Las diferencias entre
Estados Unidos y Rusia ya son conocidas. La frase del presidente
ruso Vladimir Putin era crucial para entender el verdadero significado
de la alegre cumbre que sostuvo ayer en Eslovenia con su colega americano,
George W. Bush. En el encuentro reinaron la simpatía y los buenos
deseos, lo que llevó a que el New York Times hablara de una
nueva era en las relaciones entre ambos países. Otro medio,
igualmente entusiasta, se acercaba más a la verdad cuando resumió
complacido que estuvieron de acuerdo en todos los temas, excepto
el sistema antimisiles y la expansión de la OTAN. Lo que
equivale a decir que hubo acuerdo en todos los temas, excepto en aquellos
donde no hubo acuerdo. En efecto, ambos presidentes reiteraron sus disputas
pero cuidándose de no hacer mucho hincapié en ellas. Bush
reiteró su apoyo a la ampliación de la OTAN a las ex repúblicas
soviéticas y a la creación de un sistema de defensa antimisiles,
mientras que Putin respondió que el unilateralismo sólo
complicará los problemas que ya existen entre nuestras naciones.
Cuantitativamente, estas reservas sólo representaron una proporción
diminuta del total de declaraciones intercambiadas ayer entre Putin y
Bush. Y los demás tenían un tono tan positivo que acapararon
toda la atención. Bush, por ejemplo, describió cómo
salteando las vicisitudes de la traducción al ruso
miré a Putin derecho a los ojos y encontré una persona
directa y confiable: es un hombre honesto que ama a su país y alguien
en quien Estados Unidos puede confiar. Putin no se quedó
muy atrás, y aseguró que hemos encontrado una buena
base para la creación de una relación constructiva: Estados
Unidos y Rusia no son enemigos y pueden ser amigos. Otra señal
que se destacó era que la reunión entre los presidentes
duró 40 minutos más de lo previsto, lo que señalaba,
según Bush se ocupó de recalcar, que nos entendimos
bien. El secretario de Estado Colin Powell, quien dentro de la Casa
Blanca impulsa un relativo dialoguismo con Rusia, se felicitó ayer
por una gira excelente que ha terminado de manera muy satisfactoria
aquí en Eslovenia.
En realidad, el único, pero no por eso menos importante, éxito
de la cumbre fue el de ocultar el enfrentamiento diplomático que
ambos países sostuvieron en las últimas semanas. Es importante
recordar de dónde venían los presidentes cuando llegaron
al castillo Brdo en la capital eslovena de Liubliana. No habían
pasado 24 horas desde que el norteamericano afirmara durante un discurso
en Varsovia que todas las nuevas democracias europeas, desde el
Báltico hasta el mar Negro, deberían poder participar de
la seguridad y libertad que garantiza la OTAN. Y sus asesores subrayaron
que con esto no intentamos de ningún modo que Rusia acepte
nuestro sistema antimisiles a cambio de abandonar la expansión
de la OTAN. Putin, de su lado, venía de Shanghai, donde había
ratificado junto con Jiang Zemin la importancia del tratado contra sistemas
antimisiles (el ABM, firmado en 1972, el mismo que Bush calificó
como una reliquia histórica. Ese mismo día,
el Washington Post citaba a un alto funcionario de la Casa Blanca
para revelar que el gobierno ruso podría haber permitido
que Irán comprara un cargamento de aluminio de alta calidad que
puede ser usado para producir el uranio enriquecido necesario para fabricar
bombas atómicas. Por como la noticia estaba sincronizada
con la cumbre en Eslovenia, no es imposible que el origen de la filtración
fuera el Pentágono de Donald Rumsfeld, quien, dicho sea de paso,
no estaba incluido en la comitiva que se reunió con Putin.
Pero no es necesario remontarse más allá de la cumbre de
ayer para detectar el desacuerdo básico entre Moscú y Washington.
Sobre la OTAN, Putin enfatizó que la Alianza es una organización
militar que se rehúsa terminantemente a que entre Rusia, al mismo
tiempo que se acerca cada vez más a sus fronteras... Rusia está
cooperando con la OTAN, no hay ningún motivo para precipitar esta
situación. La disputa sobre el tratado ABM tampoco fue diluida.
El presidente ruso dejó en claro que su gobierno consideraba al
documento la piedra angular de la seguridad mundial. Y si
bien concedió que efectivamente existían nuevas amenazas,
recalcó quelo que se debe hacer es desarrollar un enfoque
conjunto sobre la nueva estructura de seguridad global. Es decir,
Rusia no tolerará la abrogación unilateral del ABM que esgrimieron
algunos asesores de Bush.
Así, podría decirse que el propósito real de la cumbre
fue acordar una especie de tregua antes de que comiencen las discusiones
más duras entre ambos países. Mientras tanto, habrá
consultas regulares acerca del escudo antimisiles, con encuentros
entre los representantes de política exterior y defensa. El
diálogo deberá comenzar tan pronto como sea posible,
explicó el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, tras
la cumbre. ¿Cuándo, exactamente? Todavía no
se estableció una fecha.
MAS
VIOLENCIA EN MEDIO ORIENTE
De tregua, ni hablar
El acuerdo de cese del fuego
sobre las bases del informe Mitchell y mediado por la CIA para Medio Oriente
el pasado miércoles pierde credibilidad conforme siguen registrándose
víctimas. Ayer un niño palestino murió de unos disparos
en un enfrentamiento entre soldados israelíes y palestinos en la
localidad de Rafah, en la Franja de Gaza. Suleimán Al Masri, de
12 años, es la cuarta víctima tercera palestina
registrada luego de que se acordase el inminente alto el fuego. Mientras
tanto, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ayer dio inicio a
su visita a Israel para entrevistarse con el premier israelí, Ariel
Sharon, habiéndose reunido previamente con el jefe de la Autoridad
Palestina, Yasser Arafat. Arafat le pidió a Annan la intervención
de la comunidad internacional. Para hoy se prevé un nuevo encuentro
tripartito con el director de la CIA, George Tenet el tercero desde
el miércoles, para determinar los plazos de la retirada del
ejército israelí de las zonas palestinas y las obligaciones
de no atacar de las fuerzas de Arafat.
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