Por
Carlos Polimeni
La
versión argentina de Gran Hermano tendrá una
segunda parte, que comenzará en julio, muy poco después
de que finalice la primera. La producción del reality show está
a punto de lanzar el casting para este segundo programa, pero ya tiene
seis semifinalistas. Los dueños de esos lugares son
seis participantes del casting anterior, elegidos para el plantel del
primer programa, que hoy cumple 95 días consecutivos en pantalla.
Estos seis no ingresaron a la casa por problemas personales o de último
momento, pero habían superado todas las pruebas psicológicas,
de carisma y de cámaras que pasaron los hoy famosos. Algunos de
esos seis suplentes estaban en una primera selección
del programa, donde no figuraba, por ejemplo, Gastón Trezeguet,
quizás la estrella del desarrollo del juego.
El programa actual, uno de los grandes éxitos de esta temporada
de la televisión argentina, ha ingresado
ya en su recta final, pero concluirá recién al finalizar
junio, al cumplirse los 112 días de competencia previstos por el
reglamento. El Gran Hermano 1 está que arde esta semana:
el sábado, por primera vez en lo que va del programa, fueron nominados
tres participantes, la rubia Tamara, el apático Fernando o el estructurado
Marcelo. Es la antepenúltima nominación: cuando queden cuatro
integrantes, ya no habrá más traumas sabatinos para los
participantes (y televidentes). La proyección de los números
del programa indica que, además, fue un gran negocio publicitario,
ya que ingresó por facturación el doble de lo que costó
producirlo.
Estas y
otras revelaciones fueron formuladas ayer por el Director de Programación
y Contenidos de Telefé, Claudio Villarruel, que considera una victoria
personal el éxito del programa, en un momento crítico para
la televisión argentina de aire. Sin embargo, Villarruel está
seguro de que se trata de un fenómeno estacionario
que podría extenderse hasta el año que viene, y no mucho
más allá. Los fenómenos estacionarios hay que
explotarlos al mango, recalcó el sociólogo Villarruel
al anticipar que en lo que resta de la temporada el canal seguirá
explotando a full a las figuras emergentes del reality show,
que continuarán rotando por sus principales programas. Villarruel
comentó que está satisfecho de que su primera impresión
sobre el programa, de origen holandés, haya sido confirmada por
la realidad. Desde que lo vi por primera vez me dije: Esto
en Argentina mata, y me alegro de no haberme equivocado, señaló.
El funcionario de la emisora dijo, entre otras, cosas como estas:
Que todos los participantes
en Gran Hermano tienen un contrato de exclusividad con Telefé,
por lo que no están autorizados a participar en programas de otros
canales.
Que igualmente no considera
necesario ni procedente que se paseen por otros canales ya
que Telefé es el de pantalla más caliente.
Que en algunos casos las ofertas
para que figuras del canal vayan a otros llegan a molestarlo. Lo
hablé con Hugo Di Guglielmo (su par del 13) y le dije: Vos
no me podés robar un programa y después pedirme que las
figuras de Telefé lo visiten: Se refería a Sábado
bus, el programa de Nicolás Repetto.
Que los contratos-tipo con
los seleccionados para participar en Gran Hermano se extienden
por tres años y garantizan un sueldo para cada uno de ellos.
Que entiende que algunos de
los eliminados de la versión actualmente en el aire tienen un posible
futuro televisivo. La figura de Natalia (Fava) es realmente muy
atractiva y Martín (Viaña) también me parece dueño
de un gran futuro).
Que Gastón, considerados
por muchos el mejor jugador de Gran Hermano y por otros el
gran manipulador, no estaba entre los doce que integraban la primera selección.
Su inclusión fue a último momento, por un problema personal
de uno de los 12 que ya estaban con un pie adentro de la casa.* Que está
asombradísimo por la enorme cantidad de versiones imaginativas
que se tejieron en derredor de los protagonistas de Gran Hermano,
sobre todo sobre la posibilidad de que haya acomodados. Y
que esa curiosidad es más de sociólogo que de ejecutivo
de televisión.
Que la rubia Tamara, una de
las más aguerridas y llamativas participantes, fue una perla surgida
con absoluta limpieza del casting. Cuando yo la vi, incluso antes
de que hablara, me dije: esta chica tiene que estar, narró.
Quiso decir que Tamara no tiene acomodo, como se rumorea.
Que el canal intimó
mediante carta documento a Daniel Hadad para que no emitiese imágenes
de un video supuestamente comprometedor para Tamara se la veía
en escenas íntimas con el fallecido Rodrigo, en el boliche en que
trabajaba como una forma de resguardar los intereses de su familia.
El video había sido difundido antes, en forma parcial, por Jorge
Rial. Le habían dicho gato al aire, y el padre
estaba como loco, con todo su derecho, relató.
Que al continuar Gran
Hermano seguirá emitiéndose el bizarro programa de
debate sobre su devenir que conduce Juan Alberto Badía.
Que Soledad Silveyra seguirá
como conductora del programa central, los sábados por la noche.
Villarruel señaló que considera importante medir el éxito
de Gran Hermano así como de otros productos
de su canal, entre ellos la telenovela Yo soy Betty la fea,
en el marco de la fuerte recesión de la televisión argentina.
La torta publicitaria histórica era de 350 millones por año,
y para este año no va a llegar a los 280 millones, señaló
para dar un ejemplo de cómo las empresas achicaron sus ingresos
y debieron también cuidar sus egresos. Recordó que cuando
decidió programar en un horario central la telenovela colombiana
corrió un riesgo, pero que lo hizo convencido de que era un producto
con destino de éxito. El rating se lo confirmó: el culebrón
y el reality show han tenido mediciones sólo superadas en estos
meses de competencia por los exabruptos de rating de El Show de
Videomatch, de Marcelo Tinelli. Villarruel saltó a la gerencia
artística del canal desde su puesto de productor de Tinelli.
Según
el director artístico, ante la situación actual un análisis
desapasionado debería concluir en que están sobrando
dos canales de aire. Para eso, consideró que habría
que refundar el modo en que se hace televisión en la Argentina.
Uno de los puntos centrales de esa refundación sería
la producción constante de programas que sean vendibles en el exterior,
de tal modo que el circuito de posibles ganancias no se agote en la Argentina.
Telefé funciona hoy como una gigantesca productora, que hace
programas para acá, que los exporta, en algunos casos hasta a cien
países, y que hace dos películas por año, que ven
centenares de miles, cuando no millones, de espectadores, recalcó.
Villarruel anunció que durante julio el canal se las arreglará
para empezar a dar lugar a los programas que tiene parados
como una consecuencia de la granhermanización de su pantalla. Así,
a partir de la primera semana del mes que viene, la demorada El
hacker, con Carlos Calvo, Tiempofinal, la segunda temporada
del programa de Sebastián Borensztein y la telenovela del portorriqueño
Chayanne tendrán su lugar bajo el sol (de Telefónica).
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