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Un maratón para los que aún creen
que no existe la misión imposible

El éxito diario llevó a que la señal Uniseries programara cinco horas con episodios �raros� de �Misión imposible�, incluyendo el piloto.

Comienzo: El ciclo se iniciará
con el piloto de �Misión...�, que no tiene título y que llegó a la pantalla en raras ocasiones, con otro protagonista.

El equipo de “Misión...”, un
clásico de la tele en blanco y negro.
El maratón será presentado por Adolfo Castelo, canoso como Phelps.

Por Roque Casciero

”Su misión, Jim, si es que decide aceptarla...”, le decía una voz grabada a Jim Phelps, jefe de un grupo de espionaje durante la Guerra Fría. Era poco más que una frase de cortesía, porque él aceptaba las misiones sin dudar... aunque fueran imposibles. Por supuesto, siempre salía adelante, por fortuna para el mundo occidental y cristiano. Y también, cada vez, la cinta en la que venía el mensaje se autodestruía pasados los cinco segundos. “Misión imposible” fue una de las series más famosas de fines de los años 60 y combinó varios ingredientes que, con el tiempo, la convirtieron en clásica. En el último lustro la idea del programa se reflotó en el cine, adaptada a los tiempos modernos y con Tom Cruise como protagonista: los trucos tecnológicos de la versión Hollywood (primero con Brian de Palma, luego con John Woo) opacan a lo que se usaban en la original, pero estos nunca perderán el especial sabor del ingenio. La serie, además, tenía actuaciones sólidas, guiones ágiles y una cortina inolvidable, creada por el argentino Lalo Schifrin. Cualquiera que tenga más de 30 recordará con nostalgia la tensión que provocaban los acordes, mientras en la pantalla se encendía un fósforo. Ese viejo hechizo se repite de lunes a viernes a las 18, en el canal Uniseries, pero eso no parece ser suficiente para los fanáticos de “Misión imposible”. Por ese motivo, el canal programó un maratón de cinco horas para el viernes 29, a partir de las 21.
El canoso Peter Graves (Phelps, en la ficción) y los suyos serán presentados por el canoso Adolfo Castelo. Como suele suceder en los maratones de Uniseries, habrá perlitas especialmente seleccionadas para los más exigentes. Por ejemplo, el ciclo se iniciará con el piloto de “Misión...”, que no tiene título y que llegó a la pantalla en raras ocasiones. Entonces el jefe no era Graves sino Steven Hill (Daniel Briggs) y lo que se autodestruía después de dar el mensaje era un disco de pasta. La misión: obtener información secreta de manos de un dictador latinoamericano. Eso sí, ya eran parte del equipo el experto en disfraces Rollin Hand (encarnado por Martin Landau) y la versátil Cinnamon Carter (Barbara Bain, la eposa de Landau en la vida real).
En “Los sobrevivientes”, el segundo de los capítulos del maratón, el equipo debe rescatar a dos científicos que han sido secuestrados. Para lograrlo, los agentes echan mano a todos sus recursos tecnológicos para poner en escena un falso terremoto. En “La villa”, en cambio, la vida de Phelps está en peligro: disfrutando de unas merecidísimas vacaciones (sobre todo si se tiene en cuenta su particular trabajo), el jefe del equipo llega a un pueblito californiano a revisar su auto. Ahí lo secuestran y lo drogan para que no interfiera en los planes de los habitantes para asesinar a un desertor ruso.
“Nicole” y “Live Bait”, los siguientes episodios del ciclo de Uniseries, incluyen la participación de figuras que con el correr del tiempo se hicieron muy famosas. En el primero, Joan Collins (la malvada Alexis Carrington de “Dinastía”) encarna a una agente infiltrada que ayudará al equipo de “Misión imposible” a rescatar de manos enemigas una lista de espías aliados. Y en el que cierra el maratón, Martin Sheen encarna a Albert Brocke, el ayudante de un coronel inescrupuloso, ubicado en el centro de una trama con agentes traidores e identidades falsas. Uniseries promete que el maratón “se autodestruirá en cinco horas”, pero seguramente habrá más en el futuro. Se sabe: para Phelps y los suyos, y eso incluye a los fanáticos, no hay nada imposible.

 

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