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Los sonidos de Italia medieval
en una reconstrucción ejemplar

Un grupo especializado en música medieval y un coro femenino dedicado
al folklore de la península convergen en un álbum extraordinario.

Micrologus es uno de los mejores grupos de música medieval. Fue fundado en 1984 y sus álbumes han sido multipremiados.

El Cuarteto Vocal Giovanna Marini
fue creado en 1976. Su repertorio está basado en la tradición oral italiana.

Por Diego Fischerman

Todo es conjetura. La partitura, cuando existe, registra apenas una melodía. A veces, ni siquiera está escrito el ritmo. Durante mucho tiempo, las historias de la música aseguraron que así era la música en la antigüedad. Siempre había una única melodía y, en el caso de que hubiera muchos cantantes o instrumentistas (las pinturas y frisos probaban que así había sido) todos debían cantar y tocar lo mismo. La primera revolución la encabezaron un laudista llamado Thomas Binkley y David Munrow, un flautista y musicólogo autodidacta que terminó suicidándose a los 35 años después de haber introducido en sus versiones de música medieval y renacentista instrumentos y prácticas improvisatorias provenientes de la música popular.
Las hipótesis que empezaron a primar a partir de los años ‘70 tenían que ver con rastrear el sonido de esos lejanos orígenes de la música escrita en sus posibles supervivencias en los folklores europeos y del norte africano. No era en las partituras más elaboradas ni en la historia posterior de la música escrita donde podían encontrarse los vestigios más reveladores sino en los coros femeninos del sur de Italia, en las nubas arábigas, en las procesiones y fiestas populares y, por supuesto, en las ilustraciones medievales y en las descripciones incluidas en textos de esa época. Un CD reciente, publicado por el sello francés Opus 111, en que el grupo especializado en música medieval Micrologus y el Quartetto Vocale Giovanna Marini grabaron juntos una selección de canciones sacras y populares de la Italia del siglo XIII, llamado Cantico della Terra, es una bellísima manera de llevar esa hipótesis hasta sus últimas consecuencias. Allí, la tradición de la musicología académica y la de las prácticas populares se juntan para producir uno de los discos más interesantes de los últimos tiempos entre los que se hayan dedicado a esta clase de repertorio.
El punto de partida fue trabajar con las zonas más fronterizas de cada tradición. De la música escrita se eligió aquella en que las partituras eran menos precisas y cuyos usos estaban más ligados a las liturgias populares. Algo así como lo menos canónico del canon del repertorio medieval. De la cultura popular, al contrario, se eligieron aquellas canciones más canonizadas, las que por sus usos relacionados con fiestas litúrgicas tuvieran más chances de haber sufrido pocas transformaciones: cantos devocionales, de procesiones y relativos a la Semana Santa. Las lauda (melodías sencillas y fáciles de entonar, por lo menos en sus estribillos) que componen este disco son así el punto de encuentro entre dos maneras de acercarse al pasado. Micrologus y el coro Giovanna Marini representan dos caminos posibles de reconstruir los sonidos de hace 800 años. El primero de estos grupos, fundado en 1984, es uno de los más importantes de la actualidad entre los especializados en la interpretación de música medieval. Conformado por cantantes que además tocan instrumentos como la lira, el órgano portativo, la ciaramella, la cornamusa, la bombarda, arpa y laúdes, sus discos dedicados a Francesco Landini y el quattrocento florentino o a baladas y madrigales venecianos, ganaron innumerables premios. El otro conjunto fue creado en 1976 por su directora, Giovanna Marini, que hasta ese momento había tenido una carrera como guitarrista y que, a partir de sus contactos con el etnomusicólogo Diego Carpitello y con el grupo Nuovo Canzoniere Italiano, decidió cambiar de orientación y dedicarse a la investigación e interpretación del repertorio italiano de tradición oral. Y entre esos dos caminos, Cantico della Terra se sitúa en el exacto punto de convergencia.

 

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