Por Horacio Cecchi
Viajaron de Rufino a Buenos
Aires dispuestos a jugar su última y desesperada carta. Franco
y Miguel Angel Fraticelli, hijo y hermano del ex juez de Rufino, Carlos
Fraticelli, acompañados por una prima y una amiga de la familia,
vinieron con una carpeta bajo el brazo para abrir un camino novedoso,
al menos en lo que concierne al caso de Natalia: el de los Derechos Humanos,
denunciando una conspiración del poder político. Pidieron
la intervención de la subsecretaria de DD.HH., Diana Conti, del
CELS y Amnesty International. Queremos saber por qué dos
días después de que murió Natalia el juez Risso ya
acusaba a mis padres de homicidio y por qué no admite las pericias
que hablan de suicidio, dijo Franco Fraticelli a Página/12.
Es un caso armado. Mi viejo es el chivo expiatorio.
Graciela Dieser, madre de Natalia, está procesada por homicidio
doblemente agravado por el vínculo y la alevosía y espera
el fallo del juez de sentencia. Carlos Fraticelli, por el momento, sigue
debatiéndose en el proceso de instrucción. Toda la estrategia
defensiva estuvo concentrada en las pericias realizadas por la Universidad
Nacional de Rosario y un perito de parte, que determinaron que Natalia
murió por sobredosis de amitriptilina el 20 de mayo del año
pasado. Los defensores y familiares deducen de esas pericias la tabla
de salvación del suicidio que disiparía las sombras sobre
los imputados.
Pero aquellas no fueron las únicas pericias. La primera autopsia
realizada en Venado Tuerto y la efectuada por el Cuerpo de Forenses de
la Corte Suprema de la Nación, cuyos resultados se conocieron a
mediados de mayo, sostienen que murió estrangulada.
Si son tan distintas las conclusiones, ¿cómo van a
tomar una decisión?, preguntan los familiares de Fraticelli,
ahora de gira exterior a Rufino. Primero fueron recibidos por la subsecretaria
de Derechos Humanos, Diana Conti. Presentaron una carpeta con antecedentes
del caso y denunciaron irregularidades, revelaron en la Secretaría.
Conti envió una nota al ministro de Gobierno de Santa Fe, Angel
Baltuzzi, en la que sin abrir juicio ni emitir opinión sobre
el fondo del asunto, manifestó su preocupación
por el tema y pidió una investigación exhaustiva.
Los Fraticelli, acompañados por Carmen Senger, prima del ex juez
que se sumó a la cruzada desde Neuquén, y Mariela
Roldán, amiga de la familia, siguieron camino hacia el CELS y Amnesty
International.
Hay una actitud corporativa del poder político para armar
el caso, dijo Franco Fraticelli a este diario.
¿En qué se fundamentan para asegurarlo?
En las irregularidades de la investigación respondió
Miguel Fraticelli. No se perimetró el área. Cuando
levantaban pruebas, en la casa había más de 50 personas
que no tenían nada que ver. No se tomaron huellas exteriores en
la ventana, tampoco en la tapa del lugar donde se escondía la plata.
Desestimaron el robo porque había un maletín con dinero.
Nunca investigaron por qué se fueron dos personajes de Rufino con
antecedentes penales dos días después de la muerte de Natalia.
¿Quiénes son?
No sabemos sus nombres. Es lo que dice la gente en Rufino sostuvo
Franco.
En cualquier caso, Risso investigó solamente el interior
de la casa y no por fuera, porque le viene bien para culpar a Carlos aseguró
Miguel.
Nunca aceptó las pericias que hablan de sobredosis sostuvo
Senger. Contratamos un perito que aseguró que la investigación
estaba plagada de errores.
La sobredosis no implica sólo suicidio. Graciela Dieser está
sospechada de haberle suministrado la droga antes de la muerte.
El juez no investigó la semana anterior de Natalia para saber
si estuvo deprimida agregó Roldán.
El suicidio no explica la desaparición de los 2 mil pesos
ocultos en el techo.
Natalia se los puede haber dado a un amigo y después comprendió
que estuvo mal y se deprimió sugirió Miguel.
La denuncia de los Fraticelli se concentra en las pericias. A favor, señalan
los dictámenes de la cátedra de Neurocirugía de la
Universidad Nacional de Rosario, de Farmacología de la Facultad
de Ciencias Médicas rosarina, y el informe recibido por el juez
de sentencia. En contra, la primera autopsia y el dictamen de los forenses
de la Corte Suprema.
Ayer, una nueva pericia, del Instituto Médico Legal de Rosario,
cayó como un bloque de cemento sobre la movida DD.HH. de los Fraticelli:
coincidente con la hipótesis del homicidio, en 32 fojas, los forenses
señalaron que la causa de la muerte se debió a asfixia
mecánica por estrangulación, por una compresión extrínseca
del cuello. Y descartaron como causal de muerte la escasa
cantidad del fármaco hallado en la sangre de la víctima.
El caso, paso a paso
La pericia del Instituto
Médico Legal de Rosario era el dictamen esperado por el juez
Carlos Risso para cerrar la instrucción y pasar el caso a
un juez de sentencia.
Sostiene que Natalia
murió estrangulada por asfixia mecánica y descarta
la incidencia de la droga (aminotriptilina) por insignificante
como causal de muerte.
También advierte
que la droga es contraindicada para una paciente con los problemas
neurológicos que padecía Natalia después de
su meningitis. Risso sostiene que Dieser lo sabía y la adormeció
para después asfixiarla.
A mediados de mayo, otro
informe, del Cuerpo de Forenses de la Corte Suprema nacional, ya
había dictaminado la muerte por asfixia mecánica,
coincidente con la primera autopsia.
En enero, el médico
policial Ulises Cardozo sostuvo que Natalia se suicidó ingiriendo
20 pastillas de Uxen Retard (aminotriptilina) involuntariamente.
Las pericias de las cátedras
de Neurocirugía de la UNR y de Farmacología de la
Facultad de Ciencias Médicas coincidían con Cardozo.
Más allá
de las pericias, Risso y antes el jury que destituyó
a Fraticelli evaluó las contradicciones del ex juez
y su postura distante frente a la muerte de su hija.
En conferencia de prensa,
Fraticelli se refirió a la muerte de su hija como un caso
policial más.
En grabaciones telefónicas,
el ex juez recomendó a su mujer una versión de los
hechos.
Según testimonios
en la causa, Dieser golpeó al menos en una ocasión
a Natalia y, según pericias psíquicas, la chica le
resultaba un estorbo.
|
|