Por Verónica
Abdala
Jorge Luis Borges pensó
que las emociones que la mejor literatura provoca son eternas e invariables,
aunque los medios y los estilos de los escritores puedan variar. Clásico
no es un libro que posee tales o cuales méritos sostenía,
sino la obra que consigue que las generaciones de los hombres, urgidas
por diversas razones, lean con previo fervor y con una misteriosa lealtad.
El autor de El Aleph que conoció en vida el lugar que la
historia le tenía reservado comparte ese privilegio con el
mexicano y Premio Nobel Octavio Paz y con el cubano José Lezama
Lima, entre otros grandes de las letras latinoamericanas del siglo XX.
A ellos estará dedicado el especial Crónicas anónimas:
Las palabras que no cesan, un documental producido por la señal
HBO Olé que se verá este viernes a la 1.15 (repite el jueves
21 a las 2.45, y el domingo 24 a las 19.15) y que apunta a mejorar la
comprensión de las respectivas obras, a partir del análisis
que concretan un grupo de autores entrevistados.
Para opinar acerca de la trascendencia de Borges, y apuntar datos poco
conocidos de su vida, fueron convocados Alejandro Vaccaro (Borges
es un ser literario, de manera que no hay una escisión marcada
entre el hombre y el escritor), Horacio Salas (Creció
en una biblioteca desde la que intuía el mundo exterior),
Edmundo Clemente y María Esther Vázquez, quien mantuvo una
estrecha relación de amistad con el escritor. Ella dice que los
libros eran en rigor lo único que a Borges realmente le importaba,
por sobre la familia y los amigos, incluso por sobre las mujeres de las
que se enamoró.
Carlos Monsiváis y Aurelio Aisiaín, entre otros, se concentran
en el análisis crítico de la obra de Paz y en su biografía,
para concluir en que la vida tiene sentido para él en la
medida en que se esté escribiendo y polemizando. Mientras
que el poeta, novelista y ensayista cubano Lezama Lima, que nació
y murió en La Habana, es objeto de análisis de los escritores
César López, Reynaldo González, Pablo Armando González
y José Luis Moreno del Toro.
Lejos de caer en un tratamiento académico, intelectual o
crítico, este programa descubre los laberintos humanos de estos
tres personajes que vivieron entregados a su trabajo, para legarnos una
obra que hoy es imprescindible en el universo literario, apunta
Carlos Brito, director y productor general del programa. El documental
se estructura en tres partes. La primera está planteada como un
acercamiento a la vida doméstica de los escritores, a partir de
la visión que de ellos tienen quienes los conocieron más
íntimamente. En la segunda, los entrevistados se proponen explorar
las claves de las respectivas obras, desde un punto de vista analítico.
Mientras que en una tercera parte, los escritores abordan las posturas
políticas y partidarias de cada uno de ellos y los inconvenientes
que sufrieron a causa de éstas.
|