Por Maximiliano
Montenegro
El ministro Domingo Cavallo
jugó ayer su apuesta final para intentar quebrar la tendencia recesiva,
que ya lleva más de tres años, con medidas destinadas a
promover las exportaciones, el consumo y la construcción. Anunció
un dólar especial para los exportadores, que se beneficiarán
automáticamente con un 8 por ciento a la hora de liquidar sus divisas.
Neutralizó una parte del impuestazo a las Ganancias que había
aplicado José Luis Machinea, elevando en la práctica el
mínimo no imponible de éste gravamen. Amplió el monto
de intereses de créditos hipotecarios deducibles del impuesto a
las Ganancias. Y prometió una reducción de 10 centavos en
el precio de las naftas. Sin embargo, cuidadoso de la restricción
fiscal, Cavallo también elevó otros impuestos. El que más
impactará en la gente será la extensión del IVA al
10,5 por ciento para el sector de autotransporte de pasajeros, lo que
elevaría el boleto en esa proporción para los que hacen
un solo viaje al trabajo. Para los que toman más de un medio, en
cambio, habría un boleto especial combinado que licuaría
la suba (ver aparte).
Por su parte, incrementó los aportes patronales que pagan las empresas,
al 16 por ciento, revirtiendo la rebaja que él mismo había
instrumentado a partir de 1995 como ministro de Menem. Entonces, el mediterráneo
sostenía la teoría, jamás comprobada, de que la reducción
de los aportes aumentaría el empleo, pero en los hechos tal política
significó una transferencia de ingresos a las empresas y agravó
el desfinanciamiento del sistema previsional.
La semana que pasó, Cavallo terminó de constatar, como le
ocurrió a Machinea tras el blindaje, que el camino de esperar la
reactivación de la mano de una eventual caída del riesgo
país era un callejón sin salida. Después del megacanje,
tras un descenso que llegó a entusiasmar a más de un funcionario
cavallista, el riesgo país volvió a repuntar en los últimos
días hasta un nivel muy cercano de los días previos al trueque
de bonos e incompatible con el más mínimo atisbo de recuperación.
Para darse una idea, los 930 puntos con que cerró ayer la sobretasa
de interés que paga el gobierno por su deuda están todavía
muy lejos de los 680 puntos que ilusionaron a Machinea después
del blindaje. Pero aún en aquel nivel la economía seguía
planchada.
Así, Cavallo no logró zafar de la misma trampa en que se
encontraba antes del canje. Mientras el riesgo país no baje no
habrá reactivación posible. Pero nadie está dispuesto
a invertir en una economía que se viene achicando por más
de tres años y, peor aún, nadie sabe cuál puede ser
la chispa que encienda el motor del crecimiento. ¿Qué negocio
productivo en Argentina puede dar rentabilidad superior al 15 por ciento
anual, que es la tasa que pagan los títulos públicos poscanje?
Por lo tanto, sin reactivación, el riesgo país seguirá
por las nubes, por más ajuste fiscal y reprogramación de
vencimientos a la medida de los acreedores que se haga.
Hasta ahora, Cavallo había optado por rebajar costos empresarios,
a través de los llamados planes de competitividad, estrategia que
reforzó ayer con un mecanismo de devaluación encubierta
en favor de los exportadores. Sin embargo, como sorpresivamente acotó
ayer el propio presidente De la Rúa, en uno de sus varios intentos
por no perder protagonismo en la conferencia de prensa en Olivos, las
exportaciones representan sólo el 10 por ciento del producto bruto.
De que se mueva el resto de la economía argentina, depende de las
ventas en el mercado interno, ya sean de consumo o de inversión.
Por eso, por primera vez desde que llegó al Ministerio, Cavallo
anunció además medidas para alentar el consumo y la compra
de viviendas, después de percatarse que no hay reducción
de costos que alcance si no se recuperan dichas ventas.
El paquete de medidas apuntan a los siguientes aspectos:
Estimulo al consumo. Se dio
marcha atrás en parte del impuestazo de Machinea. En la práctica,
significa que el mínimo no imponible de Ganancias vuelve a 1835
pesos mensuales para un asalariado soltero, frente a los 1460 pesos actuales;
mientras que se eleva hasta 2235 pesos para un matrimonio con dos hijos,
contra 1800 actuales. Según Cavallo, esto beneficiaría fundamentalmente
a las familias con remuneraciones de entre 1500 y 4000 pesos, que tendrían
una alta propensión a consumir la mejora de sus ingresos que supondría
la medida.
El ministro no se animó hacer optativo por un año el aporte
personal del 11 por ciento a las AFJP, como había evaluado en los
últimos días, y que hubiera significado una mejora inmediata
del salario de bolsillo. Dijo que esa alternativo hubiera creado inseguridad
jurídica, admitiendo la fuerte presión que ejercieron para
bocharla los bancos y AFJPs. En cambio, abrió la posibilidad de
que quienes ganen menos de 1500 pesos puedan percibir en forma transitoria
hasta 150 pesos en tickets canastas (exentos de todo aporte previsional),
una medida que más que reforzar el sueldo de bolsillo, tenderá
a precarizar sus ingresos.
