Por Andrea Ferrari
No se presentó al juzgado.
Se quedó en su casa esperando, hasta que el teléfono sonó.
Así se enteró ayer Patricia Chávez de que la Justicia
de Bahía Blanca la absolvió por falta de méritos
y pruebas del delito de corrupción de menores por el que
fue denunciada tres años atrás. En el centro de lo que terminó
siendo un escándalo nacional, Chávez había sido acusada
de mantener relaciones sexuales con un ex alumno de 12 años y de
mandarle inflamadas cartas de amor. Una fiscal había pedido siete
años de prisión para ella, pero el juez Raúl Guillermo
López Camelo consideró que no hay pruebas suficientes para
condenarla. Vicente y Julia Correa, los padres del chico, reaccionaron
indignados ante el fallo y anunciaron que lo van a apelar. El abogado
de Chávez, a su vez, prometió querellarlos por las acusaciones
lanzadas contra la maestra. Pero ella prefirió el silencio. Si
hubo festejo en su casa, nadie en Punta Alta se enteró.
La primera noticia del caso la dio Vicente Correa en 1998 cuando encontró
en su casa una serie de cartas dirigidas a su hijo, por entonces de 12
años, y firmadas por Patricia. Correa, suboficial de
la Armada, se quedó helado y confuso ante ciertas frases: Te
amo con toda mi alma, amo tus miradas, tus caricias, tus besos, tu cuerpo
o me gustó mucho que estuviéramos juntos anoche
(ver aparte). Poco después presentaba una denuncia ante la comisaría
de Punta Alta por corrupción de menores.
De inmediato, Chávez fue separada de su cargo de maestra en la
Escuela 25 Hugo Saunier del barrio Villa Maio en Punta Alta,
sin goce de sueldo. Durante tres años no pudo ejercer en ninguna
otra institución. Su mudó, junto a su marido y su hijo para
alejarse del centro del escándalo. Tuvo una nena, hoy de siete
meses, y tras sus primeras apariciones públicas en las que negó
de plano que existiera una relación íntima, optó
por el silencio.
Hoy vino su esposo: lloraba y me decía gracias dijo
ayer a Página/12 Ramón de Dios, abogado de la maestra.
Para Patricia este tiempo fue terrible. Se dijeron barbaridades sobre
ella, que la nena no era de su esposo... Nunca va a poder superar lo que
sufrió en esos tres años. Vamos a demandar a Correa por
daños y perjuicios por un millón de dólares.
Pero la familia Correa está decidida a apelar y espera que la Cámara
les dé la razón. En su fallo, el juez de Transición
de Bahía Blanca Raúl Guillermo López Camelo expresa
claramente sus dudas. Recapitulando y concluyendo en mi opinión
(...) que el delito es muy difícil de probar pues sólo hay
dos testigos (la maestra y el adolescente); no se ha arribado en modo
convincente a la certeza de la materialidad ilícita, por ende no
surge legalmente comprobado el cuerpo del delito. Más adelante
en los fundamentos, agrega: Me encuentro ante una situación
de duda. La certeza de un proceso penal debe estar asentada en el complejo
probatorio ajustado a estrictas pautas legales y no en impresiones personales.
Finalmente sostiene: La frustración en el logro de la plena
certeza impone decidir a favor del justiciable (la maestra), conforme
al aforismo In dubio pro reo (ante la duda, a favor del reo). Así,
en su sentencia determina que no halló elementos suficientes
como para comprobar que existió corrupción de menor y abuso
deshonesto.
Las pruebas
Según fuentes judiciales confiaron a este diario, el testimonio
del chico tuvo puntos débiles que alimentaron la duda. En 1999,
declaró en carácter de testigo y aseguró que el romance
había existido por iniciativa de la maestra y que mantenían
relaciones sexuales dos o tres veces por semana. Pero una
serie de imprecisiones dejaron un halo de duda.
Claro que existían las cartas, escritas de puño y letra
por Patricia Chávez. La explicación que ella dio fue que
lo hizo a pedido de María Velázquez, una nena que tenía
una relación sentimental con el chico y que no quería mandarlas
a su nombre por temor a ser descubierta. Según lamaestra la nena
le dictó las misivas y le rogó: no vayas a poner mi
nombre si no, obvio que se van a dar cuenta que soy yo. Chávez
aseguró que tenía una relación cercana con el chico
porque estaba muy abandonado por su familia.
Pero las cartas, sumadas a los testimonios, fueron suficientes para la
fiscal Olga Herro, quien en julio del año pasado pidió una
condena de siete años para Chávez. Según Herro, existieron
acciones materializadas en relaciones sexuales prematuras, cartas,
incitaciones y acercamientos que comportaron un proceso de seducción
apto e idóneo para producir una alteración psíquica
degradante, despertando precozmente las normales tendencias sexuales de
la víctima.
Nosotros estábamos tranquilos porque las pericias eran contundentes
-afirma Ramón de Dios, el abogado de Chávez. Los peritos
médicos Piñeiro y Dragunsky dijeron que la relación
nunca pudo haber sido como la relata el niño. Evidentemente le
han preparado un mensaje y él lo repitió. Ante las preguntas
de los peritos, el niño responde cualquier cosa, lo que demuestra
que eso jamás podría haber ocurrido.
Sin embargo, estaban las cartas señaló este
diario.
Patricia se complicó en una relación entre dos alumnos
y se prestó a escribir esas cartas. Es un error que ella reconoce
que cometió y jamás volverá a cometer.
El abogado de Chávez asegura que esta trama fue creada por Vicente
Correa como una venganza al verse desairado por Patricia en una
pretensión amorosa. Al oírlo, Correa se enoja.
Sí, ya sé responde. Dicen que yo tenía
un deseo sexual con ella. Qué deseo iba a tener si estaba convaleciente.
Las cartas del escándalo
El contenido de las cartas hubiese conmovido a cualquier enamorado.
Sin embargo, provocaron un escándalo cuando salieron a la
luz porque su destinatario era un chico de doce años. Aquí,
algunos párrafos de esos mensajes, que conmocionaron a Punta
Alta en 1998.
Quería
decirte una vez más que te amo con toda mi alma, que amo
tu mirada, tus caricias, tus besos y tu cuerpo. Sos el hombre más
lindo... y más bueno del mundo. (...) Estar a tu lado
es lo más maravilloso que me puede estar pasando. Sos la
luz de mi vida.
Cuando te tomé
de la mano por primera vez, o cuando me diste el primer beso, me
di cuenta de que lo nuestro iba a ser muy fuerte, que te iba a amar
con locura, como lo estoy haciendo ahora. (...) Nadie nos entendería,
nadie comprendería este amor tan grande que sentimos los
dos y que cada vez se hace más fuerte e intenso.
Amor mío:
no sabés lo feliz que me siento de tenerte a mi lado. Sé
que te lo dije muchas veces, pero no me canso de decirte que te
amo más que a nadie en el mundo. Me gustó mucho que
estuviéramos juntos anoche, y no quisiera que te vayas nunca.
Te tengo a mi
lado, enamorado como siempre, cumpliendo el mayor deseo de mi vida:
pasar con vos toda la noche. Amor, no te imaginás lo que
siento cada vez que nos abrazamos, nos besamos (...) Cuando mis
manos te acarician y siento la suave piel de tu cuerpo, una sensación
de felicidad invade mi corazón.
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