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ASI LO VEN

La actualidad segun otros diarios del mundo

¿Torazo en rodeo ajeno?

El presidente norteamericano George W. Bush salió por primera vez de gira a Europa. Estuvo en Bélgica en la cumbre de la OTAN y después se reunió en Eslovenia con el presidente ruso Vladimir Putin. La pregunta era cómo iba a defender Bush su plan del escudo antimisiles y su rechazo al Protocolo de Kyoto, espinosos temas clave que no fueron tratados de lleno.

Le Monde
George W. Bush aplica la fórmula de la defensa del interés nacional con un celo que hace que su política exterior sea un curioso cocktail de repliegue temeroso y unilateralismo brutal. Bush rechazó radicalmente la ambición de su padre de ayudar al nacimiento de un “nuevo orden mundial”: para el entorno del actual presidente, estas palabras son las de un naïf pretencioso, un tipo como Bill Clinton. George W. se comporta como si tuviera la idea fija de que Estados Unidos debe desprenderse de cualquier esfuerzo de cooperación internacional multilateral (...) El éxito de Bush en la redefinición de la política exterior norteamericana no está garantizado. Y la mayoría demócrata en el Senado tiene algo que decir al respecto.
(Alain Frachon)

Financial Times
Si se trata de mejorar la imagen, Bush parece haberse anotado una victoria. A los europeos les gustó escuchar cómo insistía en la importancia de los valores comunes entre Europa y Estados Unidos y aplaudieron su intención de comprometerse con la Unión Europea, al punto de tratarla como a un socio de su misma importancia. En cuanto a las políticas concretas, no se puede decir que su éxito haya sido parejo. Tal como se esperaba, Bush no convenció a nadie cuando explicó las razones de su gobierno para rechazar el protocolo de Kyoto. Menos cuando expresó su intención de desarrollar el escudo antimisiles (...) Sobre la ampliación de la OTAN, los gobiernos europeos son reacios a extenderla más allá de Eslovenia y Eslovaquia, como quiere Estados Unidos.
(Stephen Fidler y Judy Dempsey)

La Repubblica
Fue muy divertido ver al presidente Bush hablar en pésimo español con el presidente José María Aznar, al que continuaba llamando “Anzar” ante las sonrisas de todos. Como no puede hacer todo solo, Bush se dirige a un aliado de las colonias, Anzar o Aznar, o como diablos se llame, para buscar algún consenso. En los últimos tiempos lo busca un poco más a menudo, aunque no haya logrado aprender los nombres, porque en casa las cosas no le van demasiado bien. Pronto George W. vendrá de visita a Roma, donde saludará en “españolo” (está convencido de que el italiano es un dialecto del español) al amigo “Burlesconi”, o algo por el estilo. Va a ser un éxito.
(Curzio Maltese)


El fuego del cese

El martes pasado, el gobierno israelí y la Autoridad Palestina acordaron un cese del fuego con el jefe de la CIA, George Tenet, sobre las bases del Informe Mitchell de la ONU. Pero desde entonces murieron en atentados y enfrentamientos un oficial de inteligencia israelí y un niño palestino, además de varios heridos.

Jerusalem Post
Estamos básicamente en un período similar al agotador “período de espera” que hubo tres semanas antes de la guerra del ‘67. Las condiciones son bastante diferentes: entonces, Israel era más vulnerable y existía el peligro inmediato de una invasión de ejércitos árabes por varios frentes. La similitud fundamental es que en ambos casos Israel se enfrenta a una provocación inaceptable y se debate entre confiar en la comunidad internacional o actuar para defenderse. El equivalente de 1967 al actual Plan Tenet es la flota que envió el presidente norteamericano Lyndon B. Johnson, que iba a desafiar el bloqueo egipcio a Israel. El esfuerzo internacional terminó cayendo, e Israel no tuvo otra opción que la militar.
(Editorial)

Haaretz
Tanto las recomendaciones de la Comisión Mitchell como el memorándum para un cese del fuego del director de la CIA, George Tenet, serán una prueba no sólo para Arafat sino también para Sharon (...) Para Arafat, esta prueba determinará si la intifada que él mismo lanzó le reporta ganancias sustanciales o si la vida de cientos de palestinos se perdió en vano (...) La prueba que enfrentará Sharon puede levantar un debate en Israel, a condición de que Arafat respete el cese del fuego. Un paso en falso del lado de Sharon puede poner en peligro el gobierno de unidad nacional que tanto quiere. Si Sharon cumple totalmente con las recomendaciones de la Comisión Mitchell, los partidos de derecha podrían marcharse del gobierno.
(Zeev Schiff)

The Washington Post
Si el cese del fuego dura más que unos días, Arafat tendrá que persuadir a su gente de terminar con la intifada. Pero la presión internacional no puede lograr esto por sí sola; Arafat debe tener una perspectiva de proceso político que traiga beneficios, o incluso la posibilidad de un acuerdo global, a los palestinos. Del lado israelí, Sharon también se verá puesto a prueba; tendrá que decidir si asume un compromiso genuino para tomar medidas que recreen la confianza de los palestinos, como la retirada de las tropas israelíes de los territorios palestinos o el congelamiento de la construcción de asentamientos en Cisjordania y Gaza. También deberá ofrecer a Arafat un retorno serio a la mesa de negociaciones.
(Editorial)


La rebelión del marinero

El jefe de la Armada chilena, Jorge Arancibia, anunció que se retiraba el 6 de julio para presentarse como candidato a senador por la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI). Esto generó molestias en la derechacon el partido aliado de la UDI, Renovación Nacional, y en el gobierno. El presidente Ricardo Lagos ordenó que la renuncia se adelante para hoy.

El Metropolitano
La crisis que ha significado para la Alianza por Chile la decisión de competir total y abiertamente en las próximas elecciones parlamentarias parece ser más profunda y peligrosa de lo previsto por todos los analistas (...) De todo este enredo, la única figura que hasta el momento parece haber sacado algún dividendo político es el presidente de la República, Ricardo Lagos. En efecto, lo que en un primer momento pareció evolucionar en una pequeña crisis para el primer mandatario –la posibilidad de tener a un comandante en jefe en funciones en calidad de cuasi candidato durante más de quince días no era sano para nadie, mucho menos para el gobierno– fue muy bien manejada por La Moneda.
(Editorial)

La Segunda
El paso dado por el presidente de la República al designar a un nuevo comandante en jefe de la Armada –y de paso adelantar la entrega del mando por parte del almirante Arancibia– contribuye eficazmente a dejar a la institución al margen del revuelo político producido y asegurar la continuidad de su actividad específica (...) Se habla en la Concertación de una acusación constitucional por lo ocurrido. Sin perjuicio del derecho a entablarla, parece evidente que se trata de una iniciativa prematura, pues no se han establecido claramente los hechos en que ella se fundaría ni a quiénes afectaría, así como el alcance en este caso de una supuesta deliberación política.
(Editorial)

La Tercera
Respecto de la posibilidad de acuerdo que existe entre Renovación Nacional y la Unión Demócrata Independiente, la renuncia del comandante en jefe de la Armada nos sitúa en un campo de acción no contemplado, al menos hasta hace un par de días. En todo caso, no debemos dramatizar en torno de la renuncia del almirante Arancibia, por cuanto ésta es una decisión de índole personal y nadie tiene ni el derecho ni menos la capacidad para cuestionar decisiones personales (...) Tampoco debiera sorprender el posible interés que el almirante Arancibia tiene respecto de participar en política, por cuanto ya había dejado claro que se inclinaba por continuar su vida pública en el Senado.
(Aldo Cassinelli)

 

 

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