Compra de viviendas. Se elevó
el tope deducible del impuesto a las Ganancias de los intereses de los
créditos hipotecarios, de los 4000 pesos al año actuales
a 20.000 pesos. Pero no se aclaró si correrá para los nuevos
créditos o también para los ya otorgados. Si éste
fuera el caso, no sólo se estimularía la compra de viviendas
nuevas sino también se liberarían fondos para el consumo,
para aquellos que ya están pagando un crédito hipotecario.
Promoción de exportaciones.
Se aplicará un régimen cambiario especial para los exportadores,
para quienes 1 dólar será igual a 1,08 pesos. Pero se exceptúa
expresamente a las exportaciones de combustibles, ya favorecidas por la
suba internacional de los precios del crudo. Así, Cavallo sigue
dándole vuelta a una de sus obsesiones: cómo salir de la
trampa de la sobresobrevaluación del peso, que él mismo
creo.
Volverán los
tickets
Los controvertidos pagos de remuneraciones a través de
vales y tickets canasta volverán a tener vigencia plena,
esta vez por impulso del propio gobierno. Entre las medidas anunciadas
para impulsar el consumo, Domingo Cavallo anunció que se
admitirá que se paguen hasta 150 pesos mediante dichos instrumentos
a los que perciban menos de 1500 pesos, sin obligación del
pago de cargas sociales sobre los mismos. Pero la ventaja no sólo
podrá aplicarse a aumentos de remuneraciones, sino también
como sustitución de parte de los sueldos actuales, siempre
que sólo afecte al excedente de los salarios de convenio.
Entre aportes patronales y descuentos al trabajador, hoy los sueldos
tributan aproximadamente un 50 por ciento. La desgravación
significará un importante aliento para el uso del mecanismo
por aquellos empleadores que tienen a sus trabajadores declarados
(en blanco). Y a su vez, resulta ser un interesante impulso para
las empresas que emiten los mencionados tickets canasta, de capa
caída en los últimos años.
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Una promesa
Cavallo prometió ayer reducir el IVA al 16 por ciento.
Pero en el futuro, aclaró. Según el ministro,
el perfeccionamiento del sistema impositivo implicará
avanzar con dos impuestos: IVA, que esperamos reducirlo en el futuro
al 16 por ciento; y Ganancias, con un sistema de mínimos
no imponibles y alícuotas inferiores a las actuales.
La baja de un punto del IVA implica una pérdida fiscal de
800 millones de dólares al año; reducirlo cinco puntos,
como imagina el ministro, significarían 4 mil millones menos
de recaudación. Un bache, por ahora, imposible de cubrir.
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DETALLE
DE LAS MEDIDAS ANUNCIADAS POR CAVALLO
Un plan que juega con fuego
Las principales medidas anunciadas
por Cavallo son las siguientes:
Se restablecen las deducciones
especiales y por carga de familia en el impuesto a las Ganancias al nivel
que tenían hasta el 31 de diciembre de 1999. Esto implica que los
solteros pasarán a tributar Ganancias a partir de un sueldo neto
de 1835 pesos (contra los 1460 actuales), mientras que los casados con
dos hijos pagarán si ganan más de 2235 pesos (frente a los
1800 actuales).
Se eleva de 4000 a 20.000 pesos
anuales el monto de intereses de créditos hipotecarios deducible
del impuesto a las Ganancias.
El precio de la nafta baja
10 centavos y el del gasoil sube 8. Esto es porque se iguala la tasa del
Impuesto a la Transferencia de Combustibles. Pero para que la suba del
gasoil no incida en mayores costos para el agro y el transporte, se la
podrá computar a cuenta de IVA.
Pero se aplicará una
tasa a los combustibles de tres centavos por litro.
Se elimina la exención
del IVA al transporte público de pasajeros, que pagará una
tasa del 10,5 por ciento. El Gobierno deberá determinar si autoriza
a las empresas de colectivos a aumentar el precio de los boletos. * Más
adelante se creará el boleto multimodal, que servirá
para abordar cualquier medio de transporte pagando una sola tarifa. El
ministro Carlos Bastos dijo que el boleto servirá por un plazo
determinado, que podrían ser dos horas. De ese modo, quien compre
un boleto lo podrá utilizar cuantas veces quiera en el período
de tiempo que vaya a fijarse.
Los aportes patronales suben
hasta una suma fija del 16 por ciento. El aumento se podrá tomar
a cuenta del IVA. Con el incremento se busca lograr en dos años
que el ciento por ciento de los aportes patronales se tomen a cuenta de
IVA.
