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Lara Croft o la bomba sexy que se volvió real

La heroína de �Tomb Raider�, una superproducción cuyo estreno en Argentina está previsto para el
5 de julio, puede convertirse en
la primera estrella de Hollywood nacida de un videojuego. Otras películas por el estilo intentan aprovechar esta tendencia de la industria cinematográfica.

Angelina Jolie le puso el
(generoso) cuerpo a la chica digital.
“Tomb Raider” tuvo un presupuesto de 100 millones de dólares.

Por Rocío Ayuso

El estreno en Estados Unidos, este fin de semana, de Tomb Raider, dará carne al primer “sex-symbol” de la era digital, poniendo en las sensuales curvas de Lara Croft, la protagonista de este popular videojuego, el cuerpo de la actriz Angelina Jolie. Lara es fotógrafa, arqueóloga, saqueadora de tumbas y de linaje aristocrático, y se ha convertido en una heroína de la cultura popular más allá de la pantalla. “Lara Croft es una estrella”, admite Celia Pearce, de la Universidad del Sur de California, en reconocimiento al lugar que ocupa esta cybermujer. Ahora su salto a la pantalla, de la mano del director británico Simon West, sólo parece predecir un éxito aún mayor en lo que puede ser la primera película de una franquicia que ya se definió como una mezcla entre James Bond e Indiana Jones, pero en versión femenina.
“Tomb Raider parece que se va a convertir en uno de los mayores filmes de todo el verano”, confirmó el experto en resultados de taquilla Paul Dergarabedian. Parte de su éxito viene asegurado con su protagonista, la sensual Angelina Jolie, un fichaje que además de llenar perfectamente las formas de esta heroína de amplio busto y escasos pantalones, no contó con ninguna oposición entre los seguidores del videojuego. “Quería que Lara mantuviera ese lado oscuro y esa moral arriesgada y Angelina me dio todo eso, además de una reputación personal en los filmes escogidos con anterioridad”, describe West, quien, al igual que Jolie, ya firmó para una secuela. “Mucha gente me dijo que después de ganar un Oscar debería hacer cosas más serias que una adaptación de un videojuego. No comparto esa opinión”, desafió Jolie, reconociendo la importancia que tiene un personaje capaz de vender 21 millones de unidades desde su aparición en 1996.
Tomb Raider –cuyo presupuesto se elevó hasta los 100 millones de dólares e incluyó la creación de una exclusiva lencería bautizada “Triumph Wonder Bra”– no es el primero ni tampoco parece el único film interesado en explorar el campo de los videojuegos. Tan sólo un mes más tarde se estrenará Final Fantasy, en el mismo estilo: la diferencia es que en este caso, el filme –inspirado en esta serie de juegos que vendió 30 millones de unidades en todo el mundo– cuenta con una protagonista tan irreal como su trama, con una carne formada por píxeles. “Queremos sellar un nuevo género en el campo de la animación”, afirmó el productor de Final Fantasy, Jun Aida, en referencia a una heroína como Aki, que desde su irrealidad digital fue escogida por la revista Maxim como una de las “chicas más sexys del año”. Hay un pero, sin embargo. “Hasta la fecha, las películas inspiradas en los videojuegos no dieron grandes beneficios”, afirmó el analista de mercado Billy Pidgeon. Como muestra está el ejemplo de Super Mario Bros, Street Fighter o Mortal Kombat, que no llegaron a trasladar su fama y sus millones al mercado cinematográfico.
De cualquier manera, este año puede marcar la diferencia y junto a Tomb Raider y Final Fantasy, dos películas que se vislumbran como posibles triunfadoras de boletería, hay futuros estrenos como Resident Evil, con Milla Jovovich como protagonista, o Duke Nukem. “Uno no descartaría hacer películas adaptadas de novelas sólo por el fracaso de La hoguera de las vanidades”, agregó Pidgeon. En el caso de Lara Croft, su anunciado triunfo viene acompañado por las doscientas portadas de revistas dedicadas a esta nueva heroína de acción en todo el mundo, cuya fama sólo recuerda a la alcanzada hace años por Sigourney Weaver como la teniente Ripley en la saga Alien. Pero en un plan mucho más sexy.

 

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