Por Adriana Meyer
La ceremonia ya había
tenido lugar en el despacho que ocupaba el ex juez Carlos Liporaci pero
ayer se desarrolló con más pompa en la Cámara Federal.
El jefe de la SIDE, Carlos Becerra, informó a camaristas federales,
un juez, fiscales, secretarios letrados y el ministro de Justicia sobre
los movimientos de fondos de ese organismo de inteligencia, en el marco
de las investigaciones sobre el presunto pago de sobornos a senadores
para la sanción de la Reforma Laboral. Tras el levantamiento por
decreto del secreto de Estado que protege esos datos, Becerra dejó
que los funcionarios del juzgado fotocopiaran la rendición de gastos
correspondiente a dos cheques que suman 6 millones 500 mil pesos. La SIDE
los retiró el 11 y el 13 de abril de su cuenta en el Banco Nación
y los investigadores sospechan que pueden haber sido utilizados para pagar
los sobornos. Si teníamos dudas, hoy (por ayer) se ahondaron,
comentó a Página/12 uno de ellos.
El segundo piso de los tribunales federales de Retiro se pobló
ayer de hombres trajeados y con handy, voceros ministeriales y policías.
A la reunión asistieron el juez del caso Gabriel Cavallo, el ministro
de Justicia Jorge de la Rúa, los camaristas Horacio Vigliani y
Luisa Riva Aramayo y los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado.
La semana próxima los documentos serán analizados por un
perito contable de la Corte Suprema. Cavallo se hizo cargo de esa causa
cuando renunció Liporaci. Este trámite ya se había
realizado el 5 de octubre y en esa oportunidad el entonces ministro de
Justicia Ricardo Gil Lavedra enfatizó que el camino de la
SIDE está cerrado en la investigación. Sin embargo,
los investigadores le restaron peso a los papeles exhibidos.
Ayer no se mostraron más optimistas. A pesar del hermetismo que
rodeó a la audiencia, este diario pudo saber que no les cierran
los comprobantes que les mostraron. Es más de lo mismo, hay
desprolijidad y la SIDE sigue sin poder justificar en qué gastó
esos seis millones y medio, confió uno de ellos. En la primera
oportunidad, Liporaci no había querido quedarse con los comprobantes,
aunque adujo que no lo dejaron los funcionarios de la SIDE. Ahora esa
información se agregó al expediente y el perito determinará
si coinciden con los asientos contables que hay en la central de inteligencia
sobre esos cheques.
El diario Río Negro publicó que los cheques salieron de
la cuenta 1581/11 y fueron al Tesoro de la SIDE dos días antes
que el Gobierno anunciara que se habían destrabado las negociaciones
por la Reforma Laboral. Dos empleados del organismo los cobraron, los
pusieron en una valija con rueditas de madera, salieron de la sede central
del Banco Nación, frente a la Casa Rosada, cruzaron 25 de mayo
y entraron en la SIDE. Allí entregaron los billetes al secretario
de finanzas Juan Gallea, quien aseguró que no se usaron con
fines ilícitos pero no pudo explicar en qué fueron
utilizados. El ex jefe de los espías Fernando de Santibañes,
cuya indagatoria sigue suspendida, había explicado ante la Oficina
Anticorrupción (OA) que en abril el Ministerio de Economía
había reducido su habitual partida a la SIDE porque debía
cerrar los números para mostrar al Fondo Monetario Internacional.
En consecuencia, dijo que autorizó una transferencia de una de
las tres cuentas de la SIDE hacia el Tesoro para cubrir ese faltante.
Cuando los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado pidieron el procesamiento
de los senadores imputados, señalaron en su dictamen que las fechas
de los pagos casualmente coinciden con el período de reflexión
de los imputados que se tradujo en un drástico y llamativo cambio
de postura frente a la ley laboral. El fiscal de Cámara Germán
Moldes coincidió con ellos. Sin embargo, Liporaci dictó
a fines del año pasado la falta de mérito de todos los acusados.
Los fiscales apelaron la medida en relación a siete de ellos y
ahora la sala I de la Cámara Federal deberá resolver. Esa
decisión, tras la audiencia de ayer, sería inminente. Nadie
me presiona, jamás me dejaría presionar por nadie,
advirtió ayer el juez Cavallo al salir al cruce de las versiones
que indican que desde el menemismo intentarían reactivar la causa
con la presentación de un senador arrepentido que involucraría
al presidente Fernando de la Rúa en el caso. Si tienen un
arrepentido, tráiganlo ya mismo, vociferó. Según
la misma versión, el juez no tendría intenciones de activar
la pesquisa porque está a punto de ascender a la Cámara
Federal. Eso es menospreciar todo mi esfuerzo en concursar por el
cargo, pero, aunque quisiera participar de esa porquería es materialmente
imposible porque la causa está en plena actividad. Y además
anuncié que si tengo la suerte de ser seleccionado me apartaré
del caso porque el Gobierno está sospechado, explicó
vehemente el magistrado a Página/12.
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