A partir del próximo
martes se abandona el tipo de cambio fijo para el comercio exterior. Se
establece un factor de empalme entre la convertibilidad clásica
y la ampliada, por el cual hasta que la cotización
del euro se iguale a la del dólar, exportadores e importadores
deberán liquidar o pagar sus divisas con un régimen cambiario
especial. La paridad surgirá de sumar la mitad de la diferencia
entre el dólar y el euro al actual cambio de 1 por 1. Por ejemplo,
en este momento en que un dólar equivale (cierre de ayer) a 1,16
euro, el dólar comercial se sitúa en 1,08 peso. El régimen
alcanzará al intercambio comercial del Mercosur.
El sistema de liquidación
del dólar comercial se instrumentará a través de
los bancos.
Quedan excluidas de este nuevo
dólar comercial las exportaciones de combustibles, que según
Cavallo, tienen precios suficientemente altos en el mercado internacional
como para no necesitar ningún aliento adicional.
En compensación por
el encarecimiento de las importaciones, se reducen los aranceles del 35
por ciento (que rigen para algunos bienes de consumo) al 27 por ciento.
También en compensación
por el fomento a los exportadores, se bajan 8 puntos los reintegros fiscales
por las ventas al exterior. Según Cavallo, el resultado neto de
todas estas medidas comerciales será una ganancia para el fisco
de 600 millones de dólares.
El Gobierno emitirá
certificados por 5 mil millones de pesos para cancelar créditos
fiscales de los contribuyentes. Los títulos pagarán una
tasa de interés de mercado, para que sus tenedores
puedan descontarlos en bancos o utilizarlos como garantía para
obtener créditos. El respaldo de los certificados será la
deuda que el Estado tiene para cobrar de contribuyentes morosos, que Cavallo
estimó en 15 mil millones de pesos.
En un plazo no determinado,
se modificará el sistema de cobro de peaje, con medidores electrónicos
que permitirán maximizar los beneficios de los usuarios de las
rutas. De esa forma, se bajaría la tarifa promedio actual de 2,40
pesos cada cien kilómetros a 75 centavos.
A través de una ley
se modificará la base de aplicación del IVA, de forma tal
que el tributo se pague en el período en el que se percibe y noen
el que se devengue la operación. Esto es, que hoy se paga de acuerdo
al mes en que se factura, se abonará cuando se cobra la operación
gravada.
OPINION
Por Alfredo Zaiat
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El 1 a 1, palmado
Fue Domingo Cavallo quien encerró a la economía
en la cárcel cambiaria del 1 a 1. Y es él, no podía
ser otro, quien está buscando llaves para empezar a abrir,
al menos parcialmente, las puertas de esa prisión. Pero lo
está haciendo de una forma que sólo incorpora incertidumbre
en la economía. Lo que se dice, un parche con una insuficiente
evaluación de sus costos. El desprolijo anuncio del abandono
del tipo de cambio fijo para el comercio exterior tiene el sello
del mediterráneo. Se tira a la pileta sin saber si hay agua,
afirmando lo opuesto a lo que declaraba horas antes (por ejemplo,
ahora el impuesto a las transacciones bancarias es distorsivo)
y a contramano de uno de los pilares de esta segunda etapa como
ministro, la Convertibilidad ampliada. La incorporación del
euro a la paridad que respalda al peso busca, según lo expresado
por el propio Cavallo, disminuir la volatilidad de la moneda. Pero
esa asociación con el dólar iba a producirse cuando
la relación entre esas dos monedas alcanzara la unidad. Introducir
en estos momentos el factor de empalme, con el euro
a 0,86 centavos de dólar, sólo favorecerá a
los exportadores en tanto la divisa europea no empiece a apreciarse,
justamente lo que espera Cavallo para que nazca la Convertibilidad
II.
Esta medida confusa hay que entenderla, entonces, en un contexto
donde la producción de mayo cayó 2,8 por ciento respecto
al mismo mes del año pasado, reflejando que la depresión
económica sigue su curso. Y que el real continúa su
proceso incesante de devaluación. Así, esta devaluación
se hace, primordialmente, contra el Mercosur, área comercial
donde los exportadores recibirán a pleno ese 8 por ciento
adicional, mientras que las importaciones se encarecerán
en esa misma proporción. Contra el resto del mundo, esa devaluación
será atenuada para los sectores que recibían reintegros
menores al 8 por ciento.
Cavallo inventó a las apuradas un mecanismo para devaluar
frente a Brasil, al tiempo de quedarse con una diferencia fiscal
estimada por él mismo en 600 millones de dólares.
O sea, para que tenga éxito esta jugada debe esperar que
el euro no alcance al dólar porque si no el factor
de empalme se convertirá en un elemento anticompetitivo.
En ese caso, los exportadores estarían peor que ahora, con
un tipo de cambio como el actual pero sin reintegros. Ahora Cavallo
tiene que apostar a que el euro se siga devaluando. Además,
presentó todo esto como el programa completo de competitividad,
pero éste provoca una transferencia de los sectores productivos
de esos 600 millones de dólares hacia el consumo. En fin,
el factor de empalme ha sido el primer paso en el reconocimiento
de que el 1 a 1 ha palmado.
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