El FBI tenía grabada
la confesión del asesino. Y ayer la hizo pública por primera
vez. Las palabras fluían desde el grabador y rebotaban en los oídos
de los presentes en la sala: con lujo de detalles, Cary Stayner describía
la manera en que estranguló a la joven cordobesa Silvina Pelosso,
de sólo 16 años, a la estadounidense Carole Sund, y violó
y degolló a la hija de ésta, Juli, de 15 años, en
febrero de 1999 en el Parque Nacional de Yosemite, en California. El relato
sólo era interrumpido por algunas expresiones, que delataban el
dramatismo de lo narrado, y por algunos sollozos contenidos. Hasta que
un hombre no aguantó más: con los ojos llenos de lágrimas
se abalanzó sobre Stayner. Hijo de puta, le gritó.
El episodio ocurrió ayer en una corte de Estados Unidos, en una
audiencia previa al juicio que se le seguirá al triple asesino.
Quien no pudo controlar su desesperación fue José Pelosso,
padre de Silvina, que por ello fue obligado a irse de la sala.
Stayner vestía el uniforme naranja que corresponde a los presidiarios,
ya que está condenado a prisión perpetua por degollar a
otra mujer, en el mismo lugar y siete meses después de asesinar
a Silvina y a sus dos acompañantes. Sentado al lado de su abogado,
sollozaba y se tapaba los oídos para no escuchar su propia descripción
de los hechos, que conmocionó por la frialdad con que el asesino
refería los estremecedores detalles del crimen, dados a conocer
ayer con la grabación que realizaron agentes del FBI. Durante dos
horas, el pormenorizado relato fue escuchado por todos los presentes,
entre los que se encontraban los padres de Silvina, que viajaron especialmente
para las audiencias.
El acusado, que tiene 39 años, contó que días antes
del crimen preparó una mochila con una soga, un rollo de cinta
adhesiva, un revólver y un gran cuchillo, y esperó para
actuar. Antes del crimen, Stayner era empleado en el hotel Cedar Lodge,
donde estaban alojadas Carole, Juli y Silvina, en la ciudad de Modesto,
en los límites del Parque Nacional de Yosemite. Confesó
que primero había planeado asesinar a su amante y a sus dos hijas,
de 8 y 11 años, y que el 14 de febrero de 1999 pensó en
matar a cuatro mujeres jóvenes que se habían alojado en
el hotel, pero desistió porque tuvo miedo debido a que estaban
acompañadas por un hombre.
Al día siguiente, Stayner entró a la habitación donde
estaban las tres mujeres con el pretexto de que tenía que arreglar
un problema en el baño. Entró y simuló que trabajaba,
hasta que sorpresivamente apuntó a las tres con una pistola y les
dijo que estaba desesperado. Les ató las manos, les tapó
la boca con la cinta adhesiva, llevó a las adolescentes al baño
y con la soga, de un metro de largo, estranguló a Carole. El asesino
relató que necesitó cinco minutos para matar a su primera
víctima: No sabía que era tan difícil estrangular
a alguien. No sentí casi nada, fue como cumplir con un trabajo,
puntualizó con frialdad.
De inmediato cargó el cadáver y lo colocó en el baúl
del auto que Carole había alquilado. Retornó al cuarto del
hotel, le arrancó las ropas a las dos chicas e intentó que
tuviesen una relación lésbica, pero como Silvina comenzó
a sollozar la llevó al baño, la hizo arrodillar en la bañadera
y también la estranguló. Luego llevó a Juli a un
cuarto vecino para que no viera el cadáver de Silvina
y la violó. La dejó atada, limpió la escena del crimen
y llevó el cuerpo de Silvina al baúl del auto. Sentí
que, por primera vez en mi vida, yo tenía el control, subrayó
Stayner en la grabación. Envolvió a Juli en una frazada,
la subió al automóvil y comenzó a manejar sin un
destino fijo.
Durante esa travesía, Stayner sintió simpatía por
Juli: Era una chica muy agradable y estaba muy calmada, recordó.
Al llegar al lago Don Pedro, al norte de Modesto, alzó a Juli y
la depositó atada sobre el césped. Le dije que me
gustaría mantenerla conmigo y la violó nuevamente.
Después peinó su cabello, le dijo que la amaba, la colocó
boca abajo y le cortó la garganta con un cuchillo. Stayner describió
que Juli hizo un gesto que él interpretó como un pedido
para que la ultimara, pero miró hacia otro lado mientras
moría: No quería que sufriera como las otras dos,
pero séque sufrió, afirmó. Al cuerpo de Silvina
lo ocultó bajo unos arbustos y llevó el automóvil
con los otros dos cadáveres hasta un basural. Dos días más
tarde regresó, roció el vehículo con nafta y le prendió
fuego.
En los meses siguientes, el FBI detuvo a una serie de sospechosos y Stayner
contó que se sintió contento al constatar que estaba siguiendo
pistas falsas. Hasta que fue detenido en julio de 1999 y condenado
a cadena perpetua por el asesinato de una mujer, también
en el Parque Nacional de Yosemite. El arresto por ese caso les dio a los
investigadores las pistas para aclarar el asesinato de Silvina, Juli y
Carole.
Luego de escuchadas las grabaciones, el juez Thomas Hastings resolvió
que existían elementos suficientes para un enjuiciamiento y fijó
la audiencia de instrucción de cargos para el próximo 16
de julio. El fiscal George Williamson anticipó que pronto decidirá
si pide la pena de muerte.
Azul bajo agua por
un temporal
Casi 2500 personas tuvieron que ser evacuadas a raíz del
fuerte temporal que azotó ayer a la ciudad bonaerense de
Azul y que provocó el desborde del arroyo que da nombre a
esa población, ubicada a 300 kilómetros de la Capital
Federal. El temporal provocó también anegamientos
en el tramo de la ruta provincial 226 comprendido entre Azul y Tandil
y el sector de la Ruta Nacional 3 que une Azul con Benito Juárez.
Ante el incremento de la cantidad de damnificados, el Consejo de
Familia y Desarrollo Humano bonaerense envió materiales de
construcción, ropa y alimentos.
El secretario de Obras y Servicios de Azul, Carlos Montagna, explicó
que los inconvenientes se produjeron porque cayeron 200 milímetros
de agua en apenas 12 horas, en una zona donde la media anual es
de 900 milímetros. Cerca de 200 evacuados fueron llevados
por empleados municipales a una escuela de la zona, en tanto el
resto de los afectados aproximadamente 2300 personas
se trasladaron a casas de familiares.
Montagna indicó que, además de la lluvia que cayó
sobre la ciudad, Azul recibió agua que del sistema serrano
de Tandilia. El funcionario consideró que el pronóstico
no es alentador: Hay probabilidad de chaparrones, mucha humedad
y el viento es poco favorable. Si se registran nuevas lluvias se
agravará la situación.
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