioso. La técnica fue desarrollada en
Estados Unidos por William Hitsbelger, quien viajó a Buenos Aires
para supervisar la operación.
La señora Bach fue operada el 21 de mayo y se repone en su domicilio.
Su esposo, Eduardo Abollio, comentó a este diario que estamos
muyesperanzados con el implante y quiso agradecer a nuestra
obra social, la del Círculo Médico de Lomas de Zamora, que
lo hizo posible.
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