Los empresarios del autotransporte
ya anunciaron que habrá un aumento del boleto de colectivo por
la extensión del IVA al 10,5 por ciento para el sector. No
tenemos forma de absorber el 10,5 de IVA ni el aumento de 10 centavos
en el gasoil. Ya lo dijo el ministro que aquellos que toman un solo colectivo
sentirán un aumento del boleto, afirmó ayer el dirigente
empresario del sector Héctor Tilve. En realidad, tal aumento podría
alcanzar no sólo a los que toman un solo medio, sino a todo el
mundo porque, como reconocen en Economía el boleto multimodal
no va a ser de aplicación inmediata. Sin embargo, en el equipo
económico dicen que el objetivo es que el costo del transporte
no aumente para nadie y dicen que los empresarios tienen forma de
descargar el IVA.
Dentro del paquete de medidas anunciado el viernes se encuentra la generalización
del IVA al transporte de pasajeros, que en el futuro quedará gravado
con una tasa del 10,5 por ciento. Además, aumentará la carga
impositiva sobre el gasoil, cuyo precio subiría 11 centavos, aunque
para el caso para los propietarios de camiones y colectivos, 8 de esos
centavos podrán ser tomados como pagos a cuenta del IVA. Paralelamente
bajará el precio de la nafta en 7 centavos. Pero como cada vez
se vende más gasoil y menos nafta, el Gobierno apunta a aumentar
la recaudación en 450 millones de pesos. En tanto, que obliga a
los transportistas de carga y pasajeros a tener sus operaciones en blanco,
porque de otra forma no podrían descargar el IVA.
El sector (de autotransporte de pasajeros) va a pagar más
impuestos por la aplicación del IVA y el aumento del impuesto al
gasoil. Esto termina de destruir la economía de las empresas,
disparó ayer Tilve. Se quejó, además, de que nadie
nos consultó. Y adelantó que como dijo el ministro
(de Infraestructura, Carlos Bastos) aquellos que toman un solo colectivo
van a tener un aumento del boleto.
Bastos había admitido, minutos después de la conferencia
de prensa del viernes, que para quien toma un solo medio de transporte,
el costo del pasaje podía aumentar. Pero dijo que para que el que
tomaba más de uno, se crearía un boleto multimodal
que permitiría transbordos dentro de las dos horas, lo cual bajaría
el costo del transporte para el promedio de los pasajeros.
En el equipo económico, sin embargo, descartan que este boleto
pueda ser aplicado en el corto plazo. No va a ser de aplicación
inmediata. La Secretaría de Transporte se va a tomar un tiempo
para aplicarlo, reconoció ayer a Página/12, el secretario
de Política Económica, Federico Sturzenegger. Sin embargo,
negó que el precio del boleto vaya a subir. No va a subir el precio
del boleto porque al transporte se le pone un IVA del 10,5 por ciento.
Y ellos pagan un 21 por ciento sobre los insumos. Así que no necesariamente
tiene que subir, porque pueden descargarlo, afirmó. Además,
recordó que se han anunciado planes de competitividad para
el sector del transporte, con reducciones adicionales de impuestos. El
objetivo es que no aumente el costo del transporte para la gente y mucho
menos perjudicar al sector, aseguró.
CAUTELA
DE LOS EMPRESARIOS
Opinan los economistas
Salvo los economistas más
ortodoxos, consultores habituales de la city, como es el caso de José
Luis Espert, el resto elogió las medidas de Cavallo, aunque nadie
se anima a apostar si darán resultado para salir de la recesión.
Jorge Remes Lenicov, del PJ:
Todo el cambio de la política tributaria en Ganancias, la
posibilidad de pagar con ticket a quienes ganan menos de 1.500
pesos, el aumento del tipo de cambio para exportaciones e importaciones,
el uso de los saldos técnicos en el IVA y la reducción de
la tasa de interés para la compra de viviendas, hacen a la atención
de la demanda. Esto estaba faltando en un programa que había hecho
centro en la reducción de costos a través de la competitividad.
Las medidas van en la buena dirección.
Eduardo Curia: Registra
cierto progreso el enfoque en el diagnóstico. Es un paquete que
reconoce hasta cierto punto el problema de demanda de la Argentina, frente
a lo que era la visión característica del ministro Cavallo.
La rebaja de aportes patronales no sirvió para nada, excepto para
desfinanciar el Estado. Con su aumento, el alivio de la carga impositiva
en sectores de ingresos menores, el reconocimiento de la sobrevaluación
cambiaria y la creación de un dólar especial para el comercio
exterior, mejora el rumbo económico, pero es muy poca cosa frente
a la gravedad de la crisis.
Marcelo Lascano: Nos
despertaron de una siesta. Hay aspectos positivos del paquete. Reconoce
la existencia de un problema cambiario muy cierto. Y que el modelo es
un colador que hace agua por todos lados. Está bien lo de darle
un tratamiento preferencial impositivo al sector de la construcción.
Pero habrá que ver si aún con esto, la gente tendrá
recursos disponibles para adquirir viviendas. Está bien lo de mejorar
la tasa de cambio efectivo para los exportadores. Y salir de la modorra
que caracterizó a la administración De la Rúa. Hago
votos porque esto funcione, pero no está muy claro.
José Luis Espert, consultor
de la city: El camino de retroceso ideológico iniciado a
través de los planes de competitividad, se profundizó ayer
con la devaluación del peso. Ayer en la Argentina se devaluó.
Para ciertos sectores el cambio ya no es más un peso igual a un
dólar. Por lo tanto, el promedio para toda la economía no
es más ése.
Los empresarios, por su parte, también fueron cautos:
Walter Vandam, del sector de
construcción: La gran pregunta es saber si la gente recuperará
la confianza. Si lo hace, entonces el paquete será interesante.
La medida de reducir los impuestos sobre los créditos hipotecarios
puede ser buena, pero hay que ver si la gente se vuelca más a comprar
viviendas.
Carlos Calabró, del
sector de combustibles: Es importante que baje el impuesto a las
naftas. Eso logrará un pequeño aumento en el consumo. Al
Gobierno le viene bien porque cada mes recauda menos en combustibles por
las distorsiones impositivas y el bajo consumo. El anuncio de utilizar
el aumento en el gasoil para reducir el precio de los peajes suena a que
ganó el lobby de los empresarios de la construcción. Los
peajes en los accesos a la Capital no se van a bajar, sino los de las
rutas con poca incidencia en el consumo de la gente. Los beneficiados
serán los que siempre construyeron los caminos en la Argentina.
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